[2016] MARATON DE PARIS

[jano]

Enhorabuena a todos !

[potro]

Enhorabuena a toda la expedición Parisina, bonita ciudad y apetecible carrera....algún "siglo" de estos, caerá!
Dabe, no te preocupes, campeón, los maratones son como los melones...hasta que no los abres!
En unos dias tienes otro ,a "cata y prueba", seguro que te resarciras... Animo!!

[isender]

Ayer salió un día en París para que hubiese sucedido alguna desgracia. Debería rondar los 25 grados y un 70% de humedad. Sirve de aprendizaje para la próxima, cuando el terreno de juego no está como se espera hay que adaptar el ritmo a las nuevas circunstancias. No lo hice pensando que las sensaciones no se correspondían a las ppm que llevaba (más altas de las normales) y a partir del km 30 los depósitos se empezaron a agotar. Así que tocaba llegar a meta lo más dignamente posible. Sin sufrir mental ni físicamente pero sin fuerzas, tocó perder 20 minutos en esos 12 kms para unas grandes 4h:09 y digo grandes porque es una gran maratón y me lo pasé en grande. El único pero los avituallamientos del principio que para mi gusto deberían ser bastante más largos. Se formaban unos buenos tapones.
Maratón que el que pueda debe correr.

[SKIVO]

Cuando salí de la boca de Metro de Concorde y vi el cielo tan despejado y escasas nubes, y que, además, sólo hacía fresco, me acordé de Lisboa. No iba a ser fácil. Me acompañaba Francisco Mesón, aunque él salía desde un cajón más atrás, veinte minutos más tarde.

Una vez ya colocado en mi cajón, tras haber pasado el control de entrada, sólo quedaba esperar casi media hora. Agradecí el buen tiempo, no quiero pensar siquiera qué hubiese pasado si las condiciones climatológicas hubiesen sido desfavorables en ese aspecto.

Olvidé activar con tiempo el GPS del reloj, como me pasó en Valladolid hace unos meses, y éste no se encendió, pero lo activé por ver si el podómetro hacía algo, pero el resultado fue malo, porque imagino que el comportamiento errático lo interpretaba de mala manera, y lo apagué en el kilómetro ocho de carrera, cuando me decía que estaba en el nueve y medio y a ritmos que no los alcanzo ni en las series de 50 metros. Lo reinicié y, hasta el kilómetro 16, no se activó. Durante la comprimida carrera en muchos tramos de calles estrechas, el reloj fue tocado varias veces, al pasar masas de personas que se paraban o estaban andando, dos de ellas, pulsaron el de Lap y una el de Stop.

Cuando bajamos los Campos Elíseos, era difícil intentar el ritmo que me había marcado, pero después, tampoco lo tuve más fácil. En el kilómetro 5, cuando ya sólo me guiaba por la hora de salida , las 09:32h -no las 09:20h, que era la prevista-, supe que había ido a ritmo de 5'05" de promedio. No estaba nada mal, iba según lo previsto. Unos metros antes, Bárbara -skiblage-, se había incorporado para hacer su entreno de 24Km, le comenté lo de mi reloj y le dije que la seguía a través del suyo, aunque también tuvo sus altibajos en el GPS.

El caso es que, como pude ir comprobando, primero en el km 2, y puego en el 7, ya iba gente andando, gente que, por apariencia física, era imposible que hiciese un maratón, ni siquiera caminando, así que ya teníamos ahí mismo los primeros bolardos. Fuimos a nuestro ritmo, separándonos lateralmente de forma contínua, intentado no entorpecer a nadie, y así fue transcurriendo la carrera. En los avituallamientos, me bebía media botella y le daba la otra media a Bárbara, que seguía por el centro, a su ritmo, mientras yo la alcanzaba un rato después.

Las subidas se sucedían, los llaneos, también; salvando la plaza de la Bastilla, y alguna vez, de lejos, la Torre Eiffel, los monumentos brillaban por su ausencia. No, bonita la carrera, no era. Me faltaba algún tobogán de bajada pronunciada, a tenor de la altimetría que presentaban en la web de este evento, con esas curvas de ascenso descenso hechas casi a mano alzada, redondeadas para mejor presentación visual. Ahí faltaban los túneles, por ejemplo. Lo dicho ya en alguna parte: las webs de carreras, por lo general, disfrazan el perfil.

A medida que íbamos pasando los kilómetros, empezó a verse el gran punto negro de esta carrera: 57.000 personas son demasiadas, sobran, prácticamente, la mitad. Es cierto que hay amplias avenidas, pero no es menos cierto que hay multitud de calles estrechas, imposible correr sin tocarse. Y más si, quizá debido a las condiciones meteorológicas del día, que estaba precedido por un sábado lluvioso, grupos numerosos de personas iban ya clavados o, directamente, andando.

Correr con la persona que quieres, da una dimensión extraordinaria a la ocasión, ver a Bárbara mirando su reloj y vista al frente, con determinación, y más sabiendo que aún no puede iniciar entrenamientos excesivos de fuerza -sentadillas y abdominales, por ejemplo-, por recomendación médica, debido a la apendicectomía del año pasado, lo admiras más aún. Enorme mi chica.

Cumplido el kilómetro 29, nos despedimos con un beso y me desea suerte. No puedo alegrarme más de que así haya sido, porque ell kilómetro siguiente es, sencillamente, demencial, por la estrechez de la calle y por el agolpamiento de la gente. Toques de codos y manos, roces de cuerpos, miradas de perdón o de mosqueo... No, no fue ni agradable, ni bonito. Adelanté, literalmente, a cientos de personas, y no queríapensar que algunas miles, porque quizá era excesivo. Sin embargo, Bárbara me indicó por la tarde que, en FB, la propia web reconocía que habían llegado a meta menos de 42.000 atletas. No sé cuántos tomamos la salida, de facto, pero ahí me faltan miles de personas.

El fin de semana ha sido mejor aún de lo que esperaba, gracias a Bárbara. Incomunicados, quizá gracias a la circunstancia de estar en el extranjero, nos centramos en recorrer París, así que nos metimos más de 30.000 pasos, más de 26Km, el sábado. Y voy yo, y de regalo, me hago el maratón en menos de cuatro horas: 3h57'41", como si tal cosa. Pero, tras ello, trabajo, tesón y cabeza.

Llegar a meta y tenerla a ella esperando, no tiene precio.

Cuando Bárbara me dejó en el 29, hice las cosas a la vieja usanza: miré la hora, resté a la de la salida, calculé lo que faltaba, multipliqué y traté, lo más posible, de llevar un ritmo constante, ajutándome a ese regalo de tiempo, que no me era imprescindible, pero sí muy reconfortante, y así fue. Cuando llevas muchos kilómetros a un ritmo, cuesta salirse de él, tanto para arriba, como para abajo. En el 38, pasé a Nicolás, lo cual no me gustó absolutamente nada, porque indicaba que algo no marchaba bien con esa buena persona; le di un grito de ánimo, pero no estaba yo en lides de bajar el ritmo, seguramente me hubiese venido abajo.

Los últimos kilómetros, siempre en subida, no daban respiro, el sol nos dejó de atosigar un par de ellos, pero el calor y la humedad, ahí estaban. La animación fue nula, salvo aquellos españoles que, al ver mi camiseta, o al ver yo su bandera, nos intercambiámos gritos y gestos de alegría. Mi nombre lo oí en varios acentos, alguno pensaba incluso que era italiano. Cosas que pasan.

La noche antes del evento, cenamos con Francisco Mesón, y después del evento, tomamos una cerveza con él. Buena gente, excelente persona, un gran abrazo. Espero que te recuperes bien y pronto de tu lesión, amigo.

Deseo a los que lo pasaron mal y sufrieron algún percance, una recuperación pronta y excelente; a los que les salió bien, me alegro por ellos.

Por mi parte, un gozo extremo, un fin de semana con Bárbara fantástico, ahondando aún más en las múltiples afinidades que nos une, compartiendo innumerables detalles de una impresionante ciudad, con un maratón que no está a su altura.

Mi undécimo maratón, mi octava vez consecutiva por debajo de cuatro horas. Una gozada. Ahí queda eso.

Mapoma y Vitoria me esperan, a ver qué tal. Cuantas más hago, más respeto a la distancia. Como debe ser.

[Navarrito]

Felicidades a todos por vuestra maratón parisina.
Pedro, buena crónica, que razón llevas en lo bonito que es correr con la persona que quieres. Acabar un maratón con ella y abrazarla tras cruzar la meta....

[Templario]

Aquí otro finisher parisino.

Qué preciosidad de ciudad, de carrera, qué gran animación...no hay palabras para describir mi séptima maratón (primera internacional).

Le voy a poner tres contras:

1- Acabé saturado de bosques. El de Vincennes se me hizo eternos, son 9 kms que al principio son agradables pero conforme pasan los kilómetros estás ansioso por volver a la ciudad. A eso hay que añadirle que en esas zonas baja considerablemente la cantidad de gente que anima. El del Boulogne son otros 9 kms en los que encima ya vas al límite, ya que lo empiezas en el 33 y lo acabas casi al final de la carrera. Ahí sí que hay una zona de mucha animación pero fue mucho bosque para mí jaja.

2- Los avituallamientos sólo a un lado favorecen la formación de tapones. A veces era muy complicado coger agua.

3- Creo que hacia el último tercio de carrera los avituallamientos deben estar más juntos, no a 5 kms de distancia. El agua a esas alturas la acabas enseguida y toca esperar mucho para coger otra.

Son contras que no manchan para nada la fantástica organización y la espectacular carrera. Pasar por la Bastilla a tope de gente fue algo precioso. La salida de los tuneles, el paso por la torre Eiffel, la llegada por la Avda Foch...en fin, muy recomendable.

Acabé finalmente en 4:26. Me la tomé con calma. Llevo arrastrando periostitis toda la preparación y me paré un par de minutos dos veces con mis amigos cuando los ví en el 29 y en el 36. Y también me paro para beber agua porque si no me entra flato. Y es más dura de lo que esperaba.

Un saludo a todos y enhorabuena a tod@s :)

[AupaNacho]

Aúpa¡¡¡
Gran crónica PEdro¡¡¡ se ve que disfrutaste de la carrera de principio a fin, a pesar de las aglomeraciones....

Dabenar, a veces las cosas no salen como uno piensa, pero siempre se aprende algo, enhorabuena también¡¡¡¡

Enhorabuena al resto, otra muesca más¡¡¡

[Julián11]

Gracias por las crónicas, me alegro hayáis disfrutado, aunque sea un maratón con algunos peros como comentáis.
En Madrid ojalá haya menos peros, en dos semanas.