[2015] 36ª Zurich Marató Barcelona

[Galgoman]

enhorabuena Kike!!!...tiempazo...  

[Peterburn]

Enhorabuena!!! Vaya marcaza de  Aguilucho!!!

[Ville]

oju!!! me quito el sombrero ante el Sr. Kike!!! IMPRESIONANTE TIO GRANDE!!!!!

Cayenas Team

[charly]

Tiempazo kike. Enhorabuena

[runningbox]

  Enhorabuena Aguilucho , esa marca en marathon significa que eres uno de los grandes , y mas debutando en la distancia 

[rtorres]

Maratón de Barcelona 2015. Historia de una decepción sexual.

Aquí estoy otra vez. La cuarta en año y medio. Escuchando Carros de Fuego y a un tío muy motivado con megáfono diciendo lo mismo en varios idiomas.
A más de 100 pulsaciones; de pie, quieto, sin haber dado aún un paso corriendo y a 110 pulsaciones, rezumando adrenalina, bufando como un purasangre.

Ansioso.
Ay, el ansia, ese gran motor descontrolado.

Mirando al cielo, mirando al suelo. Apretando los cordones. Ajustando la riñonera con los geles. Haciendo un último repaso mental de dolencias: talón, leve. Isquio izquierdo, leve. Isquio derecho: moderado. Cuádriceps, tobillos… Anticipando dolores asumibles: la cabeza, los pezones, las uñas de los dedos de los pies cuando se claven compulsivamente en la zapatilla 18.000 veces (son 18.000 cada uno, 1.000 arriba 1.000 abajo, contadas), los gemelos cuando tiemblen con los calambres a los que los llevaré forzosamente.
Ahí estamos.
Otra vez.
A las puertas de Barcelona.
Con una ciudad entera por delante. Entera entera.

Seguro de la experiencia adquirida, y con los trucos necesarios a mi alcance.
En Palma de Mallorca me rompí la fascia plantar en el 16 y acabé en casi 5 horas arrastrándome: llega fresco a la carrera, no entrenes hasta el final, y si te lesionas de verdad retírate. En Sevilla corrí con miedo, con el terror de no ser capaz de acabar nunca un maratón, con paranoias constantes de lesiones; 3:42, sin sufrir: hay que arriesgar más, has sido demasiado conservador, tú eres mucho mejor. En Madrid salí a por todas, por sensaciones, acumulando colchón para poder tumbarme un rato si era necesario y además romper el crono. Peté en el 32, y comprendí que un par de kilómetros se pueden convertir en un inmenso océano: dosifica, usa los medios tecnológicos necesarios y aliméntate bien.

Así que aquí estoy, con todo eso aprendido, con un reloj que coge el pulso desde la muñeca controlando el calor del flujo sanguíneo (sin banda en el pecho, que me atosiga) y con barritas energéticas, pastillas de sal y geles repartidos por todo el cuerpo que bien dosificados podrían hacer sobrevivir a un náufrago un mes. Joder, si hasta he equilibrado el peso a ambos lados!!

La consigna es clara: no voy a pasar de 160 pulsaciones; esto me debería dar para correr por debajo de 5, al principio por debajo de 4:45. Y al final aferrarme a mi sueño, sufrir, y acabar en menos de 3:30. Uau! Ya estoy pensando cómo celebrarlo… Voy un poco al límite según las indicaciones de los expertos: para bajar de esa marca hay que correr una media por debajo de 1:40. Mi MMP (mejor marca personal… vamos…) es de 1:40:00, en la última Asics de Madrid. O bien bajar de 45 en un 10.000. Mi MMP 44:47 en el último trofeo Páris. Y sobre todo: hay que correr más de 200 kms al mes los meses previos; yo llevo 90 en enero y 170 en febrero…Pero he hecho motocross, que es muy explosivo, como si fueran series, se alcanzan pulsaciones muy altas. Y también enduro, con una carrera agónica hace quince días, en la que estuve dando gas más de 4 horas. Sé que no es igual. Lo sé. Pero tú qué te dirías a ti mismo en ese momento, en la salida??? No vamos a empezar con que esto es imposible, que a dónde vas, que no le tienes respeto al maratón, y todas esas movidas, no??.
Ah!, y otra cosa: yo sé sufrir. Esto es una buena arma.

Por fin. A correr. Fiesta. Esto marcha.

Barcelona, ciudad madura, ciudad moderna, volcada con su maratón. Día luminoso, poco viento. Las calles abarrotadas… créeme, merece la pena hacer el esfuerzo por participar alguna vez en tu vida en un acontecimiento como este. Y si sólo lo vas a hacer una vez, elige bien; con Barcelona no te equivocarías.

Inmensos avituallamientos, avisados 100 metros antes, con mesas a derecha e izquierda, largos, abundantes, con isotónicos, fruta, vaselina, fisios… Recorrido amplio, con firme regular. Un detalle que agradezco: los carteles de los kms amarillos, grandes, a ambos lados de la calzada, muy visibles. Y el público ensordecedor, con mis primos, mi tía, y el gran Parrita moviéndose por la ciudad para verme pasar varias veces. Y cuando chillan mi nombre, los siguientes 4 minutos me salen gratis.

La euforia de un maratón cuando aún vas fresco es indescriptible, y difícil de gestionar. Yo soy un tío disciplinado: no pasaré de 160 pulsaciones, ese es mi límite. Teóricamente llegas en condiciones óptimas para competir ese día y llevas cuadrando ese clímax desde un mes antes en que hiciste la tirada larga, para competir 42 kms, así que por fuerza al principio la energía fluye a borbotones, se ha de desbordar, pero cada gramo que destruyas innecesariamente te hará falta al final aunque ahora no lo parezca ni por asomo. Vaya si hará falta al final…

Así que me encierro en mi mundo, me aíslo, para cumplir con mi estrategia con total disciplina. En verdad los primeros kilómetros de un maratón para mí son los más difíciles, porque aún puedes tomar decisiones, puedes hacer cosas distintas. Luego ya llegas a un punto en que basta con sobrevivir…

Paso a paso, con el reloj muy presente, bajo sobrado de 5 minutos cada kilómetro. El asunto me está saliendo asombrosamente bien y me sujeto con intensidad para no liarla. No me dejo engañar por percepciones que me digan que debería ir más rápido que otro por cómo son sus piernas o por su forma de correr; en un maratón las apariencias no anticipan la calidad ni la resistencia.
El 10 en 49. El 15 en 1:14. El 20 en 1:38. Todo fácil de calcular en intervalos de 5; si no llego al 5 o al cero en el tiempo y no paso de 160 pulsaciones todo va bien. Y va bien!! Joder, va jodidamente bien. Me duele el isquio derecho y el talón izquierdo, pero son dolores francamente soportables, normales, asumibles.

Empiezo a pensar que quizá aguante. Quizá aguante.
Vamos Rafa. Quizá aguantes…

El 25 en 2:04.

Aquí pasa algo clave.

Vais a flipar:

En un avituallamiento se me moja el reloj (ese que mide por temperatura, os acordáis? Por eso os lo dije!!), no mucho, un poquito… y pierdo el control del pulso. Marca 80 pulsaciones. Va mal.
Acabo de tomar el primer gel. Me entra bien, lo noto fluir en la sangre. Giro hacia la Diagonal y al fondo veo la torre de Agbar. Inmensa recta de ida y vuelta. Decido que correré por sensaciones; hay leve subida, me dejo llevar.

Puede que aguante.

Estoy adelantando a muchos corredores. Extraño. Increíble. Esto no debería pasar.
Confuso imagino que he tomado mal una curva y me he metido en otra parte de la carrera que iba más atrás; eso, claro, es imposible. No me suena de nada la gente que llevo alrededor, los paso con demasiada facilidad.

El 30. 2:28. He ganado un minuto a estas alturas?? Si no habéis corrido un maratón, sabed que aquí hay una paradoja, que es que esto no tiene por qué ser bueno. Me asusto un poco. Busco la función de velocidad instantánea y en ese momento el GPS marca que corro a 4:15. Oh no. Oh no. qué coño estoy haciendo??
Lo cambio de posición en la muñeca para ver si engancha el pulso, y cuando lo hace marca 174 pulsaciones…
Te lo voy a poner otra vez: 174 pulsaciones. Oh no…

Aflojo bruscamente. Es demasiado tarde? Aflojo. Suave, suave…

A partir de los 164 latidos segrego ácido láctico; si es para un rato no pasa nada… para un maratón es una putada, una gran putada. Sé que pronto lo notaré, en los muslos, en los gemelos.
No me parará de inmediato. Pero me dejará resaca.

35 en 2:56… mal asunto. Ya me falta un minuto. El globo tiene que estar al caer… me giro y los veo a 4 metros, de color verde. No son globos, son velas aerodinámicas. 3 horas 30 minutos. Charlando, cómodos, con mucha gente alrededor sensata y constante, que ya saborea el final. Que ya intuye que aguanta. Me pasan en oleada. Los voy a intentar seguir hasta el estallido. Yo ya debería saber que esto, precisamente esto, no es una cuestión de cojones a pesar de que se diga a menudo. Esto es una cuestión de poder o no poder. Y dejas de poder en el momento en el que empiezan a amagar los calambres. Ahí ya no es aguantar el dolor, ni evadirse. Ahí es que como te pille mal un calambre te caes al suelo.

Paso a paso se alejan de mí. Me pongo triste; mi objetivo se aleja. Paso a paso. Después del 37 giran en plaza Catalunya y ya no les veré más.

A cada pisada me tiembla algo; procuro correr lo más rígido que puedo para que los músculos flexen lo mínimo.

Ya tengo esa leve cefalea que sube con cada impacto, toc, toc, toc. Cada minuto que consiga pasar trotando, aunque sea despacio es oro puro. Oro puro.

En el 40 hay 2 kilómetros en subida; es lo único que cabe en mi mente: subida, subida, subida, toc, toc, toc. Lo enfilo y se nota claramente. 3:24…se me escapan 4 minutos, chorreando, entre los dedos. Las certezas son absolutas.

Hago el avituallamiento andando. Alguien me grita que no pare mientras me pone una botella de agua delante, me mira a los ojos:

-   No te pares Rafael ¡! No te pares ¡!

Muy lejos, en una galaxia muy muy lejana, pienso que en el próximo en el dorsal pondré Rafa, no Rafael. En el próximo?? Pero tío, estás loco? No habrá próximo. Ya está bien. Qué vas a demostrar?? A quién? Para qué? Rafa… en el próximo Rafa. Me sonará mejor cuando me llamen así; da casi igual, pero me sonará mejor. Dios! Jura ahora mismo en voz alta que no habrá próximo!! Si no puedo hablar… qué voz alta? En el próximo Rafa…

Otra vez corriendo. Toc, toc, toc.

Cada toc es una sacudida de rayos en varios puntos, en ambas piernas. Todos por detrás: gemelos, isquios, glúteos… excepto los de los dedos de los pies que son delante.

AL tirar la botella de agua y abrir el brazo también me da un calambre, en el brazo. Estoy en el fondo de mí mismo.

Ahí abajo, todo vacío.

Paro a estirar; no voy a caminar. Dadme 7 minutos más por favor, que no salte nada por los aires en 7 minutos.

Un hombre joven me mira serio mientras me agacho. Está con su novia y con una niña de unos 8 años. Estoy seguro de que no es su hija, aunque la quieren. Quizá su sobrina. Es un pensamiento irrelevante, aunque lúcido y claro.

-   No me queda nada- le digo.
-   Claro Rafael!! Vamos ¡ya no te queda nada!! Un kilómetro y medio
-   No me queda nada dentro, a mí- contesto, se ríen.

Rafa, en el dorsal mejor Rafa.

Toc, toc, toc. Miro el reloj constantemente para saber el ritmo. 5:30. Me animo. Es importante no caminar, porque las distancias se hacen larguísimas (un kilómetro, un océano…). Así por lo menos es razonable el tiempo que queda de angustia, menos de 10 minutos.

Aparece Parra. Esta vez no lo he visto llegar. Se pone a mi lado.

-   Cómo vas?
-   Mal. Muchos calambres.
-   Acopla la pisada, bracea más, ayúdate – no le puedo contestar. Cada aliento cuenta. Sigue:
-   Eso que se ve es Plaza de España. Ahí giras y tienes la meta.

Toc …………..Toc……………………Toc…… …………………Toc

Ya no le puedo hacer ni caso, pero su compañía me reconforta.

Me caen rayos en las piernas, mil pirañas me las muerden; ya veo todas las pancartas. Joder esto es apoteósico, te sientes jodidamente olímpico. Ciudad olímpica, les quedó para siempre.

3:38. Si hay 500 metros más me voy a las 4 horas.

Volveremos al maratón, vaya si volveremos. Y en el dorsal pondrá Rafa, aunque eso da casi igual.

(Una pregunta: has leído esta historia por la palabra maratón, por la palabra decepción o por la palabra sexual??)

[SKIVO]

Rafa, he leído todo porque cada palabra que en este foro se escriba, tiene mi atención.

Grandioso relato, digno de una novela, que encierra los miedos, las incertidumbres y la dureza de esta gran prueba.

Volverás, claro que volverás, porque el veneno que impregna esta distancia, si se asimila, es adictivo, afrodisíaco y pertinaz. Me han fascinado también las transiciones, desde la confianza y la euforia, hasta la resignación,  pasando por la incredulidad.

Y te has permitido, encima, poner de cebo un título atractivo que ha conllevado a preguntas finales que inducen al sarcasmo.

Y, lo más importante, aún y en las circunstancias, has preparado, empezado y terminado una maratón.

Te agradezco que hayas dedicado tu tiempo a contármelo. Y vuelve y queda en paz si así lo crees.

[jules]

Grandes gestas, mejores tiempos, enhorabuena a todos por vuestra maratón, impresionado por el señor Kike, si señor, eres muy grande, ahora la señora Gacelilla es la mujer del Aguilucho y no al revés. RTorres, como siempre expresando sentimientos, gran crónica