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  • [2018] II Edición Carrera Nocturna “Vila do Corpus” 6 horas : 14 Julio, 2018

Autor Tema: [2018] II Edición Carrera Nocturna “Vila do Corpus” 6 horas Ponteareas  (Leído 7658 veces)

0 Usuarios y 1 Visitante están viendo este tema.

02 Abril, 2018, 22:04:51 pm
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    • julianigle11
    • @julianigle11

      
II Edición Carrera Nocturna “Vila do Corpus” 6 horas Ponteareas

Sábado, 14 de Julio de 2018
Hora: 20:00
Pais: España
Provincia: Pontevedra
Población: Ponteareas
Lugar de la salida:  Centro Ponteareas
Lugar de la meta: Centro Ponteareas
Distancia: Otros
Web oficial: http://www.cronotec.es/informacion.html
Cuota de inscripción: 18 € individual y 15€ para cada miembro en los relevos
Enlace a inscripciones: http://cronotec.es/ins/index.php?module=home/inscripcion&cid=185
Otros datos de interés: Prueba de 6 horas. Se puede hacer individual o por relevos (de 3 a 6 por equipo), Los relevos se suelen hacer cada vuelta (1 km) por lo que es un tipo de carrera muy distinta para los que hacen esa modalidad.
Limitado a 35 corredores en la prueba individual y 45 equipos para la modalidad de relevos.
02 Abril, 2018, 22:10:48 pm
Respuesta #1
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    • julianigle11
    • @julianigle11
Inscrito, el año pasado pilló en un día de mucho calor (no demasiado típico en la zona aunque fuera julio). Resultó una prueba muy espectacular. Dura para mí, porque en mi caso son 6 horas a tope, otros corredores paraban a descansar o lo tomaban con más calma, y los de la prueba de relevos tenían mucho tiempo de descanso. Pero lo pasé muy bien. Además de ser buena preparación para el Veleta.
Ya imagino que nadie se atreverá de aquí, pero eso de hacer una prueba de relevos de 1km cada uno (de 3 a 6 participantes) durante 6 horas no es tan duro y fue realmente una pasada.
Además de cerveza sin limón, había unas cuantas cosas de comer en meta una vez acabada la prueba. Y el avituallamiento, muy bien surtido, era en cada vuelta. Con duchas de aspersor.
Y ánimos, en especial en la plaza que era el paso de cada vuelta/km.
Dejo el hilo del año pasado, por si a alguien le llega a interesar, que tenga más información.

http://www.forofosdelrunning.com/index.php/topic,10039.msg211554.html#msg211554
22 Julio, 2018, 10:25:02 am
Respuesta #2
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    • julianigle11
    • @julianigle11
Acabé con los dedos fatal el domingo en Jaén, y tenía que recuperar esos pies, para afrontar entrenos esta semana y la prueba de 6 horas. Pues el mismo lunes, tuve un tropezón terrible (por unos hierros en la calle, de alcantarilla de rejas de desagüe, mal puestos. Y además de una herida importante en el dedo gordo del pie derecho, otra raja en la planta del pie izquierdo, que aparte sangrara algo, no se va el dolor, ni a los varios días. Ni que decir que todo el entreno han sido dos horas de elíptica el jueves. Yo preocupado por lo que puedo entrenar, en vez de asustarme porque en 3 días no ha mejorado (y suele hacerlo, este cuerpo se pone siempre a recuperar en plazos de tiempo que me tiene asombrado, en ocasiones).

Para hacerlo más emocionante, he ido al médico porque debo tener un tapón en el oído, llevo meses oyendo mal, pero en Sevilla me levantaba con el oído izquierdo completamente tapado, casi sordo. Pues lo mira el médico y lo ve raro, cree que igual puede sacarlo directamente, que no es el típico tapón de cera. Coge las pinzas, las mete (ningún dolor) y saca en unos cuantos segundos algo. Pues no, no era un tapón, era un auricular (para que veas lo que me gusta la música), un poco embalsamado en cera. Me preguntan si no había notado que se me metía, y supongo que quedo mal, pero digo que no. Vaya trasto estoy hecho. Y ni siquiera estoy seguro de si ahora oigo mejor.

Pues poco entreno, lo dicho, los pies de pena. Y es una prueba que cuentan los km que haces, pues hay un espónsor para cada corredor que da un dinero (no sé cuál, pero el que sea bueno es) a la asociación Down de Vigo, por cada km que hayamos hecho en esas 6 horas. Así que sea más o menos dinero, es una responsabilidad hacer los máximos km posibles. En mi caso el espónsor es el mismo bar en el que el año pasado había un grupo animándome en cada vuelta y en las últimas horas dándome vasos de cerveza (en todas partes hay grandes personas), un honor y responsabilidad hacerlo lo mejor posible y dando lo mejor de mí (que, la verdad, ahora mismo no es que sea mucho). Ojalá no me duela el sábado y ya no molesten los dedos de los pies (en eso, como la temperatura prevista es de 22 a 17 grados, desde las 8 de la tarde, hasta las 2 de la madrugada, creo que el poco calor será una ayuda para que no se martiricen). Yo esperaba hacer 56-57 km (más es utópico si no cambio en mucho mi peso), pero el poco entreno y los kilos de más que pillo van a hacer que los 55 km del año pasado (en 6h03m) me parezcan una meta soñada. Todo se intentará, no me puedo conformar con nada. Y además me han guardado el dorsal 32.

Que ganas de hacerlo muy bien, para corresponder al honor que me hacen con su trato. Ya son todo amabilidad al recoger el dorsal la noche anterior. Procuro descansar, y confiar que no surjan “inconvenientes” antes y durante la prueba. Llega la hora, salgo hacia allí (7-8 minutos de paseo tranquilo), allí está Fran, que es uno de los principales responsables de la creación de la prueba. Al lado de donde se recogen los dorsales (que es un local, antiguo bar en el que el año pasado nos animaron mucho), hay una silla para que dejemos nuestras cosas, y lo que necesitemos, de cambiarnos o coger durante la prueba, e incluso descansar, y en la misma puerta del local, la mesa del avituallamiento general. Me saludo con algún chico, aunque este año creo conocer a menos que el año pasado (es lo que pasa cuando salgo del maratón, cambian muchas caras).

Se preveía tal vez algo de lluvia, pero poca en el inicio de la prueba, pero no la hay. Debemos estar a 22-24 grados, pero ni preocupación de calor, más recordando la semana pasada en Jaén, o aquí mismo el año pasado que salimos con mucho calor, claramente por encima de los 30º. La salida es conjunta con los relevistas, lo cual es en parte depresivo, porque además de la calidad de muchos, son relevos de 1 km, mientras nosotros tenemos 6 horas continuas por delante. Se da la salida, por fin, y sale uno más rápido, casi sin querer llevado por lo visual de los del relevo, que parece vayan en moto y uno en bici. Aunque no pretendo los primeros metros voy de los primeros puestos del individual, afortunadamente para el 400 ya me han pasado bastantes corredores, trato de no cebarlo. Dos puntos de esos primeros metros, la mesa que estaba en el café Invernalia (que son los que pagan por mis km) no está, así que imagino habrá algo menos de marcha por ese punto, el más alejado de la salida, y con una curva de 180º. Lo otro, es que el siguiente giro que se hacía muy incómodo porque era de más de 90º a derecha, y tenías que girar y casi frenar porque el giro era de más de 90º (y resultaba más incómodo que el de 180) lo han suavizado y es algo menos de 90, lo cual está muy bien. Entramos en la plaza donde está la salida, por otra calle, ahí hacemos los últimos 200 metros aprox.

En el centro de la plaza están los componentes de los relevos que no corren, tienen una mesa cada equipo, y creo que están muy a gusto, ya desde la primera vuelta (damos un rodeo, sobre sus mesas) siempre hay una palabra de ánimo, y ayuda. Aunque bajé el ritmo, paso la primera vuelta en 5m12s. Rápido, supongo que ahora se me estacionará el ritmo, pero espero que pueda seguir restando segundos al ritmo de 6 minutos por km para cuando lleguen las horas más duras tener colchón. Por un lado, dudo que pueda hacer los 55 km con tanto parón que llevo, pero también es cierto que si comparo con el año pasado, el clima es muy favorable este año. A luchar. Segunda vuelta, me han pasado la mayoría de los del individual, sí voy algo más tranquilo de ritmo, queda mucha, mucha prueba por delante, y aún no llevo ni 10 minutos. Segunda entrada en la plaza de salida/meta y el horror más absoluto.

Tirón en la pierna izquierda, el isquio que se pone duro como una pelota, y eso, aunque sea en la otra pierna, ya lo he vivido, no se va a ir. No me lo puedo creer, no es que me queden 40 km. Es que me quedan casi 6 horas. No sé qué hacer. Supongo que debería retirarme. Pero para una vez que mis km se pagan para una buena causa no me apetece. Tampoco me apetece retirarme nunca, eso es cierto. Además, aunque nadie me exige nada, considero que esperan bastante de mí, nunca sé por qué muy bien, podría usar eso de que a veces creo que doy espectáculo, o más bien doy el espectáculo. Otra opción es hacer una serie de km y el resto hasta las 6 horas ir andando, y aunque sean menos km, seguro que serán mejor que nada. Pienso en llegar al menos a los 42 y seguir andando, o descansar al cumplirlos y luego andar. Pensar, pienso muchas cosas, pero hay una que siento no poder evitar, creo que mi cara es un poema, porque me he quedado realmente desolado. Ya en esos últimos 200 metros me dan ganas de gritar que me duele, he bajado el ritmo (a pesar de eso paso en 5m40s) y vamos a ver qué puedo ir haciendo. Doler, duele. Impedir ritmo lo impide. Y las sonrisas me las ha borrado todas, sobre todo las que podía llevar por dentro.

¡Qué palo! Pero ya digo muchas veces que las cosas vienen como vienen, la prueba es hoy, no me vale desear que sea otro día, y si me paro, se acabó, hay que aguantarse con las circunstancias y dejarlo o seguir aceptando el mal rato. La tercera vuelta ya la llevo con mucha alegría perdida y la paso en 6 minutos justos. Tengo la sensación de que durante el tiempo que aguante me va a caer una minutada en comparación a lo que calculaba podía pelear. No quiero ni puedo pensar en si hago las 6 horas, porque es mareante la idea de hacer así (o a peor, porque estas cosas nunca van a mejor) todo ese tiempo. Mi objetivo más cercano es pelear 60 minutos en el 10 y sobrepasar lo menos posible las 2 horas en el 20. Hay que ir buscando los objetivos a corto plazo, sé que además llegará el cansancio, que me preocupa mucho menos que el dolor. Además con avituallamiento en cada vuelta, me defiendo mejor del cansancio (o eso me he hecho creer a mí mismo).

Km 4 en 6m12 cada vez a peor, trato de ponerme un poco las pilas, apretar en las bajadas, aprovechar a coger más fuerza cuando recibo ánimos (son cosas mías, igual eso no se entiende) y km5 y 6 en 6m04 cada uno, debería en estos momentos ir algo por debajo de 6, pero eso es muy fácil de decir, que no la mencione en cada línea no quiere decir que la pata no siga mal. Mientras tanto, además de los relevos, los doblajes por parte de los corredores más rápidos hace rato que han empezado. Me da envidia, más que la rapidez ajena, lo enteros y poco doloridos que se les ve. Los voluntarios me animan todos en cada paso, creo me recuerdan la mayoría del año pasado. A todo esto, eso casi no lo esperaba, los dedos del pie izquierdo  empiezan a chocar con la zapa, y obviamente van a estar así hasta que ponga punto final a la prueba. Eso no ayuda nada.

Km 7 en 6m10s. Me pongo más nervioso a cada momento, me gustaría evitar este via crucis, pues ahorraría dolor y haría más kilómetros. Decido parar al lado del avituallamiento a ver si estirando se pasaría el dolor. Lo que se pasa son los segundos que pierdo mientras estoy parado, ha sido un parar para nada que es tontería, y ahora queda darme un meneo de ritmo para no perder demasiados segundos en esa vuelta por la parada. Km 8 en 6m20s. Tampoco es que sea muy de comentar, pero cuando suena la música que pinchan no ayuda, más bien me resulta un poco puñal en la espalda, pero ya se sabe que hoy no me va a salir todo de cara.

Apenas 14 segundos de colchón sobre el ritmo de 6 minutos (47m46s), mal porque creo que podía haber arañado más segundos al crono en este inicio y bien, porque voy a andar cerca de esos 60 minutos en 10 km Algo por encima de 6 minutos el 9 y 10 hacen que pase ese 10 en 59m56s. Como objetivo de apaño una vez he visto cómo iba la pata, está bien. Eso sí, el desgaste por dolor y esfuerzo es bastante mayor de lo que sería estando bien. Los speakers de meta (un hombre y una mujer) me han reconocido (y eso que soy de pasar desapercibido) y me mencionan como nosso marxador (no sé si lo escribo bien, sorry), recordándome del año pasado, piden aplausos para mí (no en cada vuelta, pero sí bastantes veces), y después de pasar meta entre el público que hay y los corredores de relevos que están esperando su turno, levanto el pulgar de agradecimiento, aunque no la cabeza, pues me da cosa, que me vean el semblante hundido (de hecho muchas veces creo que quien lo ve debe pensar que es el esfuerzo de hacer tantas horas marchando, aunque de momento sólo es una hora, y ya veremos).

Pues con lo dicho, entre mi comecocos interno, ánimos de voluntarios, otros corredores de individual y relevos y público, y las ganas de hacer km voy pasando lentamente las vueltas además de valorar que por poco que sea cada vuelta suma una aportación para el proyecto de Down Vigo. En casi todas bebo, y especialmente me echo agua, así de mojado no noto si me sale alguna catarata debajo de las cejas (la verdad es que por el momento creo que no ha salido ninguna).  Del 10 al 15 hago un ritmo mejor del que esperaba, pues sólo gasto 30 segundos por encima de los 6min/km y paso 1h30m26s. y sigue quedando mucho, ya han aparecido chicos para chocar manos, generalmente en la plaza, pero también alguno en la calle del avituallamiento una vez pasado este. De hecho durante la prueba 3 chicos distintos me han animado mucho en ese tramo, supongo les ha sorprendido el marchador ese. Se lo he agradecido mucho, de hecho, creo que fueron ellos los primeros en sacarme alguna sonrisa no forzada.

Sigo sin tener claro el futuro, como término corto, lo de frenar y eso en el 42 no es muy halagüeño, pues al ritmo que pueda ir igual me pilla cerca de las 5 horas. Y con 15 km y 1h30m me queda un mundo. La pierna no ha ido a peor, pero no ha dado descansillo en lo que se refiere al dolor. Que haya otras personas dándome ánimos es lo que más me está ayudando a pelear el ritmo. Ya he “arrastrado” una pierna, aunque fuera la otra, por culpa del isquio y es un mal rato continuo que no cesa hasta que paras definitivamente. Hasta km 18 sigo aguantando cerca de los 6 minutos (1h4m52s), pero los dos siguientes se me va algo ya el crono y paso el 20 en 2h01m30s que en realidad no está mal (ya habría firmado hace 1h50m ese paso por el 20). Son ya dos horas de carrera, en un maratón estaría por el ecuador, pero aquí estoy por Groenlandia, quiero decir que me queda un mundo si hago la prueba entera, 2/3 y con los dolores a peor, normalmente. Generalmente a partir de las 3 horas hay corredores que van parando a descansar, ya sea un rato, o mientras toman avituallamiento con tranquilidad, así que si yo parase no pasaría nada, para los demás. Pero es que eso de parar no me sale de natural, nunca me ha gustado, ni cuando jugaba a tocar y parar me gustaba ser el que paraba.

Y pasan las vueltas, ya no sé si rápida o lentamente, la media calculo la habré pasado sobre 2h08m30s que en teoría está muy bien dadas las circunstancias, eso sí las vueltas ya no bajan de 6m20s. ¿Seré capaz de aguantar a 3h05m el 30? Ganas de parar tengo cada vez más. Incluso hecho números a pasar el km 25 en 2h33m53s. Si me pusiera a andar y la pierna lo permitiese podría hacer unos 21 km más, que sería decoroso, supongo. Pero no me veo andando en una competición (entre otras cosas, porque no hay espejos). Después del 26 en 6m27s ya me despido de km sub 6m30s. El cuerpo se va resintiendo del esfuerzo extra, y a pesar de acercarme a las 3 horas, queda un mundo de prueba,Otros dos en 6m37s y dos en 6m48s me ayudan a llegar al 30 en 3h07m13s. la verdad es que llevo mucho desgaste, aunque decido que no ya me planteo cada nada el parar, pues he dado muchas vueltas, y con mucho castigo, porque sé que el llevar así el isquio tanto rato pasa factura a posteriori, tardará un tiempo en recuperarse. Pero la prueba es hoy y aquí, no salgo en ninguna competición con la intención de reservarme o guardar fuerzas para la siguiente, en cada una toca dar el máximo que tenga, sea el que sea. Al menos yo lo vivo así.

Sé que de aquí al 40, por mis últimos parciales irá todo a peor, que faena tendré para ir a 7 minutos la vuelta. Entre tanta comedura de coco, me descuento de km a veces, y pienso con alguna referencia de los pasos hechos por cuál voy en ese momento, siempre lo acierto. El gps no sirve aquí, porque da distancias muy inferiores, por pérdida de señal, calles estrechas entre edificios, como ejemplo recuerdo en la primera vuelta una recta que iba a toda pastilla y el gps indicaba ritmo por encima de 7 minutos. Km 33 el primero que paso en más de 7 minutos. La pierna está cada vez más chuchurria. Ahora empiezo a cojear en algunos tramos, creo que antes sólo a la salida del giro de 180º cojeaba los primeros metros. Aunque cada vuelta se me hace más larga (porque más lenta está claro que sí), paso en 3h42m11s el 35. Si consigo aguantar por debajo de 7 podría rondar las 4h30m en el maratón, pero eso de por debajo de 7 lo hago por última vez en el 38 que paso en 4h03m18s.

Y de aquí sólo puedo ir a peor, porque aunque no lo sé en inicio me viene lo peor, después de las 4 horas me empieza a doler la otra pierna (por encima de la trasera de la rodilla, no sé si el vasto interno o qué), normal, teniendo en cuenta que lleva casi 4 horas forzando, y tirando de la otra. Y no ya el ritmo es que baje, que baja, es que empiezo a cojear la mayor parte de cada vuelta, espero que al menos pueda llegar al km 42. Los tiempos van empeorando más y las vueltas se hacen más largas que un programa de Al rojo vivo. Km 40 4h17m48s. Y si decido llegar hasta las 6 horas es un mundo, no es 1h40m, es la eternidad, una sola vuelta lo es, así que dibujando poemas con mi rostro y la cabeza agachada, procuro que las goteras de mis cejas se abran solo en lo oscuro, me parece feo, delante de os demás, ahí levanto pulgar, que no cabeza, y procuro no cojear.

Un chico en la calle post avit, los voluntarios que siempre tienen una palabra amable y un aplauso me ayudan. Debo dar una impresión peor, pues chicos y chicas de los relevos, a pesar de pasar como centellas (si ya dije que iban en moto los de los relevos, ahora en lugar de en bici creo ir en triciclo en comparación, mi ritmo es infernal, no por rápido, más bien por tortuoso) deben ver lo mal que voy (aunque imagino piensen sea por otros motivos, la dureza de la prueba o hacerla marchando), me dicen “vamos, que ya lo tienes, amigo”, casi coincidiendo las frases varios de ellos. Supongo me ayudan en los rincones olvidados del circuito, porque luego cuando llego a la plaza, entre el público en los bares, los relevistas que están en las mesas descansando y luego en meta los que esperan su turno de coger el testigo, me ayudan a decidir que de momento sigo, que ya si eso lo vamos viendo en otra vuelta si me paro. Muchas gracias por esas ayudas.

Km 42,2 en 4h34m y poco. Había momentos que esperaba menos, después de la despedida de la prueba que hizo el isquio izquierdo, pero tampoco sabía ni si llegaría hasta aquí. Con el isquio como una pelota de golf, los dedos del pie izquierdo hechos puré y la trasera de la rodilla y por encima de la pata derecha bien jodidillas no sé qué más me puede pasar. Pues, por ejemplo, chocar el pie derecho con el pie de una valla, y darme una buena leche en los dedos, en un gesto solidario que les honra, con el dolor de todo el resto inferior de mi cuerpo. No sé si valla se había movido, o un bandazo que había dado al cojear, pero la leche me dolió bastante, afortunadamente menos, al cabo de una vuelta, aunque los dedos ya fueron mal el resto de carrera. Hay una zona sobre los 300 metros de prueba, en la que un entrenador está animando a sus chicos, durante varias vueltas, en  alguna, que sólo apuso yo, me anima para que no decaiga, imagino que los que me ven se imaginan cansado por los km, el esfuerzo y la marcha, que no es que no lo lleve encima, pero no es lo que me hace ir así. Normal, no llevo un letrero explicando cómo estoy, ni debo contárselo ahí a todo el mundo. Aunque algún corredor de la individual que me pregunta al pasarme (no llevan el ritmazo de los relevistas) cómo voy y le digo, llevo mis penas en silencio, animándome al llegar a la plaza un poco, y abandonándola como el que va al matadero.

No se acaban nunca y pienso si aguanto hasta el final o paro en los 45 km, incluso hacerlo en los 50. Ahora ya lo de dejar de marchar y ponerme a andar no sirve, porque con lo que cojeo no iba a aliviar dolor alguno. Hay algunas chicas que hacen la prueba andando casi todo el tiempo, pues para dar una idea, me alcanzan y superan (llevan menos vueltas, lo digo para dar una idea de mi ritmo). Ya el 43 fui lento, pero el 44 y 45 creo que me he ido a más de 10 minutos, no es así, lo sé porque pasé el 42 en 4h32m54s y al 45 llego en 4h57m22s. Otro chavalin que está en la plaza y me anima de manera que me sorprende, me da fuerzas para poder soltar sonrisas mientras levanto pulgar (que era lo único capaz de hacer durante muchos km), no sé en qué momento o con qué suma de cosas, pero ahora sé que si mi cuerpo no remata la faena y lo impide, cumpliré las 6 horas en pista, qué menos con cómo se vuelca mucha gente conmigo. Hasta empiezo a echar números de las vueltas que puedo dar en los km que me faltan.

He entrado en la última hora, y aunque vaya lento tengo la ventaja de que es por tiempo y el reloj corre igual, km 46 en 5h05m22s. Ahí al menos no me he ido a más de 8 min/km. Y durante esa vuelta. Si mantengo los 8 min/km (que faena me cuesta) necesitaría 1m22s menos del promedio de 8 minutos para llegar antes de las 6 horas a 53 vueltas y poder empezar la 54, que ya daría lo mimo tardar más o menos (a las 6h00m se cierran los pasos por meta, el que llega ya ha acabado, si pasas en 5h59m50s puedes iniciar una vuelta más). No sé lo que me va a costar, me rearmo de moral para intentarlo. Paso de vuelta 47 con 1m13s por recuperar, aquí empieza esa guerrilla. Además ahora ya los pasos por meta son medio dolorosos por no poder ir mejor y emotivos, por cómo me aplauden todo el grupo de relevistas que esperan su turno, me alejo de allí a cada vuelta más emocionado (recuerdo que ya el año pasado fue así en la última hora, sólo que entonces iba más rápido y sin el aquelarre que llevo en las piernas). Sí que creo que bajo el ritmo (de hecho a las chicas que andan las llego a pasar más de una vez), y con la moral subida consigo ir más rápido, aunque el dolor no se haya ido, doy la vuelta con más moral, pues además me voy a acercar a las 6 horas, momento en el que podré parar por fin. paso en 7m13s (ya sé que es un poco miserias ese tiempo, pero para mí en ese momento, un tiempazo) y sólo 26 segundos a recuperar, si puedo lo hago en la siguiente vuelta, que a saber que sorpresas me puede deparar cualquier otra. Tampoco me falta mucho para llegar a los 50 km aunque me parece que nunca llegaré, por más que me esté acercando. La siguiente no aguanto “tanto ritmo” pero con 35s por debajo de 8 ya estoy con tiempo de reserva, en lugar de tiempo a recuperar, 8s.

Y la próxima haré los 50 km y eso me da alas, aunque no consigo salir volando, de la prueba individual, algunos ya pararon, otros sí siguen corriendo y otros ya hacen los minutos finales andando, y sólo me quedarían 3 más después de pasar por meta, si llevo colchón de tiempo (la cuarta sería sin presión de crono, que tampoco le va mal a uno quitarse alguna presión). 7m07s la más rápida desde el km 38 que es cuando se me degeneró todo por ahí abajo. Y 5h34m59s el km 50 (1m01s de colchón, ya no se me deben escapar los 54 km). Ya los pasos por meta y por la plaza me hacen bajar la cabeza más que por vergüenza ni tristeza, por disimular  que no se me vea lo emocionado que voy, porque oigo de todo, y todo bueno, casi me da envidia de mí mismo, por las cosas que me dicen, que ya me gustaría a mí escuchar (sí, ya sé que me las decían a mí).

Salgo de la plaza intentando desahogarme y apretar el ritmo en lo posible, aunque ya veo que lo tengo todo a favor, 7m 19s el siguiente y colchón de 1m40s. El ritmo ha bajado en esta, pero sigue bien, me desdoblo vueltas de algunos corredores de la individual (de los de relevos no, hay muchos que siguen a ritmos pornográficos precoces (se corren muy rápido los relevos). No lo he dicho, porque son casi secundarias, pero desde el km 20 algo tengo bastantes rozaduras por el cuerpo (comparándolo con lo demás, molestias inexistentes). A las varias vueltas de sentirlas me di cuenta de que eran a causa del agua que me echaba y provocaban esas rozaduras con la camiseta, y también con el pantalón, me sorprende que sea por eso, porque agua me echo muchas veces, tal vez es que estuviese más fría. Eso me ha fastidiado, pero no me ha impedido ni molestado durante la prueba (después ya se verá). Y otra vez el espectáculo emocional de llegar a la plaza, vale que lo he pasado como el culo (bueno, en concreto ahí no he tenido problemas) y sigo sufriendo por las piernas, pero cada paso que estoy viviendo, en especial esta sexta hora de carrera es inolvidable (los pelos más que como escarpias, como una fregona, del agua que no he cesado de echarme), sé que paso con más fuerza, aunque el ritmo esté gastado, y con más decisión, me lo ponen fácil. Otro mar de honores, que sea o no merecido, me están regalando. Vuelta 52 por debajo de 7m30s y ya está hecho, pues paso en 5h49m46s. Imposible, casi, no bajar de 6 en la 53.

Mucha emoción al dejar la plaza, en los avituallamientos (que también ha habido desde el otro Julián a gente de la organización y público, algún chico que no paró tampoco de animarme), y que pasaba levantando el pulgar, pero pegado a la pared contraria y me imagino con muy mala cara, ahora aunque igual tengo la cara tergiversada, creo que asoma la sonrisa. Llevo una sonrisa no de triunfo, porque ni he ganado ni he sido rápido, posiblemente de superación, porque no hubiera dado un duro por mí, de tener que apostar si aguantaba las 6 horas y al máximo ritmo que mi cuerpo permitiese, llego a la plaza, creo que sobre todo de la individual algunos no dan esa vuelta extra y se quedan. Es una especie de vuelta de honor el rodearla, palabras de halago y de felicitación, y yo ya emocionado, nervioso y en una nube de pensar que voy a acabar en ese estado de emotividad, después de pasarlo tan mal tanto rato. Paso por meta en 5h57m25s y aún más ruido que regalan a mis oídos con los ánimos y felicitaciones.

Entro ya en la vuelta extra, está conseguido, en los primeros 400 me pasan bastantes relevistas, que no se sabe por el ritmo si hacen la última vuelta o la primera, y sonriendo contentos. Llego casi el último, creo, por detrás se ha juntado uno de los equipos de Taninos de Ponteareas, tenían varios, además del ganador individual (Marcos Groba, ya repitiendo victoria de 2017 con 78 vueltas), para dar esa vuelta a la plaza juntos. La doy, creo que sonriendo y emocionado, y llego a meta mientras lo cuenta la speaker. Hecho migas. 6h05m10s (algo aflojé esta vuelta para darme un respiro, 7m45s). Y paro, como siempre, doblándome y poniendo las manos en los cuádriceps, para que no se me caigan las piernas a trozos. Me vienen a felicitar un par de los corredores de relevos, y yo que en esta prueba me muero de vergüenza una vez llegado a meta, me voy por un lateral y me alejo hasta quedar apartado en una valla, donde ahora sí me desahogo que ríete tú de Heidi, si en todas las pruebas he llevado mucha tensión, en esta ha sido máxima. Cuando ya creo que llevo un ratillo y debo ir a por mis cosas, en la silla de al lado del avit.

Allí, me hago hueco para poder sentarme en el suelo sobre la pared y ponerme las chanclas (que al menos los pies descansen ya, desde ese momento). Respiro, resoplo, me saludo con algún otro corredor, aunque yo felicito, me siento más felicitado (no se si es que felicito flojo, o que se me van los recuerdos), como Miguel Ángel Carmona, que me saludó ants de la prueba y uego se procupó durante por cómo iba, mientras él acabó tercero con 71-72 vueltas. Ssin prisa preparo la bolsa y me dirijo a la plaza, esa plaza que tan bien me ha tratado y tanto me ha ayudado a cumplir con la prueba y ayudar algo con esos 54 km para el proyecto de Asociacion Down Vigo. 9000 euros ha sido al final lo recaudado entre todos los corredores (unos 5600 el año pasado) que buenos son si sirven de ayuda. Bueno, ahora llega la parte romántica de la historia.

La rubia, una rubia que me ha estado esperando durante 6 horas, que en algún momento de la prueba la he visto por ahí, tontear con unos y otros, pero que estaba convencido de que estaría conmigo al acabar la prueba, que ganas de acercarle mis labios y poder saborearla, hoy la veo espléndida, creo que está sugerente como pocas veces, además sé que hoy venía desnuda. Desnuda de limones, en ella he pensado también en algunos momentos de dolor, en la cerveza que nos dan en meta, al acabar la prueba (hay barriles y barriles), otro motivo oculto, para llegar al final, ahora podré reponer fuerzas morales también, me quedo a un lado del barril porque hay cola, y decido hacer un intento de estirar, una rodilla doblada hacia delante y la otra pata estirada hacia atrás, como no tengo mucho sitio, me cuesta colocarme bien para no molestar, y cuando apoyo la mano en el suelo para mover la pierna fuera del paso (tal como estoy es proceso lento), viene un chico muy amable que me coge para levantarme, le miro sorprendido, al verme en esa postura creyó que quería levantarme y no podía (sí, esa impresión estaba dando, imagina durante la prueba), se lo agradezco, pero le digo que a pesar del aspecto, lo que intento es estirar algo, mientras me toca el turno de rubiearme la cerveza.

Los chicos que la sirven también me conocen, igual es de verme antes, yo diría que del año pasado. Mi intención era allí, de tomármela en la barra, pero tal como tengo las pierna he de buscar un banco, y como la mayoría están ocupados, el que pillo está algo más lejos. No importa, pero no puedo acercarme cuando dan los premios, en los que personalmente no me preocupa, ya sé que no estaré en ninguna clasificación, pero al menos aplaudir a los que los han conseguido, ya sea en los relevos o individualmente. Y yo, vuelvo a llevarme mucho premio, no puedo pedir mayor premio que el recibido hoy con tanto cariño (y luego llego a meta y me voy por el lateral, me habría gustado saludar y agradecer a otros corredores). Con algunos hablo, al lado mío están en el banco un equipo que han quedado terceros y tienen a un compañero, que se encuentra algo mal, pero parece que entre todos le ayudan a sentirse mejor. Incluso unas rosquillas y chocolate que me había buscado un voluntario, para que comiese algo le sirve a él (o al final a un compi suyo, ya no estoy seguro) para mejorar el estómago. Me viene algún corredor o corredora de relevos, a saludar, les recuerdo bastante de la prueba y se lo agradezco mucho. Como el menú no es muy para mí, hay cosas dulces (no con cerveza, en mi caso) y empanada gallega (yo siempre he sido muy de empanada, de la que tengo en la cabeza), que no uso (soy un horror comiendo), pues me he traído unos apaños, una bolsa grande de chips y dos tappers más pequeños de aceitunas. Y ahí estoy un rato dándole al asunto. Veo a Fran, que le vi en algunos momentos de carrera (organizador), el año pasado la corrió y este se ha quedado con la org al otro lado. Contentos los dos, imagino que él cansado, y yo hecho un churro (pero remojándome en cerveza), y pensando ambos en la edición del año que viene.

Como sólo he traído dos camisetas (una de manga larga) al rato, cuando los corredores ya han desaparecido, después de los premios (o porque debían estar hartos de cerveza, vaya usted a saber) empiezo a notar frío, así que debo irme, me echo en botella vacía (también traía) la cerveza y pico que me quedaba, voy al hotel y allí me ducho primero, y observo que me he transformado en fan absoluto del atlético de Madrid, todo yo estoy lleno de rayas rojas, que además escuecen, bueno daños colaterales. Acabo la cerveza, las patatas y casi todas las aceitunas. Vaya día vivido, han pasado cosas que no me esperaba y no me gustan (pero la prueba es cuando es y hay que aceptarla como viene o dejarla), pero también una jornada en la que he peleado lo máximo, y lo máximo, de bien, es como me han estado tratando todos. No me arrepiento nada de haberla hecho entera, si no puedo hacer la siguiente (maratón de Chaves, el sábado siguiente), mala suerte, lo sentiré por la siguiente. Y ojalá hagan edición el año que viene en Ponteareas, porque yo vendré, si mi cuerpo lo permite y mis piernas no ha hecho un brexit conmigo.

18ª prueba de más de 42 km del año y 98ª total. 153 ppm (bajaron mucho cuando más cojeaba, resto de tiempo fueron más altas), y más de 6000 calorías gastadas. Puesto 18ª de 31 en chicos y 20º total de 39 (o 42, no estoy seguro) con 54 km en 6h05m12s (aunque este año sólo reflejan hasta la última vuelta pasada a antes de cumplir las 6 horas, sería 17º y 19º total, pero lo importante es que ese km sí está contado, para que los patrocinadores lo paguen al proyecto solidario) 54 km que es sólo uno menos que el año pasado. Si lloraste con La casa de la pradera y con Marco, esta crónica te habrá encantado, si no fue así, no te preocupes, critícame, así me bajo de la nube en que me quedé subido allí en Ponteareas. No pretendo hacer folletines, ni relatos épicos, aunque me parece que es lo que salen, porque con este cuerpo escombro no pudo aspirar muchas veces a vivir las pruebas con normalidad. Y no quiero, mientras pueda dejar de hacerlas, para mí sería un golpe duro el perderme esta prueba otro año, y si a la salida llego en condiciones, ya afrontaré durante la prueba lo que surja.
23 Julio, 2018, 16:44:45 pm
Respuesta #3
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  • No guts, no glory!
Enhorabuena Julián!
Recupérate del todo, que te veo penando en todas las pruebas de aqui a final de año.
Un abrazo
MMP 5K 18’35”
MMP 10K 39’35”
MMP 21,1K 1h23’50”
MMP 42,2k 2h58’51”


No guts, no glory!
26 Julio, 2018, 17:15:27 pm
Respuesta #4
  • Bisa
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    • julianigle11
    • @julianigle11
Pues no lo vemos igual.
Pero qué se le va a hacer.
01 Agosto, 2018, 10:28:56 am
Respuesta #5
  • Abuelo
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Grande Julian.  :clapping:

Enhorabuena por acabar, por la marca- distancia que conseguiste y sobre todo por haber contribuido a una causa tan importante.
Gracias :bienhecho:
03 Agosto, 2018, 18:00:16 pm
Respuesta #6
  • Bisa
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    • julianigle11
    • @julianigle11
Gracias.
En teoría la harán más años, y si sigo en pie quiero volver. Y con mejor marca, a ser posible.
 

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