[2012] XVI Maratón Alpino Madrileño

[MADROÑERO]

sigo...nos abrazamos y flipamos con el, como puede pensar que dos paquetes como nosotros pudieramos ir por delante todavía, le dejamos y seguimos, llegamos a lo alto de Peñalara y me siento en la gloria allí arriba contemplando todo Madrid y todo Segovia, impresionan las vistas, nos hacemos una fotito y para abajo, comienza un largo y escabroso descenso hasta afrontar la madre de todas las subidas del mundo mundial, la de Cabezas de hierro, el ir acercandonos me va poniendo los huevos de corbata, me da muuucho miedo, empezamos a subir, no se que puede pasar, a veces me noto ya vacio de fuerzas pero los buenos avituallamientos que estamos haciendo empiezan a dar sus frutos y voy subiendo concentrado y sorprendentemente bien, pero no deja de ser algo terrorifico, 2.5 kms. de pared de rocas en los que se emplean más de una hora de esfuerzo agonico, muchas veces haciendo autentica escalada ayudandote con las manos, esto si que parece la carrera de los zombis viendo el careto que lleva la peña allí jejejeje

[MADROÑERO]

al llegar arriba veo a tres chavales tumbados en el suelo con una manta térmica, atendidos por los sanitarios, espero que no fuese nada...Ladhu viene algo por detrás...nos volvemos a juntar camino de la Bola otra vez, ahora sé que terminaré y eso me da un subidon,,,admirable Ladhu, cada vez que le miro el tio lleva una sonrisa amplia en la cara, se le ve feliz a pesar del palizon, transmite no sé...paz, seguridad, como me alegro de haber compartido la carrera con el, es cojonudo, siempre de buen humor, con algun chascarrillo oportuno y su cancioncilla de Bob esponja que va cantando toda la carrera. Socio increíble haber echo esta machada a tu lado, me has ayudado un monton.
De ahí al final, seguimos al tran tran, ya casi todo bajada, Ladhu va algo jodido de la espalda, y lo cierto es que esos últimos kilometros son muy emocionantes, sabemos que estamos a punto de culminar esta locura, el tiempo nos la repampinfla vamos, solo importa acabar dignamente, cruzamos el último arroyo, subimos la última cuesta y de pronto mi chica sale a nuestro encuentro

[MADROÑERO]

me coje de la mano y vamos hacia meta juntos, la pobre llevaba ni se sabe cuanto allí esperando, es un momento muy bonito para mi. Al final ladhu y yo nos agarramos y manos en alto atravesamos juntos la meta, que momento más feliz, se te pasa el cansancio de golpe,,,y allí junto al arco nos espera un tranquilo Cheve, cerveza en una mano y cigarrillo en la otra, autentico!!! nos abrazamos y empezamos a comentar de todo lo que ha dado de si esta aventura,,,
Por último solo decir que este es uno de esos dias imborrables, y que Ladhu y cheve son unos fenomenos en todos los sentidos, que me hicieron pasar un estupendo dia y que ya estoy deseando de embarcarme en nuevas aventuras con ellos, cuando sea.

[UNYKO]

Enhorabuena cheve, vibrante la cronica espero la segunda parte,
felicidades tambien a ladhu, grande eres tio, como te envidio ;-)
y como no a madroñero, es cierto lo que dices creo que te he escuchado asi como 20 veces que nunca mas correrias el man y este año has repetido, eres el p. amo en esto de las montañas, un fuerte abrazo amigo
felicidades a los tres, y a los del telegrafo tambien
buen día a todos-as

[Galgoman]

escalofriante tu crónica también, Madroñero...gracias por compartir esas sensaciones con nosotros...seguro que esos momentos inolvidables que habéis vivido juntos os acompañarán siempre...enhorabuena...

[cheve]

SEGUNDA PARTE:
“DE LA PESADILLA AL INFIERNO” (O ¿SI ESTO ES UNA CARRERA QUÉ HAGO YO ESCANLANDO?)

Pues bueno, os había dejado en Peñalara… A ver si soy capaz de haceros vivir lo que yo viví ayer….

Después de darme cuenta de que voy a correr la segunda mitad del MAM solo me entra un poco de bajón. Sé que la segunda parte es, con mucho, la más dura, pero ya no hay vuelta atrás. Sé que estoy en forma y sé que lo voy a terminar, pero creo que, por primera vez, voy a sufrir en una carrera y esto me da miedo.
  Bajando Peñalara empiezo a entender qué es una carrera de montaña. Todo el mundo te dice “practica las cuestas, practica las cuestas”… pero nadie te dice que las practiques hacia abajo no hacia arriba!!!
  En fin, verdaderas máquinas. A gente, aparentemente de ningún perfil runner, a los que le había metido un minuto subiendo a tope, en apenas segundo me habían adelantado y sacado una ventaja del carajo!!!  “Tú eres maratoniano de asfalto ¿No?”, me preguntan dos de ellos. Ven que voy muy bien, pero que no sé bajar a la velocidad que ellos llevan y me dan un par de consejos. Intento bajar corriendo, pero en cinco ocasiones estoy a punto de matarme. Y vuelvo a andar. Más y más gente me adelanta saltando como si hubieran vivido toda la vida en la montaña.
  Por fin llegamos al final de la Loma de Dos Hermanas y la ladera se hace menos inclinada. Hay algo parecido a una pista!!! Y me pongo a bajar a tumba abierta, veo en el Garmin que en un par de kilómetros estoy por debajo de los 5 minutos el kilómetro y alcanzo a los grupos que me han pasado antes. Estoy corriendo como un runner!!! Esto sí que es una maratón, pienso.
Llegamos a Cotos y, tras una pequeña parada, seguimos un par de kilómetros por asfalto, un precioso y liso asfalto negro!!! Sin embargo, el sueño se acaba pronto y volvemos a una vereda. El paisaje es espectacular y se puede correr a tramos. Sigo de subidón, adelantando más corredores. Todo lo que sea poder correr me da vida y me hace olvidarme de que llevo cuatro horas en esta locura. A veces, el paisaje es tan bonito y voy tan suelto que termino de bruces, enganchado con alguna raíz. Las piernas están ya como tontas, pero me siento bien. 
Y de pronto, la locura pasa a convertirse en el infierno!!!! EL TUBO DE CABEZAS!!!! Da igual lo que te hayan contando, da igual los vídeos que hayas visto, da igual lo que puedas imaginarte… La gente del avituallamiento (majísimos en todo el recorrido) nos miran con cierta lastima. “Sí –nos dicen- son algo más de dos kilómetros con 700 metros de desnivel”.
 O sea que hay que escalar!!! Pero si yo soy un runner y venía a correr una maratón!!!! Mejor ni pensarlo. Pa’ arriba. Con manos y pies. Intento fijarme en lo que hacen los demás, pero lo demás saben lo que hacen y van a toda leche. Esta gente ha pasado más horas en la montaña que en el colegio de pequeños.
   Me caigo, me vuelvo a caer, patino, vuelvo a patinar, me magullo, me golpeo… pero no quiero que esto se haga eterno. Al final 56 minutos en los tubos y un buen recuerdo de una parte divertida. En la cima, la cosa está peor. Están asistiendo a dos corredores. La cruz roja los ha envuelto en mantas térmicas y me pregunto cómo harán para evacuarles. Por un momento, les tengo envidia. Para ellos, ya ha terminado el infierno.
  Me siento pletórico al terminar el TUBO. Ahora me digo. Todo para abajo. Sí, sí, para abajo, pero por un terreno en el que es imposible andar, no digamos ya correr!!! La gente vuelve a pasarme… Lo bueno es que se apiadan del “niño del asfalto” como me llama uno de ellos. Me van dando consejos sobre la marcha como bajar, pero es imposible… todo el mundo me pasa.
 Llegamos a las Cuerdas, que son dos sube y baja cortos. En las subidas intento trotar y vuelvo a pillar a los que me adelantan en las bajadas.
 La cosa empieza ya a ser divertida con tantos encuentros: “¿Pero como subes tan bien y bajas tan mal?” me preguntan. “Es que es mi primera carrera de montaña”, les digo. Sus risas se oyen por toda la sierra. “Tú primera maratón y te apuntas al MAM!!”.
  Y estos amigos ya me dicen que no me relaje, que queda la Bola del Mundo, la peor bajada de todas. La más fea entre las bajadas feas y duras. Yo me pregunto si puede haber bajadas más duras de las que ya he hecho. La respuesta la encuentro un kilómetro más allá. Ellos vuelven a bajar como cabras y a mí las piernas ya no me responden. Intento correr pero estoy a punto de matarme en dos ocasiones. Es directamente muy peligroso y decido no intentarlo. Queda poco y no quiero lesionarme. Hay momentos que pienso en bajar de culo, pero desecho la idea. Me parece poco digna.
  Y llego a Navacerrada. Me dicen que quedan 8 kilómetros. El Garmin ya no me sirve de nada. Con los golpes le he dado a la tecla de parar en varias ocasiones. La parte que queda la conozco y sé que se puede correr. Lo intento. A seis minutos el kilómetro. Pero mantener ese ritmo, aún en bajada y en un territorio corrible, me parece imposible. Ya no esquivo riachuelos. Ya da todo igual. Ni me preocupo por el hecho de que una de las zapatillas recién compradas ha perdido la puntera. Yo, al menos, no he perdido ningún miembro. Y oigo la megafonía, llevo corriendo casi media hora casi sin pararme y estoy pletórico. Llego al galope a la meta. 6 horas y 42 minutos corriendo y trepando. Estoy agotado, más de articulaciones y de músculos que ‘de caja’. La carrera no ha sido agotadora, no agónica. 
Besos, enhorabuenas y sonrisas. Pero sigo preocupado por mis dos amigos… al final los dos llegan radiantes a meta y con una sonrisa de lado a lado. Los tres hemos llegado vivos y de una pieza. Ahora sí que la fiesta es completa.

  Al final, todo el mundo te hace la misma pregunta ¿Volverás a correrla? Por primera vez en mi vida no digo inmediatamente que sí.

[noclearpath]

  a co jo nan te

[BACKSTAGERUNNER]

Ahora ya es mañana, Cheve... y te lo puedo preguntar otra vez: EL AÑO QUE VIENE REPITES???