[2015] Plátano de Canarias Transvulcania Salomon Nature Trails 2015

[runningbox]

Como diria Madonna ,  la isla bonita , preciosas fotos grillo 

[Grillo]

Y bueno después de contaros el viaje en imágenes, voy a por la crónica de la carrera.

Agradecer infinitamente a todos las muestras de ánimo y apoyo, sin duda pilares básicos en los que sustentar una motivación que acompañe en esos peores momentos de esto que nos apasiona. Gracias a todos esos FFDR!!! 

Tocaba dar chancletazos por el monte… No estoy facultado para hablaros de la ultra, lo siento, aunque caté un poco de la parte que me falta con Fito, pero creo que es justo que cada uno hable de lo suyo. Así que… Transvulcania maratón. Casi 44 km, parte central y prácticamente final de la ultra, ya que comparte parte del trazado con ésta.

Antes de nada debo de decir que esto es más que una carrera, es una aventura y para ella hay 2 normas básicas:

1)   Hacer caso a pies juntillas a todo lo que prescriba el gran Cosette. Este crack hasta el día que se retira te da una lección de la que hay que aprender. 
2)   Tener claro que el mazo vendrá, antes o después, pero habrá crisis, una o varias… Por eso importante volver al punto 1) y recordar de nuevo los versículos del Eclesiastés transvulcánico según San Cosette. 
 
A las 7:00 de la mañana, como si fuéramos al matadero, nos lleva la organización en autobuses hasta llegar al Refugio del Pilar, donde la salida se da a las 9:30. Allí estoy yo, con un frío que me arropa y con todo el kit para comenzar la aventura. Repaso el artículo 1 del Eclesiástes según San Cosette: Gorra, bastones, tobillos vendados… acabarme siempre la bebida antes de llegar a los avituallamientos para recargar completamente, mojarme entero en todos los sitios donde haya agua… lo tarareo como si fuera la melodía de la canción del verano. Debo decir que al final todo esto fue definitivo, sino sin duda no habría llegado a la meta. Mil gracias crack!!! Me acordé bastantes veces durante la aventura, diciendo qué razón tenía. 

Veo antes de la hora de mi salida a la élite de la ultra pasar por ese punto, no lo puedo describir (incluso tampoco creer) porque es algo que rompe las leyes de la gravedad. Como pueden correr así por aquí estos tíos!!!! Un Espectáculo ver como vuelan por un terreno por el que parece que ha pasado una excavadora. Increíble.

Salimos y empiezo con muy buenas sensaciones, terreno bastante favorable y cómodo, ancho, donde se puede correr, aunque eso sí vamos como una manada de ñus y se levanta una polvareda del copón. Trago de agua de vez en cuando para que pase la arenilla, que todo suma.  Llego al primer avituallamiento (El Reventón), recargo y sigo. Todo son buenas sensaciones, pero sé que esto va a ser muy largo y decido ir más reservón a partir de este punto. Nunca he corrido casi 44 km. por montaña, ni sé lo que me voy a encontrar realmente, así que el espíritu de amarrar me viene como anillo al dedo, voy tomándomelo con bastante calma, pasan los minutos, las horas… el agua se me acaba y no hay atisbo de ni una sombra (las pocas que hay durante el recorrido podríamos decir que tienen lista de espera). Se me hace eterno, el avituallamiento no aparece ni como fantasía, ni como holograma, ni como nada. 200 metros y lo tienes… pero esos 200 metros se reproducen una y otra vez. Estamos en un terreno que ya no es tan cómodo, continuas subidas y bajadas, como si correríamos por la hoja de un serrucho. Un secarral de puta madre vamos, rozando los 2.000 metros de altura. En varias ocasiones no soy consciente ni por donde estoy andando-corriendo-deambulando, sólo lo hago, sin más.

Me ha venido a visitar el del mazo ¿Ya? Voy muy atrancado, me cuesta levantar las rodillas y pruebo el suelo árido una vez. Veo a otros aventureros en un the walking dead cansino, que se agolpan en las minúsculas sombras que encuentran buscando recargarse de energía. Se me está haciendo muy duro, llego al Pico de la Nieve y pienso que cuando llegue al avituallamiento del Pico de la Cruz, que nunca llega, me vendría bien llamar por teléfono… necesito unos rugidos de aliento de Leona para poder continuar, porque no me veo capaz sin esa fuerza extra. Llego por fin al Pico de la Cruz, exhausto, me riegan con una manguera varias veces. Por mi cabeza sobrevuela la idea de retirada, esto es demasiado. 

Estoy tan fundido que no llamo por teléfono porque sencillamente no tengo fuerzas para hablar. Los bep! del móvil los interpreto como ese aliento que necesito, tengo que conformarme. Me apoyo un rato en las rodillas y en modo autómata empiezo a comer algo de fruta (plátano – melón – sandía y así sucesivamente) y eso que esto no era Masterchef. No llevo ni 20 km. me queda más de la mitad y como si hubiera toque de corneta (pero sin saber por qué)… empiezo de nuevo a dar chancletazos hacia delante. Impresiona ver gente que se desplaza hasta ahí, la nada, con un sol de justicia, sin una sombra, sin una hoja verde, en el auténtico desierto, que se desgañita y te anima, te dan agua, te mojan, te jalean. Una pasada!!!

La fruta me sienta como lo que tomaba Ben Johnson en sus años mozos y empiezo a adelantar a gente, son 2 largas horas hasta que llego al siguiente avituallamiento. Aquí siempre por encima de los 2.000 metros y hasta poco más de los 2.400 metros en el punto más alto, el Roque de los Muchachos. Voy muy concentrado, porque en cuanto te despistas te tropiezas, vas pasando rocas de todo tipo, terreno de todo tipo, para arriba y para abajo. Es contradictorio, pero las subidas palmeras son así. Cuando tienes que subir empiezas a bajar y viceversa. Llego arriba del Roque, la gente te sube en volandas, es muy duro, es la nada, chancleas y chancleas sin más hasta llegar al oasis (en lo alto del precipicio). Incluso en el último tramo bastante duro los aplausos de la gente hacen que corretees unos metros, aunque tú realmente no quieras, ni casi puedas.

Al llegar al avituallamiento nuevamente necesito unos segundos de respiro antes ni siquiera de poder recargar, ni coger nada. Un voluntario me atiende, me recarga los botes de la mochila, me trae todo lo que le pido. Me ducha entero varias veces. Chapó como se vuelca esta gente con su carrera, digo aventura.  Vuelvo a llenarme el estómago de fruta y no quiero descansar mucho, prefiero aunque sea andar un rato por el camino mientras como que pararme, que sino no me mueven ni los geos. 

Casi km. 27 cuando salgo del avituallamiento, vamos que empieza la bajada. Por asfalto lo que me gusta… Mi gozo dura poco, volvemos a subir y a bajar, subir y bajar. ¿Pero no era ya la bajada? Voy mirando en el Garmin, ya no el tiempo, sino la altitud y veo que nunca baja la misma… y se supone que era la bajada. El terreno se llena de piedras, de salto en salto hay que sortearlas. Cuando coges un pelín de confianza, vuelve a venir una subida. Me parece increíble que alguien pueda correr por aquí, yo troto como puedo, ayudándome de los bastones. Fundamentales en las subidas, pero más fundamentales en las bajadas tan tan salvajes (Eclesiastés versículo 3 según San Cosette).

Por primera vez en mi vida, necesito descansar en las bajadas… por aquí ni las cabras andan. Más de hora y media con este panorama, una nueva caída y una parada en la puerta de una casa, al lado de viñedos, donde me mojan con un cubo. Llego a El Time, km. casi 38 (hoy ya rebautizado en mi cabeza como el Timo)  . Me detengo muy poco en este avituallamiento, recargo rápido y sigo cogiendo fruta, es lo único que me entra en toda la aventura.

Me dice uno de los voluntarios que a las 17:00 cierran el control en la llegada… luego no era cierto, pero esto ya hace que se me pongan los pelos como escarpias. Tengo un poco más de 75 minutos antes de que el reloj marque esa hora y no estoy dispuesto después de lo que llevo a cuestas de no intentar llegar. Por eso avanzo andando mientras me como la fruta.  Aquí ya llegamos a la mundial, bajada de peñascos, piedras y desnivel, mucho desnivel… si cuesta andar, cómo se corre por aquí!!!. Voy, como puedo, dando saltitos apoyándome en los bastones. Esta bajada es salvaje… se hace eterna. Pero se puede mejorar, claro, bajada de asfalto con una pendiente que casi vas tocando con el flequillo en el suelo. Las patas van como tarugos, parece que no sabes correr, ni andar, se va como se puede. La gente está en la calle animándote e intentas mantener una postura digna, cuando lo que en realidad el cuerpo te pide gatear. 

Llego al barranco donde se ve Tazacorte, la meta, ese oasis… Miro para abajo y pufff, me entran los siete males y todavía queda más de medio kilómetro de altitud que descender. Comienzo las “s” del barranco, con la intención de no partirme un pie (lo de llegar antes de las 17:00 está casi hecho, sólo hay que llegar de una pieza). Al final llego al pueblo y cruzo la línea de meta corriendo en 7:14:57. Nada más entrar meto la cabeza en un barreño con agua. Ha sido una aventura muy dura, me ha gustado, pero esto no es ninguna broma… Me cuesta casi 30 minutos recuperarme un poco del vía crucis. Y eso que no he entrado roto y estoy muscularmente mejor de lo que esperaba, aunque sinceramente tengo mis dudas de si la ultra habría sido capaz de acabarla. Esto hay que entrenarlo, hay que saber correr por estas bajadas tan técnicas. Debe ser un objetivo en sí y no otra carrera más.

Satisfecho, aunque sorprendido de por dónde nos han metido, voy en autobús para esperar a la llegada de Fito y Cosette. Veo el majestuoso relieve de la aventura, que se ve desde todos los puntos de la isla y sigo sin creerme haber llegado. Ya en Los Llanos me bajo a esperar a Mini-keniaten antes de su final, es un honor poder correr con él los últimos metros que no me quiero perder… y ahí viene, que grande!!! es finisher en la Transvulcania de los mayores!! Habiéndolo vivido en mis carnes tiene mucho mérito lo que ha hecho Mini-keniaten, metiéndose un palizón y luchando contra el calor, el físico y la cabeza. Más de 12 horas, sin saber lo que se iba a encontrar y sacando fuerzas de flaqueza… Andate Fito, andate!!!  Mis respetos Jaime, plas plas plas.

Encontrarnos allí poco después con Cosette, que ha decidido bajarse. Si el decidió eso, estoy convencido que era lo que había que hacer. Él sabe de Transvulcania. No hay que decir más de este grande, sólo que tras su retirada ya decía el año que viene volvemos. Un ejemplo siempre. Bravísimo Carlos!!!

Es una puta locura de aventura ésta, pero ya con la experiencia de este año, habiendo testado sitios de comida, teniendo un programa de cosas qué ver y hacer… como no voy a apuntarme a una expedición forofa en tierras palmeras en el 2016. Pues claaaaaaro, así que Cosette volvemos!!! 



Saludotes!! Cri cri

[Cosette]

Sólo mini-keniaten y yo sabemos lo que has podido pasar.
Tienes los cojones como los del caballo de Espartero. Con lo verde que estás en la montaña venirte por acá. Y mira, va y te sale un carrerón.
Mi ENHORABUENA más grande del mundo mundial.

Si es verdad que te vuelves a venir te doy mi PALABRA de que la hacemos juntos de principio a fín, pero ya te advierto de que vas a entrar en meta. 

Desando volver a verte en Francia, a ver si el Mini-K se anima de una pajodera vez.

Un fuerte abrazo desde (todavía) la isla maravillosa y bonita de La Palma.

[carlosrunner]

Que grande es cri cri y sus crónicas, eres un monstruo, no me quiero ni imaginar lo que habeis pasado uffff
Me repito de nuevo pero me da igual, ENHORABUENA A TODOS!!!

[gacelilla]

 

[Grillo]

Si es verdad que te vuelves a venir te doy mi PALABRA de que la hacemos juntos de principio a fín, pero ya te advierto de que vas a entrar en meta. 

Gracias Carlos!! Recojo el guante Así que a por la Transvulcania 2016!!



Saludotes!! Cri cri

[kikeng]

Los pelos como escarpias, Grillo. Qué pasada de carrera y de crónica! Mi más sincera enhorabuena

[SKIVO]

Grillo, lo tuyo es de escándalo: bestial carrera inscrita en una crónica divertida y magnífica. ¡Enhorabuena, monstruo!