[2015] BMW BERLIN MARATHON

[kikeng]

Es difícil escribir una crónica que condense esta maravilla de fin de semana y de maratón que nos hemos metido para el cuerpo.

Para mí ha sido genial en varios aspectos. La ciudad me encanta, y además era una oportunidad genial de celebrar mi cumpleaños (el sábado) en Berlín y regalarme al día siguiente una major. Con esa esperanza me apunté al sorteo y menuda suerte que me tocase.

La preparación me había ido bien, porque no pasé calor en verano por pasarlo fuera, pero si acaso tenía una cierta incógnita en cuanto a mi estado de forma, porque no había competido desde principio de julio y no me había probado como a mí me gusta. Pero vamos al lío...

El maratón empieza cuando nos encontramos con Berne y su chica en Barajas. El ambiente runner ya se nota en el avión: Una colección de zapatillas de colores chillones y de relojes GPS que lo flipas. Y la pena de no haber llevado platos de pasta para vender a 5 euros, que nos habríamos forrado. El siguiente subidón de ambiente es en la feria del corredor: Lo primero que está en un sitio espectacular, y lo segundo el tamaño, que hace que aunque haya un montón de gente y pases allí al menos un par de horas no estés mucho rato en cola.

Y ya la carrera: Nos levantamos pronto y vamos a la Puerta de Brandemburgo, donde nos queríamos hacer la foto de grupo, que al final es la de Berne, Victor6 y yo mismo. Vamos hacia los cajones (hay que andar un buen trecho) y el ambiente es electrizante: Un montón de gente pero sin sensación de agobio. Nos deseamos suerte y salimos. Yo salí de la parte delantera del cajón de 3:15-3:30 y la verdad es que nunca tuve tapones y se pudo correr con relativa comodidad todo el rato, llevaba unos 3 minutos desde la salida oficial (qué pasada lo de los globos amarillos en directo)

Lo más impresionante es la cantidad de animadores en esa parte del recorrido. Yo voy sujetándome para no pasarme de ritmo con la euforia de estar corriendo una major. Así paso el primer parcial de 5k a 4:35 (yo sólo miro el reloj de 5 en 5 km y además por la medición de la carrera, que es lo que va a contar al final). Hasta el 10 mantengo el ritmo, y del 10 al 15 veo que he bajado a 4:39, con lo que me digo que debería apretar un poquitín para probar cómo va la cosa.

Entre geles, animaciones, gritos de "vamos ese español" (gran idea lo de llevar la camiseta nacional) se van pasando los kms y desde el 15 al 35 paso todos los parciales un poco por debajo de 4:30 (entre 4:24 y 4:28) y me siento bastante cómodo. Entre el 35 y el 40 bajo un poco, a 4:36 y cuando echo cuentas veo que voy a pegar un mordisco impresionante a mi marca. Sólo queda aguantar los 2.195m del final, que se me hacen largos pero a la vez uno de los momentos más emocionantes de mi vida como corredor.

Lo primero es que en la curva que lleva a unter den linden están mi chica y la de Berne animando. Y después la entrada en Unter den Linden, con la puerta de Brandemburgo al fondo, es para que se te ponga un nudo en la garganta, incluso cuando estás escribiendo. Pasas una pancarta que dice "You are all heroes" y de verdad que lo sientes. Hay más gente de la que puedes imaginar y pasando la puerta del Brandemburgo te das cuenta de que este es un momento increíble. Desde ahí ya estábamos advertidos de que quedan 300 metros, pero para mí fueron los mejores de la carrera: No podía dejar de sonreír, la emoción y la felicidad eran inmensas.

Al final entro en 3:11:45, que baja en 5 minutos mi marca de Madrid y muy satisfecho por mi estrategia de carrera, que me ha permitido que el parcial más lento sea del 10 al 15 y el más rápido del 30 al 35.

Después de entrar en meta de nuevo todo muy bien organizado. Mola un montón que te pongan la medalla mientras te dicen: "Congratulations, Enrique". Pasas después a por agua, una bolsa de avituallamiento bien surtida y cuantas cervezas sin alcohol de medio litro quieras. Hay que devolver el chip y para quien venga otro año le digo que hay unas buenas duchas dentro del propio recinto de meta. Y después con Berne y las chicas seguimos el avituallamiento con un pedazo de kebab y unas cervezas "pequeñitas, pequeñitas" de esas que ponen estos alemanes.

El único pero es el de tener que  beber en vasos: es difícil cogerlos para beber y además la zona de avituallamiento está empapada y llena de vasos vacíos, que hay que esquivar. Lo mejor es la animación, que compensa con creces lo anterior. Hay que vivirlo, apenas hay metros sin gente en todo el recorrido, un montón de pancartas y bandas de música, muchas de ellas se veía que habían salido a la calle a animar sin mayor organización oficial. Y todo el fin de semana el ambiente runner es increíble, casi toda la gente con la que te cruzas es corredor. Y una cosa espectacular que también recomiendo ver a todo el mundo es el maratón de patines del día anterior. Insuperable esa animación, en muchos momentos era consciente de que no iba a vivir nada semejante en la vida, o en mucho tiempo.

En resumen, un pedazo de carrera, con MMP incluida. Y otra celebración de la amistad  y el buen rollo en este foro, tanto en los meses de preparación como el fin de semana, y en este caso sobre todo con Berne y Lupe, con los que nos lo hemos pasado genial. Recomendable 100%. A echar al sorteo cuando abra en Octubre y suerte a todos

[SHURA]

enhorabuena makinas!!!!! grandes crónicas!!!!

[victillor]

Aquí va mi crónica del 42º Berlin Marathon
Lo primero de todo agradecer a tod@s y cada uno de los componentes de esta expedición, ha sido un finde largo genial, con muchas muchas risas y mucha mucha cerveza. Enhorabuena a los que consiguieron MMP, sois muy grandes. No me quiero olvidar de los que lucharon por ella, pero no pudieron esta vez, en especial a Alvaro, un tío que vive esto del atletismo como nadie y que se merece esa marca que busca por trabajo y valía personal. También me acuerdo del gran Goyo, que una vez más se queda a las puertas del sub 3, seguro que lo consigues y muchos ya nos hemos ofrecido a ayudarte. Y qué decir del gran Carlosrunner, un tio superemocional en esto del running, y al que eché mucho mucho de menos en el post del domingo, aunque el lunes se quitó la espinita…
Para mí esta ha sido la maratón más espectacular que he corrido de las 6, ambiente, organización, todo impresionante.
Habiendo mal entrenado durante todo el verano y sin ponerle muchas ganas me plantaba en Berlin bastante corto de kms. Gracias a la compañía en algunos entrenos sobre todo de Saúl con el que más kms he compartido y también de Danny Grillo, que me mandaba mensajes para bajar a las series casi todos los martes y jueves, a pesar de mi desgana, esas series de los jueves en las pistas de Lega, llenas de forofos animaban bastante. Pero mi intención era clara, tratar de ayudar a mi compi de Maratonianos Saúl y a Jose Atletico a estar por debajo de 2h45’. Jose, te quedaste a las puertas, pero sabes que lo tienes en las piernas, y cuando quieras me ofrezco de liebre, pero esta vez para llevarte hasta el km 43 si hace falta.Saúl se marcó un tiempazo bestial, un 2h43 que está al alcance de muy pocos. La noche anterior había dormido como nunca, se nota que venía con los deberes hechos de Mont Sant Michel y no tenía la presión de conseguir marca alguna. La salida increíble, aunque hay una caída a los pocos metros que evitamos por los pelos. Ya desde el primer km estamos en ritmo, siempre algo por debajo de 3’50, no sé lo que voy a aguantar tirando de estos máquinas, pero voy a dar todo lo que pueda en cada km que esté con ellos. Desde el km 3 me entran unas ganas de mear tremendas (creo que las dos jarras de cerveza tamaño XXL que bebí la noche anterior en la cena tienen que ver algo con esto) pero voy aguantando, no puedo parar ahora. Los kms van cayendo a los ritmos pactados para llegar a la media entre 1h21 y pico y 1h22. En el km 12 Saúl me dice que mire para atrás, y veo que estoy comandando un grupo de más de 20 corredores, hay un par de ellos que son bastante molestos, uno que se cruza constantemente de un lado para otro y otro que va tan pegado a mí que me va dando golpes en la pierna, le miro un par de veces y me abro para que pase si quiere, aunque ya me dio Sensei la solución para cuando me vuelva a pasar. Tengo la sensación de que la carrera va cuesta abajo casi todo el rato, salvo un par de repechitos de nada, sobre el km 16 entra algo de viento fuerte de costado y rápidamente se forma una especie de abanico estilo etapa del Tour, menos mal que fue un amago y duró poco. Ya pasado el km 18 no aguanto más y tengo que hacer una parada técnica, deseo suerte a Jose y Saúl y paro en un lateral de la carretera. Es la primera vez que tengo que parar en un maratón y estuve prácticamente un minuto en ello. Otra vez me pongo al lio y durante un km y pico me cuesta coger el ritmo, pienso en pegarme el calenton y coger a éstos otra vez, pero tras un km sobre 3’40 y poco decido que es una locura. Me meto en un grupito que veo que tiene buena pinta, aquí nunca se corre solo. Que diferencia con Mont Sant Michel, donde me marqué 32kms en solitario. Paso la media en 1h22 y pico, y mantengo el ritmo por debajo de 4’ hasta el km 25, dónde desconecto totalmente del modo competición y enciendo el piloto de modo disfrute on. A partir de ahí apenas voy mirando el reloj, pero de refilón voy viendo cuando pitan los kms que combino unos a 4 y poco con algunos en torno a 4’30, supongo que esos son en los que me voy apartando a un lado para chocar manos de los chavales y arengar a los grupos de música. La única premisa que me pongo ahora es acabar por debajo de 2h55’ así que a seguir disfrutando de las calles de Berlín y sus gentes. Admiro con pasión la iglesia bombardeada, uno de los símbolos de Berlín, a los pocos kms me fijo en los impresionates edificios de la Postdamer Platz y de su famoso semáforo. Poco antes de Gendarmermark me paro en un avituallamiento improvisado que pone “Free Beer”, me la tomo tranquilamente y al grito de Prost, brindo con los chicos y chicas de ese grupito tan majo, me comentan que casi nadie ha parado y ante una ovación que me pone los pelos de punta reemprendo la marcha para afrontar esos casi 3 kms que faltan, cuando oigo un grito por detrás que me dice que eso de la cerveza es doping, que así cualquiera. Es Alberto, un chaval gallego que se va a convertir en mi compi de ruta durante estos kms, vamos hablando hasta el final y me comenta que viene en modo disfrute total, que se marcó 2h39’ en Paris y que esta carrera era para pasarlo en grande. Cerca de meta veo a Mari y a Leona que gritan animándome, me giro, me acerco a ellas y les chocos las manos, vuelvo a coger a mi compi y ya entramos juntos en meta en 2h53’14”. La marca es lo de menos, aunque a posteriori pienso que si hubiese aguantado unos cuantos kms más tirando de Jose y Saúl podría haber estado en 2h45-48, pero bueno, no era mi guerra y creo que hice bien, ya que las piernas las tenía enteras, sin nada de molestias y en 2 semanas está el Maratón de Chicago. Es el maratón que más entero he acabado con diferencia y el que más he disfrutado. Después nos fuimos juntando algunos para empezar un post memorable, que duraría hasta altas horas de la madrugada en el Oktoberfest berlines. No se, quizá vuelva algún año, pero esta vez a por todas, porque la carrera lo merece y es que una Major es una Major, pero entre que no voy bien con el calor y que es cuando más curro tengo lo tendré que pensar muy muy bien.

[Loydi]

Buenas a todos.

Yo este fin de semana colgaré el enlace al blog con la crónica extensa y el detalle de las sensaciones sentidas y sufridas a cada minuto. Este maratón sin duda, tiene una buena crónica, aunque me tocase "la de arena".
Pero a modo de adelanto...
Sin duda, es el mejor maratón que he corrido hasta ahora... y el más rápido... el circuito es sencillamente para sacar lo mejor de uno poniendo un poco de cabeza, mejor que Sevilla incluso.
A pesar de toda la ilusión puesta con la parte deportiva y no deportiva, me toco vivir la de arena. Fue un error donde normalmente no suelo fallar mucho, en la estrategia de carrera.
Pase el 10K con previsión de 2H32', y la Media en 1H17'(con previsión de 2H34'), cuando debía pasarla en 1H18 largos y correr de menos a más (como siempre he hecho) en busca de ese 2H36-2H37, ,.. Estos excesos, a mis ritmos, es un mundo y el maratón no perdona...
Queme mis reservas de glucógeno antes de tiempo, y a pesar de pasar en tiempos de marca incluso hasta el km.35, la cornada ya la tenía, y desde el 33 la sangría era imposible de frenar. Me dediqué los últimos kms. a evitar que la herida fuera más grande y a sufrir, y sufrir mucho, más psicológicamente que físicamente, porque sabía perfectamente mi error, y tirar por tanto por la borda 4 meses de trabajo en 1H17', trabajo en este caso no sólo mío, sino de un entrenador magnífico que lo ha dado todo, por culpa de un error de novato...
Pero bueno... También tengo que sacar cosas buenas, un 2H43' es un buen tiempo, 15º Maratón, Primer Major, 5º Sub 2H45, y salir donde salí, fue una experiencia inolvidable...
Volveré a atacar mi 2H38', eso seguro, aún no sé ni donde ni cuando, pero lo volveré a intentar...
Y sí, dije que no prepararía nada más en verano... pero sí... también volveré a Berlín. No sé cuando, pero volveré... Ese circuito... tengo que sacarle el jugo debido...
Gracias a Dabe, Canal y Nico por unos días maravillosos, y a sus chicas, por supuesto, y gracias a José Atlético, Víctor, Berne, Grillo y Sensei por su consuelo tan cariñoso, pero sobre todo... A Saúl, que tras entrar en meta pocos segundos después que yo, en vez de celebrar su marcón, me consoló sin parar cuando me derrumbé como un niño...
Esos detalles, quedan, y quedan para siempre.

Pero ojo, que nadie se equivoque... que luego he disfrutado maravillosamente de la cerveza, salchichas, albóndigas, patatas asadas y cervezas alemanas...  además del turismo correspondiente.

Lo dicho, este fin de semana cuelgo el enlace al blog, con el tocho habitual para el que quiera entrenerse un rato.

[Marpab]

Qué decir de este genial fin de semana largo acompañado de tan buena gente, grandísimos corredores pero mejores personas, lo hemos pasado fenomenal, risas y más risas con multitud de anécdotas, la primera el aterrizaje falllido del piloto, entre bratwurst, currywurst y alguna que otra cerveza 
En primer lugar mi enhorabuena a los que lográsteis vuestros objetivos y a los que no lo hicisteis también porque pusisteis todo vuestro empeño en ello y eso también merece reconocimiento, claro que sí!!
En cuanto al maratón en sí, en cuanto pisas tierra germana ya te das cuenta que estás ante un acontecimiento especial, toda una ciudad pendiente de esta carrera, se respira maratón por todas partes. Del aeropuerto a la feria del corredor, que es para echar allí el día, bien organizada, sin grandes aglomeraciones para la cantidad de gente que la visitó el sábado por la mañana. De allí al hotel, comida italiana en un sitio cercano, descanso y a media tarde visita al escenario de la salida para quitarnos el miedo escénico con buena visión nocturna del Reichstag y la Puerta de Brandeburgo, cena en italiano y a descansar.Por mi parte llegaba muy corto de entrenamiento, apenas 375 Km en 7 semanas, ya que estuve parado prácticamente todo junio y julio tras lesionarme en mayo a 15 días del maratón del Mont Saint Michel, tras los excesos cometidos tras mi debut en Mapoma, por lo que hasta 15 días antes no tenía claro que fuese a correrlo entero, me llegué a plantear tomarlo como entreno de calidad de unos 25-30 km para la maratón de Valencia, pero las dos últimas semanas empecé a encontrar buenas sensaciones, y decidí ir a por esa medalla de finisher y así sacarme la espinita del fallido maratón francés. Unos días antes, pienso para mis adentros que ya no me basta con terminarlo sino que si se pone a tiro mi marca de 3h36' de Mapoma ir a por ella. Sé que no estoy bien, por lo que el final se me puede hacer muy largo, por lo que planteo una estrategia conservadora desde el inicio controlando el pulso y esperando que me sea suficiente para lograr el objetivo.
El día de la carrera nos levantamos prontito y nos vamos hacia la salida una avanzadilla integrada por victillor, jose atlético, goyo y yo, ya que habíamos quedado en la puerta de Brandeburgo con loydi. El resto de la expedición que se aloja en el hotel piensa que somos unos agonías y deciden apurar un poco más el tiempo de descanso y desayuno. Tras pasar por ropero y baños vamos para los cajones, a los que llegamos sobre 30' antes. El ambiente es impresionante, la animación espectacular, se ve gente de muchísimas nacionalidades, los nervios a flor de piel, se hace larga la espera...
al estar en el cajón F, la espera se alarga aún más ya que salimos en la segunda oleada sobre 15' después que la primera oleada de los cajones A-E.

3, 2, 1 y a correr por fin, primer kilómetro festivo, avenida ancha donde se puede correr aceptablemente bien a pesar de la multitud, ya en el segundo kilómetro tengo que hacer la parada técnica de rigor, que me hace perder un minutito, aunque voy sin ninguna prisa, relajado y disfrutando del ambiente. Ya a partir del km 4 pongo un ritmo de crucero de 5'/Km con ligeras oscilaciones al alza en los km donde estaban puestos los avituallamientos, que son un auténtico caos como ya se ha comentado. Así llego al km 10 que paso sobre 51'30''. Me siento cómodo con el pulso muy bajo y así van pasando los kilómetros hasta llegar a la media que paso en 1h46' alto, y genial de sensaciones. A estas alturas de la carrera, me olvido de mi deficiente preparación, me dejo llevar por la emoción y pienso que si sigo así podría incluso atacar en el km 32 e ir a buscar el globo de las 3h30', qué iluso, despierta chaval, que esto es maratón    así llegamos al km 28 donde ya empiezo a notar los primeros síntomas de que esto no va a ser tan fácil, el pulso llega a su máximo en la carrera, unas 162 ppm y aunque sigo transitando a la misma velocidad ya cuesta bastante más, el abductor derecho se empieza a quejar. Un par de kilómetros después me doy cuenta que no voy a poder cambiar, las piernas no tienen la frescura suficiente  empiezo a pagar la falta de kilómetros. Me olvido del 3h30' por completo y empiezo a jugar con mi colchón de más de 4' que llevo sobre mi marca y 2'30'' sobre el 3h35'', sé que lo tengo a tiro pero va a tocar sufrirlo. Son los peores momentos de la carrera del km 32 al 37-38, aquí las animación es un plus, multitud de gritos de ánimo de españoles, vamos Fernando!! dan alas, de verdad que es un gran acierto correr con la elástica nacional. Los kilómetros se empiezan a ir ya a 5'05''-5'10'' y sufriendo por mantenerme, aunque de cabeza voy bien, leo una pancarta que reza "giving up is not an option" y me anima aunque nunca se me ha pasado por la cabeza rendirme. Ya en el km 38 me doy cuenta que me he hidratado bien a lo largo de la carrera y los días previos, y que voy a seguir sin conocer al famoso señor del mazo, estos metros finales decido ir marcándome referencias visuales y asi se me hace más llevadero, si bien el km 41 se me hace especialmente duro al irse a 5'31'' aunque luego consultando con los compañeros parece ser que no estaba del todo bien medido, por momentos veo que se me va el 3h35'', a menos de 500 metros y no acabo de ver la famosa puerta de Brandeburgo, finalmente doblamos una calle y aparece majestuosa, imponente, comienzo a sonreir hasta pasar por debajo de ella para dejar de hacerlo a continuación y apretar los dientes en esos 200-300 metros finales, entro en meta mirando al cielo y nuevamente recordando a esos seres queridos que ya no están, nada más cruzar la meta vuelvo a sonreir, la felicidad me invade, todo ha ido mucho mejor de lo esperado, soy finisher de un Major, y he hecho MMP casi sin buscarla. 
Lo dicho, gracias a toda la expedición por este gran fin de semana, ya pensando en cuando se repetirá, quizá el año que viene en París, quizá de nuevo en Berlín, de momento toca terminar de afinar la preparación del maratón valenciano, que también promete ser un fin de semana inolvidable!!

[carlosrunner]

BERLÍN, HISTORIA DE UNA FRUSTRACIÓN ANUNCIADA

Precedentes

La historia de Berlín comienza allá por el mes de octubre, cuando nos encontramos en la vorágine preparatoria de Frankfurt. La euforia de aquellos días, la ilusión, y ver que más compañeros han intentado buscar la suerte en el sorteo berlinés, hacen que me inscriba a dicho sorteo, asumiendo que si toca, hay que apoquinar la pasta en ese momento.

No dudo demasiado en ejecutar la inscripción, aunque a decir verdad, tampoco confío demasiado en la suerte, un elemento que me suele ser esquivo en diferentes aspectos de mi vida, incluido el running. Para mi sorpresa, resultamos agraciados un buen puñado de FFDRs, quedándose fuera, aún así, algunos miembros destacados de este grupo. Desde ese momento asumo que tendré que entrenar en verano por primera vez en mi vida, algo totalmente nuevo para mí, debido a mi legendaria imposibilidad de correr con calor.

Una vez pasada esta euforia, proseguí mi preparación a la Media Maratón de Getafe y a MAPOMA, las dos saldadas con grandes resultados. Una vez terminada ésta última, pasé los dos meses intermedios antes de iniciar la preparación específica de manera irregular, dónde por un lado encaminé mayo a prolongar el estado de forma para Saint Michel, y por otro, junio a intentar lograr un buen 10k si seguía manteniendo ese nivel.

Saint Michel se saldó satisfactoriamente, pero mi otro objetivo no fue conseguido por bastante lejos. Este hecho, sumado a un mal momento personal de mi vida, siendo el punto álgido el fin de semana de la Media de la Naturaleza + Zofío, donde no disfruté absolutamente nada de las carreras ni de la gente, hizo que desconectara totalmente de todo lo rodeado al running e incluso a parte de mi vida social, llegando a ni siquiera celebrar mi cumpleaños por mi total y absoluta desazón de aquella época. Berlín empezaba a vislumbrarla como una fecha imposible para mí.

Anteriormente a estos hechos, ya me había inscrito a los novedosos 15k de Madrid, y después de descansar durante totalmente durante esas dos semanas, afronté esta prueba como un punto de inflexión. Conseguí sentirme de nuevo bien, y volví a vislumbrar la luz para Berlín.

Preparación

Aunque la preparación específica que había planteado debía de haber empezado la semana anterior a estos 15k, todo empezó a partir de aquí, aunque no resultó todo como quise exactamente.

El calor pasó factura, mis ganas de correr no aparecían, esta vez el clima era lo que hacía que no me pusiera las zapatillas. Mi cuerpo no era capaz de correr incluso intentando hacer tremendos madrugones o trasnoches excesivos. Tan solo la presencia de KDDs (Sureña y Madrid monumental) hicieron que saliera de casa, aunque no salieron más de 4 salidas en las 2 primeras semanas.

La presencia del Trofeo San Lorenzo me hizo animarme, esa semana cumplí casi todo lo pactado, empezando con las series, e incluso me permití el lujo de hacer una doble sesión en una jornada, con sensaciones estupendas. Aquella carrera cumplió con mis pretensiones, e hizo que me diera una bomba de energía necesaria en esa época.

Pero nada más lejos de la realidad, la siguiente semana tan solo entrené un día, el de las series, sintiéndome bien, eso sí, pero con muy poco kilometraje ya a estas alturas. Una semana más tarde no mejoró mucho la cosa, sin series y solamente dos salidas.

En este momento, a falta de 7 semanas, me senté conmigo mismo a pensar qué demonios hacíamos, o seguíamos con lo propuesto o abandonábamos esta preparación. Esto no podía seguir así, volvían los fantasmas a mi cabeza y la desilusión, pero…¿en qué coño estamos pensando?, ¿Qué estoy haciendo? Sal a correr, cojones!! Por la gente que no pudo, y por ti mismo!!

Con esta autoarenga, empecé en serio esto, acumulé mi primera semana totalmente correcta del plan. También la siguiente, aunque empecé a sentir ansiedad por las noches y no podía dormir apenas, por lo que algunos entrenos los movía de días según mi estado en ese momento.

No hizo esto pararme sino que seguí, me apunté al Trail Estrozapiernas de Braojos, donde hice una tremenda tirada larga allí, que me sirvió para seguir llenándome de moral, y ya afronté las últimas 4 semanas con mucha más confianza.

Pasamos por Lituania, dónde mi test en la Media Maratón de allí fue satisfactorio, aunque un viaje a Malta la semana anterior a Berlín hizo que entrenara algo peor, pero sin dejar de hacerlo.

Aún así, y terminando esta última semana con los rodajes suaves, he realizado un kilometraje insuficiente en toda la preparación: poco más de 470 km desde julio, lo que no impide que me baje en mis pretensiones a pesar de todo. Seguimos empeñados con el 3:50 berlinés.

Berlín: la previa

Como suele ser habitual, vamos a nuestros destinos foráneos en los primeros vuelos del día, lo que implica un madrugón considerable, y éste no podía ser menos. Esto hace que no descansemos bien esta noche previa a la víspera, con todo lo que supone, pero se afronta con la alegría de ver a los compañeros y comprobar que vamos todos cargados de ilusiones. En esta ocasión, vamos directamente del aeropuerto a la feria. Una feria de dimensiones gigantescas, llenísima de gente, dónde tardamos bastante tiempo en llegar a la entrega de nuestro dorsal, aunque lo frustrante será no localizar ninguna camiseta de la carrera para comprarla en la feria, o no las venden o solo las vendieron cuando se formalizaba la inscripción.

Nos tomamos nuestras debidas birras y salchichas allí mismo y nos fuimos a dejar todo al hotel de la expedición para salir a comer. Después, el cansancio era evidente, y nos retiramos para una merecida siesta. Después, un buen paseo por la puerta de Brandemburgo, Bundestag, y alrededores, para terminar cenando en un restaurante en Alexander Platz. Esa cena se alargó más de lo previsto y llegamos al hotel pasadas largamente las 11 de la noche, lo que hizo que esa noche durmiéramos de nuevo poco tiempo.

En mi caso, no hice mi ritual habitual de dejarlo todo listo para el domingo, ya que decidí esperar a las 12 para felicitar a una amiga por su cumpleaños y me olvidé un poco de que al día siguiente teníamos maratón.

Día D: la cruda realidad

A las 6 en punto nos levantamos y procedemos a desayunar, poner todo listo y tirar para la salida. Antes de salir, foto con los “cagaprisas” de la expedición, que debieron de haberles tocado poner las calles, y subida para hacer un poco más de concentración y ultimar detalles.

Salida hacia la carrera con ilusión y algo de nervios, el metro hasta la bandera, y desde donde nos deja, una larga peregrinación, con todo el mundo hasta el Reichtag, donde, después de hacer las fotos pertinentes y acordar los puntos de animación, nos despedimos de las acompañantes y nos metemos para dentro, una meadita y para el cajón.

Aunque tengo derecho por el dorsal a entrar en el corral F, me voy con obispo al H, para hacer la carrera juntos hasta donde se pueda, ya que vamos con un objetivo similar. Allí, avanzamos hasta donde se puede y observamos que estamos lejísimos de la salida, pero con una buena animación que hace amena la espera, y nos encontramos con una pareja de españoles que también son unos trotamundos en esto de los maratones, y nos quedamos charlando un rato esperando que den nuestra salida. Aún así, vemos que pasan los minutos desde que oímos el pistoletazo de salida y no avanzamos…5, 10, 15, 20, 25 minutos… y nada. Aprovechamos para volver a mear en los baños portátiles que tenemos al lado viendo que aún no se mueve la carrera y cuando llegamos empezamos a caminar, hasta que poco antes del arco de salida ya podemos correr. Han pasado 37 minutos y medio exactamente desde el pistoletazo de salida y me encuentro extraño, ha sido mucho tiempo de pie sin moverse y parece que cuesta ponerse a correr.

Así, el primer km lo hacemos sumamente tranquilos, a 6:00, para el segundo estar un pelin más rápido, sobre 5:40, y quedarnos sobre nuestra idea del plan. Noto que voy frenado y que obispo me va diciendo que hay que ir relajados.

Seguimos en esta sintonía, y después del tercer km, según mi idea, debemos ya ir cogiendo velocidad de crucero, por lo que nos empezamos a poner sobre 5:30 los siguientes kms, cuadrándolo bien, y saliendo algo más lentos el km donde toca avituallarse, y es que, como ya han comentado, los puntos de hidratación son un auténtico caos. Mientras, muchísima animación, muchos españoles que nos animan por nuestra elástica, incluso los llegados de México, Colombia y algunos países latinoamericanos, que también nos animan con fuerza, aunque por mis simpatías hacia ellos, también los animo yo jejeje.

Buscamos el 7, donde están las chicas animadoras, pero solo veo que está Mari, esperándonos para hacernos una foto, animosa como siempre, aunque por la gente que hay le cuesta vernos.
Sin querer, esta animación y nuestras buenas sensaciones hacen que los siguientes kms los pasemos rapiditos, bastante por debajo de 5:30, y seguimos haciendo esfuerzos por no ir más rápido porque las sensaciones son bastante buenas. Pasamos, así, el km 10 en 56:40, más rápido del ritmo previsto para mi MMP, aunque más lento del objetivo de 3:50, en realidad, todo normal, porque debemos aún hacer otro cambio de ritmo.

Sobre el 12 planeamos parar a mear de nuevo, yo dudo pero creo que es lo mejor, que todavía quedan casi 3 horas de esfuerzo y es más fácil parar ahora que después. Aunque seguimos manteniendo el ritmo, este km, obviamente, nos vamos a 6:00 otra vez, en realidad solo hemos perdido unos 30-35 segundos por lo que todo está bien de momento.

Quizás la inercia del momento, hace que subamos algo más el ritmo, y tomo el primer gel sobre el 14, sin aminorar la marcha, me noto que el gel me sienta bien, y vamos con fuerza, ahora solo queda pasar por cerca del 17, que es dónde está mi familia, para coger un poco más de moral.
Noto la extraña sensación de que, aunque voy bien, no voy súper, o moralmente no me encuentro así, no es mala sensación, sólo intuición, pero intento no hacer caso a este pensamiento.

Pasamos por el punto donde está mi familia, es un buen punto para nosotros, pero empieza nuestro punto de inflexión, sin saber muy bien por qué, nos volvemos a establecer en ritmos de hace 10 km, volvemos a los 5:30, incluso 5:35, pero lo achacamos a una pequeña relajación, aunque mentalmente no me viene bien, porque veo que no tenemos otro cambio ya, o parece ser así. Obispo me dice que está muy bien y yo mantengo mi postura de que voy bien, pero no súper.

Llega la media, la pasamos por 1:58:45, inexplicablemente vamos con el ritmo de paso previsto para mi MMP, cuando ya deberíamos ir más rápidos, esto es algo que hace que me agobie un poco, y casi instantáneamente, aumento algo el ritmo durante los siguientes dos kms, volviendo a estar por debajo de 5:25.

Pero vuelve otra vez esa sensación extraña y volvemos a bajar de ritmo. 5:30-5:33-5:32… Estoy deseando llegar al 25 para tomar el segundo gel y ver si reactiva algo las cosas, nos estamos estancando peligrosamente en un punto donde ya deberíamos ir más sueltos.

Obispo quiere volver a mear pero yo ya no quiero parar, como pare no arranco como debiera, y le insto a que espere a pasar por el 25. Lo pasamos, no vemos ya a Mari, que en teoría andaba por el 24, y ya estamos más de un minuto por encima de mi MMP y empieza quitarse la idea de mi cabeza no solo ya del 3:50, sino del 3:52:40 que adorna mi palmarés, y habrá que conformarse con menos, que tampoco es moco de pavo.

Me cuesta tomarme el gel, me empieza a dar una sed excesiva y empiezo a beber con frecuencia de la botella que siempre cargo encima. Como tengo un pulso algo malo corriendo, aunque voy echando algo del agua del vaso en la botella, aprovecho para meterme otro vaso directamente, más otro que le pido a obispo que me coja. Este ritual lo llevo desde la media maratón, y pienso que debo hacerlo mientras obispo siga conmigo, porque por mi cabeza pasa que en algún momento me quedaré solo y solo dependerá de mí coger el agua.

El gel no me soluciona nada, seguimos en ritmos parecidos, imposible bajar de 5:30 ya, y empiezan los fantasmas en la cabeza, comienzo a hacer cálculos mentales y decido ponerme ya mismo la música en el móvil, cosa que siempre hago después del km 25 de los maratones para intentar seguir motivándome.

Vamos de mal en peor, 5:35-5:40-5:45… Los kilómetros se suceden y la bajada de ritmo también. En ese momento obispo ya decide irse a hacer pis y prosigo solo… Me dice que mantenga el ritmo que me cogerá, yo extrañamente logro aumentar el ritmo y vuelvo a ponerme bastante por debajo de 5:30 cerca del 30, aunque al pasarlo, y ver que estamos 3 minutos por debajo de mi MMP, me da un bajón de ánimo, cosa que va a crecer cuando, de repente, veo a obispo a unos 20 metros por delante, sin haberme dado cuenta de que me adelantó…No volvería a ver a Nico ya hasta la meta.

Intento darle caza, y en este km 32 sigo debajo del 5:30, pero no llego… ni llegaría, y supone un mazazo definitivo a mi carrera. Empiezo a pensar que bajar de 4 horas ya podría ser un buen objetivo y realmente no lo tengo mal del todo, si no subo de 5:50-55, llegaré en ese objetivo imprevisto.

Nada más lejos de la realidad, al pasar el 33 en 5:51 y ver que llegando al 34 no estoy mejor, mi cabeza manda la señal definitiva: PARATE EN EL 34, SE ACABÓ, NO PUEDES… Normalmente en maratón hay que hacer caso omiso a las señales del coco, pero esta vez la idea no logré superarla, y bajo la pancarta del km 34, sin dejar pasar ni un metro, me eché a andar, por primera vez en un maratón, y esta vez me ha cogido hundido y sólo. Ningún objetivo me hacía seguir corriendo ya…

Serían unos 400-500 metros los que debí de andar hasta que, por sorpresa, aparecen mi padre y mi prima de la nada para animarme, les veo, saludo con discreción y sigo caminando cabizbajo. Mi padre se lanza a donde estoy y me pregunta que qué me pasa, y mientras mi prima graba un vídeo que algunos han visto, le espeto que no me apetece correr, tengo pulsaciones algo altas pero que no tengo ganas, y solo quiero terminar esto ya. Tomo mientras el gel por si algo soluciona pero ya nada me levanta.

Después de, aproximadamente, charlar un minuto, decido volver a echarme a correr, tengo demasiada vergüenza como para seguir así. Sé que hay cámaras que graban nuestra carrera en el 35, y decido seguir corriendo hasta al menos pasar ese punto. Lo hago, y los avituallamientos son mi excusa para echarme a andar otra vez. Ahora bebo tranquilamente, me relleno mi botella y camino un rato más, vuelvo a correr, saludo a los españoles y gente que me anima, es increíble que lo sigan haciendo viendo deambular a este desgraciado, y solo puedo agradecerles sus ánimos y alientos con un saludo con la mano.

Intento correr sin parar, estoy empezando a ver que es una hora tardía, que todo el mundo habrá llegado ya. Paro la música, casi me estoy agobiando con ella, que la oigo poco y apenas me motiva nada, escribo un Whatsapp a Mari, estoy destrozado mentalmente, físicamente solo tengo cansancio de kms, pero no estoy agotado. El hecho de que no se me haga demasiado tarde, hace que apenas pare a correr un momento en el 36 y 37, pero en el 38 vuelvo a caminar después del avituallamiento, y me echo a correr cuando me doy cuenta que estoy más cómodo corriendo que andando, las piernas me duelen menos…Que paradoja. Estoy pasando los kms en 7 minutos largos…8… Ya nada me importa, se me pasa abandonar incluso. Sigo con el ritual hasta pasado el 40, me siguen animando, que increíble esta ciudad.

Pero se me enciende la bombilla, no puedo abandonar, esa medalla la quiero, aunque no la esté mereciendo, y hay gente que anda pendiente de mi, tengo amigos y familia esperando y debo llegar. Mi agonía hace que los pasos, aunque no lentos, empiecen a cansarme, no soporto ver que no avanzan los metros. Miro el Garmin cada 20 segundos y apenas si varía… Así que, cuando estamos a unos dos kms, sobre el 40,200, decido que se acabó el andar. Correré, despacio pero correré, no puedo llegar a la Puerta de Brademburgo andando, es una humillación a mí, he pasado de la vergüenza ya, y sería una falta de respeto a un major como este.

Ya el 41 lo paso un poco por encima de 7 pero iniciamos esos últimos giros de 90 grados en las calles berlinesas ya viendo el 6:xx en el reloj, ya no quiero ir más despacio, quiero llegar.

Y llega ese último giro y ahí está, la Puerta de Brandemburgo ante mí, y no puedo aguantar más y me echo a llorar, es demasiado esto, el maratón me ha vuelto a ganar por goleada. No puedo parar de llorar, pero llevo con orgullo mi bandera de España y la saco, y la ondeo como si fuera yo el ganador. Es mi último orgullo y eso si que no lo pierdo.

Paso por debajo del monumento y dejo las lágrimas, ahora solo veo el ZIEL, la llegada, ya se acaba, no hay más, y veo que, sin querer, estoy más rápido, ya lo noto desde que veo la Puerta de Brandemburgo, así que bueno, por lo menos mis fotos van a ser dignas en la meta, que finalmente cruzo en 4:12:12, al final me ha salido la carrera en menos de 6 min/km, y minuto y medio más rápido que Frankfurt. Otra paradoja…Allí tan feliz y aquí tan triste…Que cosas…La vida…

Termino y veo que físicamente me duelen, como siempre, un poco las piernas aunque menos de lo que es habitual. Realmente ya no me importa nada, hoy estoy derrotado, pero al menos he salvado la dignidad y puedo decir que es mi 5ª maratón terminada.

Después de la carrera

Me tumbo algo mareado, he intentado desatarme los cordones pero al dolerme al bajar a quitarlos, y subir cuando no aguantaba, hace que la cabeza me de un poco de vueltas.
No es nada, se me pasa en unos segundos, ahora la preocupación es saber donde está todo el mundo, Nico está perdido, mi padre y mi prima creo que iban al Starbucks de la plaza, y Mari también me parece que va en esa dirección por lo que tiro hacia allá.

No sé que les pasa a los alemanes con la entrega de los chips, pero tanto en Frankfurt , que la entrega era en la feria del corredor, como aquí, que no había ni rastro de cajas donde depositarlos, es un aspecto desastroso a mejorar enormemente.

Finalmente, llego al punto de encuentro, donde también está Loydi, bastante decepcionado con su marca, y después de intentar resumir la carrera a la gente de allí, me echo a llorar, y mi padre me abraza sabiendo que no lo he pasado bien, no tengo consuelo, lloro durante un ratito, pero se me pasa, ahora ya es hora de pensar en otra cosa y en disfrutar de lo que queda de viaje.
Después de cambiarme y estar listo vamos a comer con algunos miembros de la expedición, otros se han ido al Oktoberfest, pero yo no estoy para fiestas. Aunque como con gusto ese codillo, no me apetece demasiada fiesta.

Después de que se hayan ido la mayoría a no sé donde, nos quedamos Nico, Mari y yo, y vamos a una cervecería que recomiendo mi prima a tomar la penultima antes de retirarnos a descansar un rato, ya que la última sería en la misma recepción del hotel, y salir a cenar más tarde. Cena que fue tranquila y sin mucha dilación, para dormir, y a intentar pensar en disfrutar ya en la próxima ocasión.

Dedico el lunes a pasarlo con mi familia de Berlín y ya por la noche me voy con los supervivientes a seguir tomando algunas cervezas, y buscando algún pub abierto ese lunes, descubrimos la faceta de gogo de Sensei.

Ya en nuestro último día, nos vamos a visitar el campo de concentración de Sachsenhausen, un lugar tremendo dónde comprobamos las tremendas atrocidades que se gestaban por estas tierras en plena Segunda Guerra Mundial. Sin mucho tiempo, nos vamos rápidamente al hotel, pero por el camino vamos comiendo algunas salchichas y tomando algunas cervezas más, al final llegamos a tiempo justo para coger el autobús y tirar para el aeropuerto, ya con bastante cansancio para todos.

Viaje de vuelta tranquilo, y vuelta a casa culminando un completo fin de semana y algo más, como siempre muy bien acompañado

Conclusiones

Aunque no he disfrutado de todo el mundo por diversas circunstancias, muchos porque ni los ví, otros porque fueron más a su bola con sus parejas, o, simplemente, porque no se pudo, ha sido un buen fin de semana en términos generales.

La carrera no salió ni mucho menos como quise, pero sé que jugaba con diversos factores en contra: falta de kms, falta de coco, algunos malos entrenos, subida de peso y motivación limitada. Es obvio que para que me salga un maratón como el pasado MAPOMA necesito que estos factores no se repitan, y será mi objetivo para cumplir de cara al Maratón de Castellón, dónde ya tengo las miras puestas.

En estos días posteriores a la carrera me he encontrado ya mucho mejor anímicamente y, como muchos sabéis, ejecuté la inscripción a Tokio, donde ya veremos si puedo ir a o no, pero al menos mantengo el sueño intacto.

Quiero agradecer enormemente a TODOS los miembros de este foro los ánimos por diversas vías, por darme aliento en la carrera y estar preocupados por mí. Me ha emocionado muchísimo vuestro cariño, y espero devolvéroslo tan pronto como la situación sea precisa. Sois una familia maravillosa y, de verdad, es un orgullo pertenecer a esto, uno nunca se siente solo. GRACIAS AMIGOS.

Berlín: me debes una, volveré algún año a cobrármela. Y esta vez la sonrisa será solo mía…

[cheve]

Carlitos, siempre nos quedará TOKIO!!!! Je, je....+

Gran carrera, gran maratón... esto no es fácil... saliste a por MMP y no salió. Ya está.

Y terminaste corriendo y con una marca que a ti no te hace feliz pero que la inmensa mayoría de la humanidad no sueña ni siquiera con hacer su vida....

ENHORABUENA, CAMPEÓN!!!!!

EN TOKIO NOS VENGAREMOS.. CARLITOS!!!!

[Galgoman]

grandes crónicas compañeros!!!...me han emocionado y hecho recordar unos momentos maravillosos...gracias por compartirlas...