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Aqui la cronica que escribi hoy...No tengo palabras para expresar todo lo que pude vivir este ultimo dia de año. La san silvestre siempre fue considerada como la mejor opción para bajar marca en Madrid, pero aun asi hay que darle fuerte a la zapatilla para poder hacer MMP. Nadie regala nada, y bajar un segundo ya es algo suficientemente inspirador. Por encima de ganar una carrera, creo que lo que hace grande este deporte, es que la mejor victoria es ganarse a uno mismo.Venia con una marca de 35’41” de Canillejas, y la empresa era complicada, nada menos que correr bajo ese 35 que desde entonces estaba conmigo. Los entrenos habian sido duros estas ultimas semanas, y tanto Micra como yo, ibamos a intentar hacer una marca que hara unos meses ni se nos pasaba por la cabeza, pues correr por debajo de 3’30” solo lo habiamos visto en algunos entrenos. Habia algo que me decia que la marca estaria en unos segundos, segundos que podian caer del lado de 34 o del 35 dependiendo de algunas circunstancias. Se lo dije a mi padre camino de Vallecas… “Jefe, espero estar en 34 alto o en 35 bajo. El estar en uno u otro, dependera de alguna circunstancia, que no se cual sera, pero si la supero bajare de 35”. Asi me presentaba en la linea de salida.Una enorme alegria al ver en las proximidades de la salida a todos los compañeros de club. Cada uno con sus ilusiones, cada uno con sus miras puestas en diferentes objetivos. Ganar, hacer marca, disfrutar… cada uno tiene sus propias intenciones y con estas nos juntamos con una enorme sonrisa que sin duda hacen de este día algo especial.La verdad que siempre fuimos Micra y yo, a esta carrera con una ilusión especial, tal vez por una “rivalidad” que teniamos… Digo rivalidad, porque no la hay… simplemente nos gusta meternos cizaña, pero eso hizo que fueramos grandes amigos tanto dentro como fuera. El caso es que llegabamos con un empate a 1 en nuestras carreras disputadas, y en la sansil teniamos que saldar cuentas jaja.Fotos, besos, abrazos, saludos… asi discurre nuestro calentamiento. Enseguida veo a Micra, que dice que quiere bajar de 17 en el primer 5000 porque en el segundo con la albufera como plato fuerte, se perdera mas de 1 minuto… Yo digo, que no hay motivo para bajar de 17. En la albufera puedes perder, pero ¿tanto? No creo. Veo a Ana Burgos, y la pregunto a que ritmo pretende ir. Me dice rapido que quiere bajar de 35, asi que aqui esta mi liebre. Se lo comento a Micra, y ya tenemos el grupo medio organizado… aunque nos falta Perdi, que a pesar de que no a entrenado tiene dos cojones, y dice que nos acompaña hasta donde pueda. Frio, mucho frio es el que hace. Por lo que hay que calentar bien, y no quedarse parado en el corral. Ya dentro, veo a Micra, Ana y Perdi. Y como digo… no puedo quedarme parado y salir frio. En una de estas, a sabiendas de nuestro reto, veo en cada uno de los gemelos de perdi el nombre de Micra y Bisbi… me arranca una sonrisa con la que empezaré la carrera. Tengo bien claro que si llegamos a meta los dos por debajo de 35, llegaremos “de la mano” jaja. No tengo el track, pero cuando llegue a casa, pongo el garmin a subirlo. El caso es que la salida es rapida, muy rapida, y lo primero es intentar posicionarse. Es aqui donde entra Perdi, al que, como si de un sprint se tratara, nos llevó a Micra y a mi, en volandas hasta la posición de Ana. Momento de agruparnos y yo, como siempre, empiezo conservador, sin saber como ire, y sin saber cuando llegara ese momento que incline la balanza. Tira Ana, que sabe de esto y mucho, creo que no hace falta una presentación y para mi es un lujazo compartir grupo con ella y con Micra (ganador de la madrid segovia). Los primeros km’s caen demasiado deprisa, incluso me atrevo a decir que cuando suena la primera alfombrilla, suelto un “¿ya?” (si… habeis pensado mal, como yo cuando lo dije solte una risilla). Y es que el segundo km le pasamos en 3’13” creo recordar. Miro el reloj en la alfombra, y veo 8’35”. A esta velocidad soy incapaz de hacer cuentas, asi que me fio de mi grupo. Bajando da el relevo Micra, que al principio le veo fuerte, y parece que pega un tiron, pero rapido Ana y yo le cogemos y nos ponemos a rueda.Llegan los km’s 4 y 5 y la verdad que me encuentro bien. El ecuador de la prueba es fundamental para ver como vamos. Veo un 17’03” al pasar por alli y se que sino pierdo mucho en la albufera, va a estar ahi ahi. Los km’s van pasando y la gente que anima hace que se me pongan los pelos como escarpia. Niños con manos abiertas para chocar, aunque me resulta imposible. Veo a Cristina Rozalen, y con gritos de animos, “Vamos bisbi, vamos ana”… dejo la oreja en modo espera, en esperas de escuchar un “vamos micra” pero no aparece… Lo cual me indica que se a quedado algo descolgado. Aqui ya me habia puesto a tirar del grupo, e incluso me habia ido un poco en tierra de nadie. ¿Que pinto aqui? Obviamente nada… asi que miro para atras, y me dejo caer un poco en busca del resguardo del grupo. De lejos ya visualizo el puente de vallecas, detras va a estar la temida albufera. La musica que puso la organización nos recibe y pego un grito que seguro que los que estaban por alli se asustaron. “Vamos coño”. Salimos del puente, y aqui empieza lo duro. Nos encontramos con rampas bastantes pronunciadas y estas aguantaran durante(creo) mas de un km. El caso es que no miro el reloj, simplemente voy por sensaciones. Me encuentro bien, y veo un grupeto de 3 corredores, que los veo sufriendo bastante. Me los marco como objetivo lo que hace que me despegue de hasta entonces mi grupo de carrera. Antes de coronar los cojo y me pregunto si mantener su ritmo o bien seguir al mio. Decido seguir al mio y los paso. No se muy bien, si alguno de ellos se engancha conmigo, pero al coronar entre tanta gente (espectacular nuevamente, a cual Tourmalet) veo que hay un grupito delante mia, una hilera de corredores que sera imposible alcanzarlos. Con lo que tendremos que ir entre los 3 que he cogido que veo que me han seguido. El km 9 creo que es el peor km que he tenido en años. Tras subir el km de la albufera a 3’49” no me quedan piernas y paso el 9 en 31’20” mas o menos. Siempre soñé con ese momento. Poder ver mi reloj y ver que estaba al hacer un km por debajo de 3’40” conseguiria mi empresa es algo que hubiera firmado. ¿Pero a que precio? No tengo piernas, no tengo nada de nada, la cabeza me dice incluso.. parate, dejate llevar, no te queda nada. Este pensamiento se me viene a la cabeza una y otra vez, y entre tanto ya estoy en el 9,500. Jamas pensé que 500 metros serian tan largos. Digo, solo es sufrir medio km y ya esta. Aqui estaba la circunstancia que le comentaba a mi padre… si la superaba lo tendria. “No he hecho venir a mi padre desde el pueblo para esto”. Mientras mirando el reloj, el ritmo medio estaba entre 3’35” y 3’40”… voy justo! Estoy buscando la pancarta de los 200 metros que Edu nos hizo saber en una foto de la mañana, y desde entonces ya solo buscar la curva para morir en los ultimos metros. Es una agonia, me muero, pero veo que al tomar la curva tengo 10 segundos de margen. “Pues hoy es un bonito para morir digo, pero yo lo hago”Finalmente paro el crono en 34’55” y conseguido!! Al cruzar la meta practicamente me derrumbo y viene un amigo Arturo Mancebo, al cual felicito por aqui, para felicitarme. No se si respondi, no recuerdo practicamente, pero desde aqui, felicitarle igualmente y agradecerle estar ahi. Puesto 84 de a general y 33 en mi categoria.Asi acaba mi año 2012, con 12 uvas y una carrera que seguro jamas olvidare.
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