[2018] V Maratón Vías Verdes Madrid (Arganda del Rey)

[Bounce]

Gente, me desmontero ante todos los que corriesteis el domingo pasado esta prueba, en unas condiciones climatologicas como las que hubo..... chapó 

[Julián11]

Gracias por mi parte Pablo, ahora las demás ya parecerán todas cuesta abajo.
Ahora dejo la crónica, que no va a ser corta, aviso, y siempre es muy personal.

[Julián11]

Va a ser el tercero seguido. Y en este no me libraré del frío. Recuerdo los otros dos, en carrera bueno, mejor o peor, pues vale. Pero la llegada en bus, salir al frío del exterior del autocar e ir a la salida me cuesta un trabajo horrible. Y ni sé de donde saco las ganas para hacerlo. Además, me gustan los maratones populares, urbanos, con mucho público, petado de corredores, es decir nada de lo que tiene este maratón. Pero es que en este maratón la organización pone toda su carne en el asador (bueno, en meta, concretamente butifarra asada, que sabe a Gloria), y se hace muy difícil no ir (no voy a más porque no son de asfalto los otros, y mis pies ya llevarían el sufrimiento a otro nivel). El recorrido es con subes y bajas, no me importa, salvo algún trozo que hay bajadas tan cortas y verticales, que has de hacerlas como si bajaras escalones.

La semana anterior, no entrené lunes por descanso, y al final tampoco martes. Miércoles sólo 17 km (y ya haciendo esfuerzo) porque me dolía la tripa (de haber cenado tres veces la noche anterior). Nada por la tarde, había que darlo todo el jueves, por la mañana 22 km sin tiempo para más y 120 minutos de elíptica por la tarde, que me vinieron bien para el fondo y tratar de desaparecer toda la grasa que pudiera. Viernes 25 km (2 de ellos con Diego García, él iba lento, tranquilo, rodando suave, yo al límite, a 6 min/km), bien, aunque las patas tal que asá. Acaban cansadas y ya descanso hasta el domingo, contra pronóstico bajo 1,3 kg en 7 días, no esperaba con lo no mucho que he hecho. Había pensado en rodar algo sábado por la mañana, pero ni de coña. EL mismo sábado me dicen, que como va a llover todo el tiempo y hará bastante frío, alta posibilidad de nieve. Y flipo. Y no sé si en ese caso se disputa la prueba igual o no. O hacemos un maratón indoor por los pasillos del polideportivo o algún otro invento.

Me levanto con la duda de si se va a hacer la prueba o no (si nieva, o lo hace muy intensamente, imagino no podrá hacerse). Voy hacia allí, llueve ligeramente y luego aprieta un poco más. No hay palabra alguna de que se plantee cancelar, así que hay maratón, y efectivamente va a estar remojado. No me gusta mojarme en carrera, también tengo miedo a que esté peligroso el piso, porque si resbalo la leche que me doy no va a ser de marca blanca. Me dicen que siendo asfalto no tiene por qué resbalar (aunque no soy un experto, no me lo creo). Subo al bus (ya casi lo perdía, no ha habido suerte y lo pillo) y busco asiento al final de todo, para al menos que vayan las piernas estiradas. También venía un poco depre, pues andando me noto la pierna derecha penosa, no quiero imaginar compitiendo (aquí podría añadir un montón de spoilers, pero me los voy a ahorrar).

Va lleno el autocar (creo que vamos todos en dos). Cuando llegamos nadie sale, me atrevo a hacer una prueba, salir a soltar pis con la chaqueta puesta, y flipo. Estoy helado, y eso con chaqueta, bufff. Al final si va saliendo más gente, a calentar, o a buscar un bar en la plaza de donde salimos. Yo me quedo, me acabo de poner crema tonificante, en especial en la pata mala, también vaselina, y estiro en el sitio, sobre todo las piernas, a ver si puede entrar en calor y no sufrir una vez la ponga frenéticamente en marcha (además este maratón empieza con una bajada, casi salvaje, con lo que ya salgo a mil revoluciones). No quiero salir. Por segunda semana consecutiva (tercera si incluyo en la que creía que mi pierna me iba a dejar tirado) antes de empezar me digo, que pasando del tema, estoy caliente en el bus, vuelvo al polideportivo con él, me pongo el chándal y me tomo 200 cafés calentitos o lo que sea. Pero no avanza esa idea en mí, seguramente el frío no me deja pensar con claridad (como si mis decisiones en verano fuesen acertadas), además con lo rácano que soy, lo tengo todo pagado, e incluso en esta edición la súper sudadera la dan al llegar a meta.

Finalmente sí salgo del bus, casi el último en salir, sólo queda Santiago Hitos, que siempre tiene menos prisa (cuentan que es uno de los más experimentados en llegar tarde, no se pierde un retraso, los pilla todos). Salgo a las 8:52 con David, el organizador de Valdebebas, y vamos hablando hasta la salida. Hace tan mal tiempo, que llevo un chubasquero de esos de plástico transparente que debieron darme en alguna meta. Que biruji que hace, y eso que se nota algo de protección con el plástico, malos momentos, quiero salir para poner a tope de revoluciones el cuerpo. Menos mal que siempre son muy puntuales, es una organización modesta, comparada con los grandes maratones, pero muy ordenada y cumplidora (suena a hacer la pelota, pero es la verdad), se lo toman en serio y hasta el último (especialmente los últimos) son importantes en su carrera (y no solo de boquilla). Ya he visto a varios forofos (Raúl, a potro creo que le veo, pero no me entero bien, Pepe Turón, el abuelo Caracol, Mario y algún otro). Nervios y mucho frío. Afortunadamente la salida no se retrasa.

Salgo casi de los primeros, porque hago ràpido esa bajada para salir del pueblo, Carabaña. Bajada, trato de controlar por miedo a resbalar, parece firme aunque esté mojado el piso por aquí, pero el respeto, miedo, o mejor dicho, visión de un futuro cercano, si me caigo me hacen mirar al suelo (spoiler de lo que me va a tocar hacer gran parte de lo que queda de prueba (unos 42 km aprox lo haré desde este pare centenar de metros que llevo recorridos). Voy bastante delante y tengo medio cerca la cabeza (son 3 cabezas) de carrera. Se acaba la bajada y giro de casi 180 grados, para hacer una larga recta de "palabra censurada" llano de ida y vuelta, aquí ya me pasan un montón en la ida (Capi y Potro, por ejemplo), y casi todo el resto en la vuelta. Sé que tengo que sacar buen crono en los 3 primeros km porque son muy favorables (el 1 y el 3), sé que no voy tan rápido como el año pasado, creo que empiezo el primer km más lento, y en el tercero lo certifico, casi 40 segundos más este año, 16m30s. Que quede claro que tengo muy claro que voy a tardar más, bastante más, el año pasado hice 4h17 y pico (se me olvidó mirar cuanto), y 4h22m hace dos años. Aunque no lo creo, tengo la esperanza de llegar al km 31 (más o menos es el fin de las subidas y empieza bajada), donde puedo rebajar el promedio de 6m y el pico que sea, con el que llegue ahí. La verdad es que la pata me está molestando, voy intentando cambiar la postura, lo mismo o más me molesta la lluvia, el frío molestar, no molesta, jode directamente (con perdón).

Ya entramos en las vías verdes propiamente dichas. No es un diluvio, pero llueve constantemente, y con el frío voy bastante incómodo, sumado a que me pasa todo el mundo. Tengo mucho respeto por lo que me queda, me siento solo e indefenso, y busco mentalmente algo que me ayude a progresar, recuerdo mal los parciales del año pasado (me los quería haber leído bien para echar cuentas de cómo llevaba la carrera en todo momento), pero me olvidé. Y en realidad, supongo que el mejor modelo de ritmos a intentar seguir deberían ser los de 2016 (cuando hice 4h22m), aunque me vaya a quedar lejos. Ahora estamos por un camino, que aunque con curvas, vas viendo casi 300 metros de corredores por delante, ya sé dónde cae el avituallamiento primero, a ver cómo llego. Me acuerdo del que me dijo que el asfalto no resbalaba, además de charcos, hay trozos de tierra en muchas partes encima del asfalto, y poco menos que son arenas resbaladizas, con mucho ojo al suelo voy en todo momento. Y así será la mayor parte de la carrera.

El km 4 en 22m26s y al 4,2 paso clavado con los letreros de km que faltan (al ser salida desde 3 puntos distintos, no son letreros de lo que llevamos sino de lo que faltan, para que sirvan también al 30 y la media). Recuerdo que en los primeros km coincidían, pero luego no. Llega el avit del 5, que incluso me he de parar para beber allí, las manos van incómodas, soy incapaz de irme con la botella (además de no haber una papelera, tendría que llevarla hasta el avit del 10), pierdo unos segundos, bebo agua, poca, que dejo encima del camión donde han transportado la comida y bebida, aprieto para recuperarlos y me sale por debajo de 6 ese sexto km aunque el letrero de faltan 36 sale a los 6,3 km (ya me han salido 100 metros extra en dos km). Aprovechando los corredores que tengo a la vista, cambio el ritmo para luchar por seguir detrás de ellos el mayor tiempo posible, a ver si llego a la media habiendo aguantado el mayor tiempo posible cerca.

Km 7 y 8 se nota que he cambiado (estoy yendo como si fuera un 10 km), es posible que lo acabe pagando, pues este maratón tiene dureza y mucha (el año pasado me desgastó mucho los sube y baja del 16-17 al 23), pero me arriesgo, además las ganas de llegar a meta son tremendas, y dejar este sufrimiento. Me estoy notando las cejas, el frío también se ceba en ellas, nunca había sentido que pasaran frío o calor. Se hace muy duro, no sé cómo se me ve, me veo rígido, aunque llevo 3 km de mucha mejora en el crono, incluso me acerco a los primeros que tengo por delante. Pero tengo que parar, mucha sensación de pis. Lo hago, y tarda en salir, como una estalactita, casi me la tengo que buscar, y tarda en empezar a salir, qué re-frío haberse parado, arranco con fuerza para intentar recuperar tiempo perdido y entrar en calor (este chiste no lo va a pillar nadie). Creo que estoy yendo a mejor ritmo que el año pasado, incluso recuperando el casi minuto de más que llevaba en los primeros 3-4 km.

Se me habían alejado con el parón, pero adelanto a unos pocos y no aflojo el ritmo, me da miedo, pero prefiero aprovechar el momento. Paso en 56m43s el 10 por mi gps (58m25s o así el letrero de 32 a meta), por tiempo voy muy bien. Pero es un infierno, queda un mundo para llegar, se acerca el avit del 10 y allí está Vicen, me dijo que estaría animando, se ríe y me anima y me grita que se ha quedado sin batería en el móvil para hacerme una foto (lo raro es que no se le haya quedado la batería sin móvil), luego sé que mencionaba lo tapadísimo que iba yo. Voy por debajo del tiempo del año pasado, pero eso a partir del 20 es papel mojado, sin petar te puedes ir fácil a más de 7 min/km y eso sin valorar con el clima que haga. Así que a seguir sumando km sub 6 (alguno he hecho de 5m35s). Y salen, se escribe rápido, pero se sufre mucho en cada uno, las manos no sé si llevarlas como lo hago normalmente, cerradas, apretándolas para que entren en calor o qué. Vamos todos fastidiados, cuando paso a alguien va siempre fastidiado por el frío, y eso que muchos van súper tapados. Para cuando faltan 30 km (qué ilusión poder ponerme en nada a falta de 20 pico), sobre 1h10m y poco que está muy bien. Si hiciera el resto a 6 min acabaría en 4h10m. Imposible porque el ritmo morirá, la Cementera hará sus estragos y los letreros seguirán separándose del gps.

Km 13 y 14 sobre 5m40s y otro adelantamiento, pero muy helado, no ha parado de llover, y la nieve, con el calor que me rodea, puede aparecer en cualquier momento. Pasamos un cruce de carretera con la guardia civil y algún voluntario parando los pocos coches que pasan para nosotros, está bien, porque le salva a uno de la monotonía del camino. Hay dos chicas (no son teenagers, pero todo lo que es más joven que yo… bueno, pues eso) animando, imagino que siguen a algún corredor que va por detrás de mí. Llego al km 15, a 27 de meta en menos de 1h27 (15,4 de gps), voy tremendo de bien, pero temo que me pueda quedar vacío y el tiempo no ayudaría. EN ese avit, y por miedo, paro más y trato de comer beber, sensacionales los voluntarios, con el frío que hace (hay un par de niños metido-encajados en la parte de atrás de la furgonetilla, estar parado, aunque vayas bien tapado debe ser un horror también, y todos con una sonrisa y la mejor predisposición a ayudarnos. A mí se me hace difícil hablar, lo que cojo, es con torpeza total (como algunos dirían da igual cuando leas esto, torpe en movimientos y hablando, todo el rato).

Arranco, y pasado ese avit nos cambia el perfil después de cruzar un puente, entramos por una esquina de la población, para salir de inmediato, todo para arriba. Es el primer km que se me va a más de 6 en toda la prueba (por gps), 6m20s. Me olvido, lo mío es seguir, que ahora va a venir un terreno, paralelo a la carretera (o autopista), aquí es donde hay subidas más tendidas, a veces menos, pero que sufro varias bajadas cortas y muy verticales, mejora el ritmo, pero son km muy castigadores con sube y baja, alguna bajada la hago casi como si bajara escalones, además creo que fue en estas zonas donde se me produjo lesión el año pasado en el tobillo. A partir del 18 incluso por debajo de 6, pues hay alguna larga recta o "palabra censurada" llano, que permite no se corte el ritmo. Llevo haciendo matemáticas todo el tiempo, llevo mucho colchón para tener opción a bajar de 4h30m. Del 18 al 20 tengo que parar a hacer otro pis, es horroroso, hasta que me la encuentro, porque estar, ha de estar ahí, y con la falta de sensibilidad en los dedos, es sacarla y parece un caracol, que se ha escondido toda dentro de sí misma. En fin (como relato erótico, esto no va a tener precio), hasta que le da por salir más tiempo perdido, me vuelve a adelantar un chico francés (mucho más tarde sabré que es portugués, lo bien que me entero hoy de todo), que le he tenido a la vista todo el tiempo, y nos hemos pasado varias veces casi siempre (por parón del otro), es muy regular de ritmo. Así que me sirve para enlazarle el ritmo y acabar pasándole de nuevo. Su ritmo es bueno, si mantiene y me acabará dejando detrás, pero mientras eso pase, todo eso habré ganado de ritmo y de distancia a meta.

Sobre 1h 57m el paso del 20 (1h55m41s de gps) ni me lo creo, me he dejado mucho, y he pasado mucho frío, sé que no he podido ir por frío (y molestias de la trasera de la rodilla que van y vienen, incluso la pierna derecha tampoco va muy de allá, hasta temo que me puedan dar calambres o lo que se les tercie, mucho antes de llegar a meta). Sobre 1h58m a 22 de meta, es una pasada. En el avit breve parada, vuelven a estar las chicas que nos animan (es decir, sigue en carrera y detrás mío, quien sea, al que están esperando), me he quedado con las ganas de decirles que hicieran una foto, por ver que aspecto debo llevar para el común de los mortales. Muy bien ese avit, aunque poco cojo, sólo una vez he pillado naranja y sí intento pillar aquarius, además de algo de agua (contra toda porra que se quiera montar para hacer apuestas, no me he tirado nada de agua por encima, ni siquiera he necesitado menear una nube, para estar constantemente regado). Geles tomé en el 7,5, 15 y 20 (y luego serán en 25 y 30), además de un par de pastillas de isostar que llevo. Ya estoy echando muchos números (entre los del tiempo que voy a hacer y los del tiempo que hace en grados, no hago otra cosa). Deseando llegar al letrero de 20, será descontar luego con el 1 por delante y ya me podré a falta de 18 enfrentar a la Cementera.

Paso la media de gps en 2h02m aprox y 2h03m y poco el oficial (no existe marca al respecto, son como unos 3 minutos menos que el año pasado). Inimaginable para mí, por completo (la media que hice en diciembre fue en 2h07m y aunque dura, el clima era muchísimo más benigno) , moralmente voy muy bien, pero como un corderito también pensando en lo que me espera y como estará mi cuerpo. Pienso por un momento que si doblase sería la leche, aunque eso es ciencia ficción, lo que queda es mucho más duro, llevo mucho desgaste, y las piernas creo que han sufrido mucho (ni consigo meter mi mano por dentro del pantalón), pero pienso que si no me derrumbo y puedo aprovechar que me queden fuerzas bajando la cementera, sí podría pelear las 4h20m o incluso las 4h15m. Desde el km 4 no me ha pasado nadie (claro que pocos debía tener detrás), así que creo que no he flojeado en ningún momento, aunque no me giro más que por determinados motivos (lo hacía cuando quería desalojar aguas menores, para no regalar espectáculo). Ahora incluso diría que tengo menos frío, aunque sigue lloviendo. Paso el letrero de falta de 20 km (llevamos 22,2 recorridos) en 4h09m y pico (muchas veces no puedo ver los picos, entre la lluvia sobre el reloj y las cataratas o miopía (cataratas queda mejor por seguir con tema de aguas, corto de vista sería más adecuado) no distingo lo segundos, que son más chiquitines.

Las cuentas son brutales, a 7 minutos lo que queda bajaría de 4h30m (y aunque en la Cementera me fuese a más recuperaría bajando, por fuerza). Creo que salvo lesión esa marca es imposible que no la haga. Decía yo que sentía menos fría, a lo mejor es que soy yo el que siente menos. No frío, lo que sea, pues veo que empieza a nevar, seguro que la postal es molt maca, pero eso me hace deducir que no estoy cerca de la temperatura de hace un par de semanas en el de Las Palmas (de como debo llevar las palmas, pero las de las manos, prefiero no pensar). Se hace duro, incluso en un tramo con algo de tierra, he de dar rodeo, porque es todo fango, casi resbalo, pero de bote en bote salgo vivo. Ahora ya entramos en otro pueblo, imagino es Morata de Tajuña, aquí sí atravesamos un buen cacho de la población, en el que también se vive alguna subida y bajada frenética, casi bajando y subiendo escalones (suelen ser cortitas, sólo la última que nos devuelve a la vií verde es más larga). La dureza está siendo mayor, y con tan los desniveles cortos se me acaba ir por debajo de 6 minutos en el 23 , pero casi (6m01s) y el 24 atravesando la población se hace mucho más duro, pero pensando en lo que me queda me hago una defensa mental para que no me aplaste.

Son sólo 3 partes, pues hasta el 24 y algo ni lo valoro (como si no hubiera que hacerlo), ahí tengo la subida a la Cementera, no me cebaré, aunque pierda algo más que el año pasado, así en la bajada ya desde el 31 y algo puedo lanzarme a darlo todo, eso me dejará en el 35 o 36 y con un buen balance de crono (sí, sí, me estoy haciendo el cuento de la Lechera, normal, yo eran fan total de la leche condensada), trataré de aguantar 2-3 km con el ritmo que venga de la subida, y ya estaremos entrando en Arganda que es último esfuerzo a meta. Fácil que lo flipas. Obviamente se me ha debido congelar alguna neurona, nada tiene que ver cómo lo describo a cómo es. Y nada tiene que ver cómo parece que es a cómo realmente va a ser (aquí el negro de Ana Rosa me dice que no sabe si he de corregir lo que digo, porque como no lo entiende no sabe si está mal o peor). Pero bueno, ya estoy saliendo del pueblo, km 24 es un km que se pierde tiempo, paso el letrero de faltan 18 en 2h22m y algo, la nieve no cesa. Las primeras rampas son bastante verticales, procuro no cebarme, aunque las inicio fuerte, el frío joroba mucho, y de lo poco que uno puede sentir, la impaciencia por llegar a meta es casi lo único que siento y deseo (porque que pare esta climatología no lo veo factible).

Km 25 2h26m08s de gps me parece una barbaridad de bueno, más por cómo estoy yo y por cómo está el día. El paso de faltan 17 a meta ha sumado 100 metros más de diferencia, (25,5 por el letrero). En el avit del 25 adelanto a una pareja que prefieren aprovisionarse bien parando (una voluntaria hace broma al verme llegar marchando, está encantada de la vida, alucino, pues tiene que ser un horror allí bajo la nieve y con esa escasez de calor sofocante que hay en el ambiente ). Algo tomo, pues voy a necesitar fuerzas, pero una vez más en la breve parada tomo algo de isotónico y algo de agua, ya me había tomado metro antes el 4º gel. Y a por la Cementera descarnada ya, a partir de ahora sin protecciones por el temporal, es lo peor de esa subida, detrás del viento tan duro que se abalanza sobre uno. Los metros parecen que no pasan, posiblemente la subida no sea muy dura, pero después de 25 km, con un viento constante en contra (como mucho te pilla de lado, pero martiriza lo mismo o más), y con frío (en este caso no es ya frío, es temporal duro), la subida es demoledora, parecen esos últimos km de la subida al Veleta cuando estás a más de 3000 metros de altura y llevas 6 horas dejándote el aliento y poniéndote moreno del sol continuo (aquí morenos no nos ponemos, vamos negros pero por dentro). El km 26 es eterno, no puedes levantar la vista del suelo porque iría a peor la cosa, me ha pasado el francés y le animo Allez, Allez (ya he dicho que luego supe era portugués). Me sabe mal, porque pienso habré bajado el ritmo. Pasamos un par de puentes, que me dan mal rollo, indefenso ante el temporal, tengo la sensación que un bufido más y caigo por uno de los lados. Además oigo (o eso creo, porque imagino que las orejas irán bien heladas) que se acerca la pareja que llevo por detrás (y si no, serían otros que vienen desde más atrás, casi peor). Todo pinta mal, menos mal que no puede ir a peor.

Sí sí puede ir a peor. Ya no nieva, por desgracia. Está empezando a caer hielo, granizo, que con el viento no es que caiga al suelo, llega como cuchillas de frente a mí, o cuando el viento entra por los lados, se me clava desde los laterales. Duele, es un suplicio, la cabeza muy gacha, decido que con todo, hay que salir de allí como pueda y cuanto antes, en un golpe de viento, me caigo a la derecha del camino (sin llegar al suelo), suerte que es un pequeño hueco de 30 cm o así, apoyar el pie me permite regresar al camino, aunque maldita sea la épica y la heroica, la sensación (si es que me queda alguna sensibilidad) de frío es hasta desmoralizadora, aprieto el ritmo e ignoro eso de guardar, he pasado el letrero de 16 a meta (7m02s el último km el más lento de toda la carrera, hasta ahora). No me puedo imaginar a nadie que con esto pare, le puede dar algo a uno el quedarse pardo, el granizo no para y duele en cada golpe que te da (no peligra lo físico, pero debilita y hace más dura aún la subida). El viento es fuerte, aprieto mirando el crono, pero en los próximos km poco lo voy a mirar, eterno km uno tras otro, el granizo no afloja, se hace insoportable, pero como va uno a plantear abandonarse, no hay puerta para entrar en ninguna cabaña con súper alfombra y un fuego acogedor. Aunque levanto poco la cabeza, en algún momento veo un corredor a lo lejos, lo acaba de pasar mi amigo franco-portugués, y me fijo el reto de llegar a él, en muchas curvas le pierdo de vista, se eternizan los metros, y las cuchillas de hielo siguen castigándome (bueno, a todos, aunque imagino que los que van muy tapados en eso sí me sacan buena ventaja). Una buena noticia sí que hay, tengo que intentar levantar la vista para ver por dónde viene el coñac, porque en cualquier momento aparece un San Bernardo con el barrilín de coñac (si es whisky también me apaño) al cuello, o el o el Yeti, porque aquí seguro nos aparece alguien, ¡Vaya día! Esto va a ser dantesco.

Km 27 y yo que trato de pensar, que sólo 15 a meta, que ya falta menos para que se acabe esta pesadilla de subida, muy jodido de dolores (el ritmo lo veo bien, normal pongo todo lo que tengo por salir de allí cuanto antes), lo he hecho en 6m50s. En esta subida no hay valor para echar cuentas del ritmo a meta en qué marcas llegaría ni nada de eso, solo dejarla atrás. Los manguitos negros están llenos de manchas blancas (al principio con la nieve, aunque caía no cuajaba, al menos en la vía verde, que todo hay que decirlo es de color rojo, algún daltónico le pondría el nombre). 6m50s ha sido el km 27. Y de ahí al 28 otra eternidad igual, mismo parcial. Parece que no se acabe nunca, es eterno, y el sufrimiento se eterniza (me hace recordar Ben Hur con su doblaje antiguo cuando la hermana y mamá de Judá están ya leprosas y una dice Dios mío, cuanto padezco. Pues algo así en mi caso, pero sin que me escuche nadie en ese momento). Dan muchas ganas de levantar un brazo para proteger al menos la cara de los golpes de granizo, pero el braceo es más penoso e incómodo y por tanto imagino que más lento, y lo dejo. A procurar agachar la cabeza al máximo, incluso a ratos llevo un solo ojo abierto, pues tengo miedo que alguno me de los ojos (para los ojos también soy un tiquis miquis incluso y ya además de al chico que veía me acerco a varios más, imagino cómo lo están pasando por cómo lo estoy pasando yo (incluso me imagino que deben pensar con el frío que tienen de mí, que voy medio en bolas, por decirlo así). Al pasar el 28, tenemos, aunque sea escaso, algún momento sin viento, es otra cosa, cuando pasa eso cambia mucho la cosa, levanta uno la barbilla.

Si no cae una lesión que lo impida o me caigo redondo, a meta llego sí o sí, no estoy pasando lo que estoy pasando para quedarme a medias, el 29 casi en el mismo tiempo, 6m52s y pienso que falta muy poquito, he alcanzado a varios corredores, 3 o 4, y acabo pasando delante, yo me siento que estoy haciendo esprint y me animan y les trato de animar yo (tengo la boca mal, por la falta de sensibilidad). Creo que en algún momento, un chico más bajo se pone detrás mío (imagino que por el viento y los cuchillos helados), no me molesta, aunque le va a costar porque busco acabar ya con esta puñetera subida. Algún descansillo hay, de viento quiero decir, durante este km por fin deja de granizar y vuelve a nevar, menuda diferencia, aunque ya lleva uno todo el cuerpo muy castigado, dolorido, agarrotado, y poco menos que congeladillo de sensación de frío. Pasamos por unas torres de esas que llamaba Gila de alta traición, y hay un ruido muy raro arriba, pero no sé qué es, pues no puedo mirar, no me arriesgo a levantar la cabeza con todo lo que viene de frente. En nada estaremos en km 30, aún quedará por subir, pero lo que es el tramo de viento, lo peor lo hemos pasado (o eso me parece), trato de alegrar el ritmo, se hace más llevadero el ritmo, pero el sufrimiento ya no desaparece. Las piernas las llevo más la trasera de la derecha, pero la izquierda tampoco es que vaya bien, los km y el frío la han castigado mucho también (hoy llevo más castigos que cuando iba al cole, que recuerdos más tristes cuando me castigaban sin salir al patio, era lo peor). He acabado dejando atrás a los otros corredores, no me alegro por el hecho, sino porque interpreto que mi ritmo va bien

El km 30 de gps lo paso en 3h00m22s me parece brutal, aunque soy consciente que la fuerza y energía que he invertido en estos últimos km no son recargables. En 3h 03m y algo el letrero de 12  meta. Sólo 12, pero nada menos que 12. A ver si en poco rato puedo ponerme a bajar y me planto en el 35 que serían sólo 7.

Me tomo el último gel (creo que me ha ayudado a desentumecer la boca por dentro, al menos algo) y en un pequeño túnel está el avit del 30, creo que hay un corredor allí que ha decidido abandonar, (no lo sé, pero creo que ahí es punto final de la carrera para alguno más, si han vivido así la Cementera) trato de beber algo, pero no paso de un sorbo de isotónico y otro de agua, ha habido un par de rampas hacia abajo que igual me sirven para arreglar el tiempo del próximo parcial. Peo eso sí, la nieve (ya no me encuentro granizo) y el viento pegan fuerte y cuesta y duele, pero mi objetivo es el letrero de 11 a meta, cada vez que veo un letrero sumo vidas. Y acabo llegando a ese punto. 6m19s de parcial está mejor, pero aún seguimos con sube y bajas. Paso un chico que va despacio, y me da la sensación que lo hace por el frío, creo que así tendrá más frío, le doy ánimos aunque no sé si me oye, tampoco sé si me los da él no oigo nada. Finalmente letrero de faltan 10 y llevo sobre 3h17m el km 32,2 lo paso ya con 32,6 de gps). Puedo bajar de 4h20m pero he de aprovechar ahora la bajada, no creo salvo que salgan muy bien que pueda bajar de 4h15m. Lo había llegado a pensar antes de la Cementera, pero será que no. Da igual, estoy luchando muy fuerte contra todo.

Bajando la nieve está fastidiando bien (aunque no duele al golpear), sólo miro el suelo, y esquivar algún charco, pero sobre todo trozos con tierra, que producen más patinazos. Salvo alguna rampa de más desnivel, me doy cuenta que no noto que esté bajando, supongo que las fuerzas y la rigidez (o lo que sea) de las piernas impiden aplicar la fuerza en bajada, y me siento como si fuera en llano. Estoy muy agradecido a las zapas (a las que tengo que llevar al médico, porque se están empezando a abrir, y antes de que el agujero llegue a más habrá que parchear), no me han dolido los dedos, bueno, supongo que no me han dolido, porque tampoco es que note nada por ahí. Estas New Balance 1500v3 me han salido muy, muy bien (y me quedan dos pares en casa, si no pierdo ninguno, igual me hacen todo el año de competición más bastantes entrenos, que en mi caso es una kilometrada), ya toca que algo me salga bien. Me sorprendo viendo el avit que suponía del 35 antes sobre el km 33.Me da igual, paro lo muy mínimo, y poco bebo, para que voy a querer más agua, o sólidos, con la de agua sólida que me estoy tragando.

Pues lo dicho, con la tontería ya estoy a falta de 9 km. Muy fundido por el tiempo, pero con el caparazón de Robocop a aguantar lo que me echen hasta meta. Las ganas que han dado tantas veces de parar, de dejarlo, de no estar ahí ya no tienen hueco en mi cabeza. 3h23m ha sido en 6 muy poco, no tengo capacidad para aprovechar la bajada, pero sigo todo lo fuerte que puedo, el viento azuza y otro par de puentes dan inestabilidad al notar el viento golpeando. El 34 es algo más rápido, y aunque esté lejos de hacerlo a 5 y poco, en 5m46s es quitarle algún segundo al ritmo de 6 minutos. Del 34 al 35 por tercera vez paro a hacer otro pis, me sabe mal, pero es lo mejor, me cuesta un mundo por falta de sensibilidad abrir hueco entre el pantalón y mi pierna, lo consigo, incluso saco el utensilio que uso para deshacerme de líquidos amarillos, y hago algo, lamentablemente en el proceso tardo. Cuando acabo tiro con todas mis ganas a por el km 35 que lo paso de gps en 3h31m y a falta de 7 por debajo de 3h35m. haciendo lo que queda a 6m30s estaría peleando las 4h20m y he de aprovechar que aún queda algo de bajada (en ese km por el pis, no gané casi nada a los 6 min/km). Quería coger una de las tabletas Isostar que llevo, pero veo que va a ser complicado, no tengo sensibilidad para abrir la cremallera del bolsillo trasero del pantalón, y me llevaría un ratazo, si además debo abrir el envoltorio con los dientes, puedo tomarme la tableta con el desayuno del lunes, ya si eso en otro maratón me las tomo. En un cruce están las dos chicas que he ido viendo varias veces por el circuito, deduzco que a quien esperan es a alguien que no puede ir muy por detrás de mí.

Consigo hacer en poco más de 5m30s el 36 y el letrero a falta de 6 me hace sentir que voy con alas (seguramente la percepción de fuera diste mucho de eso, pero me regalo esa ilusión). Creo a falta de esos 6 son 3h40m más unos segundos. Ahora ya no estoy en terreno de bajada, eso seguro (antes sabía que había trozos que así y que no, pero no los distinguía). El 37 cae en algo más de 3h46m. Si pudiera mantener el ritmo sería la leche he hecho algún adelantamiento más y un chico a buen ritmo me sirve de referencia ya que me resulta imposible llegar a él. E repente no muy al fondo está la cuesta del hospital (el último punto duro de la prueba), creía que estaba en el  39, pero es en el 38, paso ese km 6m10s y sólo 4 a meta, a intentar no perder comba en este km que será malo, por esa cuesta, muy pronunciada y algo más larga de lo que la recordaba. En cuanto se acaba ya estoy dentro de la ciudad voy con todo el frío del mundo, pero ya sólo hay una determinación, mejorar la marca del año pasado. Lo malo, es que no la recuerdo exactamente, fueron 4h17m y algo pero no recuerdo si mucho o poco. Así la meta es bajar de 4h17m que garantiza mejorar la marca, ya veo 3 chicos a lo lejos, y los usaré de referencia para machacar al máximo el ritmo, los alcanzo antes de lo que creía, pues se ponen algún rato a andar. El gps me marca en el km 40 4h01m16s y me parece que no soy yo. Llego a sólo falta de 2 sobre 4h05m y lo tengo ahí, ahí. Por desgracia viene una bajada para pasar por debajo de un puente, y voy tan castigado de piernas que en lujar de apretar parece que baje los escalones como la Estela Reynolds. Me pasan fácil, habían arrancado finalmente los 3 chicos y corren más rápido que yo, no me importa que me pasen y trato de engancharme al último (luego veré que uno de los 3 era de los 30km no del maratón), aunque se me van un poco al principio, les aguanto cerca, me parece que voy rápido, igual me cuelo, y es que vamos hacia abajo, l final a falta de un solo km , me veo pegado a las 4h17m y pienso que podré con ellas (4m57 en km 41).

Ya se me han ido, adivino por mis recuerdos lo que queda, es un llano (luego creo que era un poco falsete y debía picar la última recta para arriba), y ya tengo la recta larga, quedará una curva a la izquierda y a los 50 metros entrar en el estadio, hace un rato que cambió la nieve por lluvia, no lo he mencionado, pues ni recuerdo en qué momento fue. Los últimos km me ha podido más los nervios por la marca (que el maratón no sea homologado me da igual, de hecho me fío más de esta medición que de la de otros homologados) que por el frío que seguía pasando y lo lamentable que debía estar físicamente.

Sólo 500 metros, miro el reloj, pero ni me entero de lo que veo, estoy a punto de llegar a la curva, en el último edificio hay un bar, voy a girar, y de repente un grito, sale alguien de estampida en el bar. No, no es Yoko Ono que viene a declararme amor eterno a mí, como hizo con Puigdemont, tampoco es Pamela Anderson, pues nada más abrir la puerta del bar me habría dado un pechazo de haber sido ella. Es Javi (De la Cruz, no es que sea mi cruz o me la lleve, es el apellido, a ver si porque yo me llame Iglesias y él De la Cruz, va a parecer que tenga que haber rollo), que nos conocimos después de la media de Guadalajara (nos presentó un señor del cine mudo que corre y entrena solo), es uno de esos seres humanos que siempre quedan bien (no como el que yo veo las raras veces que me peino), que ahora será embajador de Mapoma para un maratón que van a hacer en Madrid o no sé dónde. Pues eso, sale corriendo en estampida (que envidia de ritmo) y me anima como un cosaco, y me acompaña, no recuerdo que me pregunta y le digo que mi objetivo es bajar de 4h17m (a mí al menos me da vergüenza ajena como suena mi voz, la hipotermia debe haber llegado hasta las amigas de las amígdalas), supongo que le sirve para animarme pero poco más, pues evidentemente ni sabe el tiempo que llevo de carrera. Rampa de entrada al estadio, hay que joderse, 2-3 segundos que pierdo ahí fijo, la subo como si fueran peldaños. Y ya en la pista, Javi no para de animarme, se lo agradezco, y me da mucha vergüenza la molestia que se toma por mí, además va corriendo sin dificultad (él se ha cascado 30 km empezando a la misma hora que yo, y pinta que el clima habrá sido similar) y yo voy asfixiado buscando esa marca, a poco menos de 200 metros oigo que el speaker debe hablar de mí, dice no sé qué de un marchador (ya digo que voy afectadillo, si ya de normal no oigo 6/5 partes de lo que me dicen, ahora menos.

Ya recta de meta, y Javi se aparta, para que llegue solo a la meta, espero no perderme, y voy a llegar y ya veo que no por debajo de 4h17m. Y meta, al fin. Me dan tiempo bruto (no hay neto oficial) de 4h17m112s (1-2 segundos menos sería el neto) y ya está, se acabó (la mejor marca de los últimos 24, no hacía menos desde Mapoma, y sólo hice 2 en 2017 con mejor marca). Me encantaría dejar de pasar frío, no sé, creo que el speaker me dice algo y me choca la mano y llega Javi que me refelicita otra vez, le digo que ya me ha visto en acción (por decirlo de alguna manera). No, no he bajado de 4h17m pero si hubiese habido una porra de mi marca, ni de coña hubiese apostado por esta marca. E fotógrafo también me felicita, gracias doy. Ha sido duro, pero duro entre lo duro. Y la he soportado y he hecho una marca muy decente para mí. Me acompaña al avit de meta, antes una chica me para y me felicita muy seriamente por la carrera que he hecho, no estoy seguro, creo que es una de las dos que estaba en muchos puntos del circuito. Lo agradezco, estoy congelado, emocionado, abrumado y además creo que oigo maldiciones contra mí, son mis piernas, que dicen que esta vez sí que se van a hacer un brexit, que me aguante Soraya o quien sea. Las comprendo, sé por lo que han pasado antes, lo que han pasado hoy, y lo que supongo van a seguir pasando. Ya que son piernas, que menos que el derecho a la pataleta. Ya me las imagino junto al dedo incorrupto de Santa Teresa, las patas no  despedazadas del marchador ese.

Bueno, pues en el avit de meta no tenían cerveza (lo pregunté porque en los dos primeros que hice sí había, en el último no), no pasa nada. Me Cojo un plato con butifarra y unas chips 8sabe a gloria, huele a gloria y calienta estar cerca de él), y doy cuenta de la butifarra mientras Javi me acompaña al guardarropa y vestuarios. Me ha regalado unos últimos 400 metros muy dulces (yo había llegado a pensar si se presentaba mi viuda con los hijos varones, en plan sorpresa, pero con ese tiempo, era más que dudoso, si ya era dudosísimo sin mal tiempo), muy honrado, entramos dentro, me felicitan algunos, si fuera peludo, seguro que parecería el Yeti o algo así, no sé qué pinta debo llevar. me habría gustado saludar con calma a Raúl, pero no está, supongo que todo el mundo ha llegado hace una semana, aunque luego me entero que no me han sacado tanto). Nos dan la bolsa, la coge Javi (a duras penas puedo con el plato, de hecho creo que me he comido la butifarra rápido, sobre todo para que el plato de papel pese menos), y entramos al vestuario, no sé muy bien qué debo estar hablando, creo que le doy las gracias, estoy hecho polvo, ya empiezo a temblar con regularidad (en carrera no tenía tiempo para eso), me quito los manguitos, siento bastante dolor en las axilas, el roce (y eso que dejo los manguitos alejados de la parte de arriba del brazo porque sé que me pasa con ellos puesto), contrariamente a lo que dicen los románticos no hace el cariño, hace rozaduras, que me lo digan a mí (luego alguna más por el pecho, secundaria y de rozaduras poco más esta vez). Las pierna, me tengo que sentar me duelen, y las noto castigadas por todos los lados. Me dice Javi que estará en el bar y vaya a tomar una cerveza, antes nos hacemos foto, es la que he puesto en el twitter, no estando Robert Capa  en la subida de la Cementera para haberme hecho una, esa me está muy bien para poner en twitter, y recordaré siempre el regalo final a meta que me hizo Javi.

Se va y me quedo comentando la jugada con el francés, y es ahora cuando sé que es portugués y de Lisboa (ha hecho 5 minutos menos que yo, tremendo). Me cuesta cambiarme, mucho frío, ni siquiera busco agua fría en la ducha esta vez. Loco por ponerme la ropa. Lástima no haberme puesto los cascos mientras lo hago, porque el frío me tiene bailando de tanto tembleque, y al menos haberlo hecho con una canción que me gustase. Todo eso tarda, pero finalmente acabo, al salir recuerdo que no había pillado bolsa de finisher, no es que lo recuerde, es que veo a muchos con la bolsaza Aneto, me la dan y trae la estupenda sudadera la organizadora que me sonríe y felicita, hablamos que estamos de acuerdo en que ha sido un día muy duro para todos (pero la organización por su parte no ha fallado en nada, buenos unos radiadores en la Cementera y cerrar allí las ventanas para que no entre aire, podían ir mirándolo). Me voy contento con lo que he hecho y cómo lo he aguantado, con la organización y con la sonrisa de otros corredores. Esta vez no me quedo al fisio, el agradecimiento, más las ganas de tomarme la cerveza con él (la otra vez fue más apresurada) me hacen elegir esta opción, sin contar que igual cuando vieran mis piernas en vez de darme un masaje me enviasen a Lourdes.

Voy al bar, veo que está con amigos en una mesa al lado de la puerta (por dentro, si llegan a estar fuera me doy la vuelta, que sigue lloviendo y haciendo frío), al entrar me aplauden los 5 (son Jorge, Antonio, Diego y Juan), incluso el señor del bar me está aplaudiendo (supongo que ni sabrá el motivo), y me siento, me hablan y les cuento, creo que lo del granizo no lo ha vivido todo el mundo (me alegro por todos los que se hayan librado), los 5 han entrado juntos en meta en el 30 (bueno Javi ha llegado 9 segundos después, sin duda para ocupar él solito todo el espacio de la foto). Me tratan muy bien y van a hacer los 5 el maratón de Sevilla (2h47m51 han hecho aquí, así que supongo estarán por debajo de las 4 horas). Me tratan muy bien todos, como que debo parecerles un personaje o algo así (lo que viene siendo un tipo raro para dar ambiente). Ahora cuando quiern desconocerme a ver cómo lo hacen, un total recall que les borre los recuerdoss, es lo que van a necesitar. Quedamos para seguir cerveceando en Sevilla. Mientras hablo, tiemblo tanto que Antonio me coge una mano entre las suyas (no, no se haga nadie ilusiones que esto acaba en boda, no me va a declarar su amor) y me empieza a calentar (la mano, claro), a ver si deja de bailar, efectivamente consigue que entre en calor, incluso luego lo hace con la otra. Qué frío he pasado hoy. Nos despedimos después de un ratillo corti-largo y quedamos que antes quedaré con Javi un día en el Retiro, que estará de vacaciones. Ha sido muy agradable. Ahora al metro, hace frío, pero tapado es ya otra cosa, ya no me puede pasar nada malo. Bueno, o sí, a pesar de conocerme el camino al metro, como voy muy tapado, no me entero y me desvío, me toca hace más de un km extra, que sin ganas y llegando tarde a comer con la familia (es fuera de casa, y los restaurantes cierran cocinas, también).

43,63 km me ha dado. Calculo por casualidad que 154 ppm (es lo que me da el aparato, pero ha ido mal toda la prueba porque la banda del pecho está ya peor que yo (debe llevar más de 20 maratones, más de 2000 km y no sé cuántos días de elípticas) y lo mismo se pone a 45 pulsaciones que a 190. Si es por el gps incluso he hecho algo menos de 4h14m30s a los 42.195 metros. 55 de 75 llegados a meta, parece que salimos 101, ha habido abandonos, hipotermias, ha sido muy dramático, sólo que nadie lo ha visto, me temo que habrá algún punto como el avit del 30 que han debido ver llegar a gente desesperada. Me han dicho que algún viaje de ambulancia hubo. Espero que todo el mundo recupere bien. Los que las circunstancias les hayan impedido acabar no han de preocuparse, son corredores populares, no tienen que estar obligados a ir al extremo y la salud es lo primero. Hay que saber usar el cerebro (yo si tuviese uno en buen estado, lo usaría). Me voy con el cuerpo desastrado pero la ilusión por todo lo alto. No me quiero imaginar cómo habrá visto lo que es un maratón a alguien que se estrenara con éste. Y ahora el sábado otro, sin saber lo que tardará en recuperar éste mi cuerpo (bueno, maratón sábado y una media el domingo, menos mal que la media dicen que es dura, para ir más distraído). Si ya hacía poco caso, cuando me decían que debía entrenar igual cuando llovía o el tiempo que había no me apetecía, ahora puedo ser un peligro al responder, si me lo vuelven a decir. Sé que debería ir algo más tapado, pero voy incómodo en ese caso, ya me costó ponerme los manguitos, no me importa abrigarme mucho, pero no para hacer ejercicio, no digo que sea lo correcto, pero así ha sido.

Es el maratón número 77 (más 6 de distancia superior) y 3º de este año. Cada vez me gusta más competir, menos entrenar. Y lo que viene siendo vivir la epopeya, casi que no lo necesito, más días como el de hoy no. Ni me puedo imaginar lo que sería en un mes hacer 4 seguidos como este. Los de las espartan races nos van a dar la risa. Los de hoy debíamos ser los #EspartanosdeArganda que es un nivel muy alto (que no vale para nada y que ojalá no se repita). Si cuando digo que cada maratón es una aventura, no digo tonterías (debe ser la única vez). Si pilla esto Julio Verne, hubiera duplicado su obra literaria. En fin ya está y a recuperar lo mejor posible. Ha sido una carrera en la que ha habido de todo lo peor, bueno de todo no, Karmele y la Rahola no han estado repartiendo besos. Lluvia, nieve, granizo, viento serio, y frío para no estar aburridos.

Todas las veces que he mencionado lo de los pises, tenía que parar para hacer uno (ya está todo normalizado y no cuesta ni encontrarlo ni desenfundar) y cuando hablaba de los avit (que poco bebí en carrera, sorbitos cortos y pocos cada vez) alguna aceituna. Porque escribiéndolo también lo he pasado mal, sobre todo, como no podía ser de otra forma en la Cementera, también se me ha hecho largo escribirlo. Creo que he sido afortunado de de poder vivir y haber peleado esta batalla.

Si alguien lo ha leído entero hasta aquí, no sé si darle las gracias o pedirle disculpas, creo que un poco las gracias, y que sepa que así es como lo he vivido, mentira más, mentira menos (no, no he dicho ninguna mentira, al menos a propósito).

En casa veré que el tiempo del año pasado fue de 4h17m52s, así que 40 segundos menos, en neto este año, sería exacto un segundo menos por km.

[kikeng]

Madre mía, qué crónicas! A mitad de la lectura de la de Julián me han entrado ganas de coger una manta y echármela por encima para seguir leyendo.

De verdad que es alucinante lo que habéis logrado con sólo poneros en la línea de salida. Esta carrera no la olvidaréis fácilmente. Yo también me quito el sombrero 

[roc111]

Felicidades por vivirlo y por contarlo tan bien...
Me ha encantado lo de "espartanos de arganda" , date prisa, porque seguro que alguien lo registra !!,para nosotros queda lo que vivimos el pasado domingo.
A mi también me encantaría conocer el punto de vista de un debutante en la distancia, pero no creo que haya nadie tan loco de debutar en este, jeje.
Ahora toca recuperar y a seguir dando guerra..

[djpseudo]

Pues nada, os pongo por aquí mi crónica de tan magno evento. No, Julian, me pilló en tierra de nadie. Había un avituallamiento como en el kilómetro 20 que era en un túnel. De ahí en adelante no ví ningún sitio donde guarecerme.


Hola a todos.

Os escribo con una tazita de caldo Aneto en la mano porque sigo destemplado. Hoy ha sido una carrera con cosas muy buenas y cosas muy malas. Las segundas son las que me han hecho retirarme, las primeras son las que me harán mejor corredor en el futuro. Eso es lo que tengo más que claro a las 20.04, unas 9 horas después de retirarme en carrera.

Sigo con mi preparación de las 6 horas de Pinto con el objetivo de hacer al menos 72 kilómetros. Llevo varias semanas ya por encima de 100km y lo que me queda por cortar aún. Los 30km de hoy del Maratón de las Vías Verdes de Arganda eran un primer test enfocado tanto al ultra de Pinto como de cara al segundo objetivo del año que es el Maratón de Berlín.

Mi idea rondaba en un tiempo entre las 1.55 - 2.00 como algo orientativo, a un ritmo entre 3.50 y 4.00 el kilómetro. Quería probar un poco mi estado de forma en una competición larga ya que llevo desde los 15km de Titulcia de principios de Noviembre sin hacer nada más que carreras de 10k. Pero el entreno de todos estos meses quería verlo dar sus frutos en una competición. Y hoy era un buen test.

Sobre el papel una carrera en via asfaltada, con sube y bajas, con una buena subida de 4-5 km y con más sube y bajas. Mi idea era salir en torno a 3.50-3.55 y ver cómo iba la cosa. Sé que no es una carrera numerosa y que, bien por fechas o por localización no va mucha gente ni de un nivel especialmente fuerte.

Me recoge Jaime a las 06.40 y salimos a Arganda en mitad de una lluvia más o menos intensa. Aparcamos cerca de la salida y tras ir varias veces al baño para hacer asuntos personales y tomarme una pastillita de sales nos metemos al bus que nos lleva a Perales de Tajuña, puesto de salida de los 30km. El trayecto lluvioso pero nada especialmente escandaloso.

Diez minutos antes decidimos salir a pegarnos un trote. Había leído que haría frío y fresco hace, pero lo que veo en ese momento es una fina lluvia de estas que llaman "calabobos", se van abriendo un poco las nubes y parece que apunta a que no va a llover especialmente. En ese momento llevaba puesta la camiseta térmica, otra camiseta encima, la gorra, la braga, dos pares de guantes y dos pares de calcetines. Pantalones cortos porque con las mallas lo paso realmente mal con la lluvia. He corrido muchas veces con lluvia fina y sé que es algo que más o menos se va evacuando.

Decido dejar el cortavientos porque sé que voy a salir rápido y prefiero no tener que cargar con él si voy a salir rápido. Cuento con algo de lluvia, y algo de frío pero pienso que luego se abrirá un poco el día. Y no, no se abrió. Se cerró, le echaron varios candados y tiraron la llave bien lejos.

Salimos, empieza a llover un poco más pero en el kilómetro 2 más o menos vuelve a ser lluvia fina. Estos dos primeros kilómetros la cosa sale algo por debajo de 3.50 / km (3.46 -3.48), me pongo en tercer lugar pero me dejo atrapar por una pareja que van de palique. Así que me quedo un rato a verlas venir. Veo que dicen que van demasiado rápido y al saltar el kilómetro 3 el gps dice que vamos a 3.54. Creo que me interesa acercarme a por el que va segundo en ese momento y no dejar de ir muy lejos al primero.

Le pillo en el kilómetro 4 al chaval que va segundo que literalmente va en camiseta de tirantes y pantalón corto. Le atrapo, le sobrepaso y se me pega a la espalda. Levanto el pie y en este tira y afloja del kilómetro 4 y 5 nos vamos a 3.51 y 3.58 /km. Veo que el primero nos sigue metiendo distancia. Así que decido cambiar y empezar a meter todo lo que pueda por debajo de 3.50 /km hasta la subida que empieza en el 12 y acaba en el 19 con una pendiente macachona del 2-4%.

Dejo atrás al tercero y me enfoco en intentar no dejar ir muy lejos al primero. Veo que se aleja pero sé que en la subida puedo recortarle más adelante, pegarme quizás en los últimos kilómetros y probar suerte. Estos kilómetros desde el 6 salen todos en 3.50 o algo menos. Consigo llegar al kilómetro 10 en 38.25, que es el ritmo que quiero llevar más o menos.

Voy motivado y tranquilo, las sensaciones son buenas, la lluvia sigue cayendo pero es más o menos soportable. Estoy convencido que en algún momento perderé algunos kilómetros a 3.55 o 4.00 en la subida, quizás más pero luego podré recuperarlos. Pero esto va bien, solo llevamos un tercio y me conozco ya mis ritmos.

Pero llega el primer aviso. Kilómetro 11. Entramos en Morata de Tajuña. Y me digo que es un buen momento para meter un gel. Voy a echar mano de él y noto que la mano derecha no me responde bien. Intento quitarme los dos guantes con la izquierda y no lo consigo. Tiro de "dientes" y consigo coger el primer gel, pensando una estrategia de tomarme el gel un poco antes de la subida para luego notarlo en ese momento. Y meterme un segundo gel de cafeína en torno al 22-23 para el sprint final.

Cojo el gel y veo que me cuesta un horror sacarlo del portabidones que llevo con un bolsillo interior para llevar geles y barritas. La mano no responde, los guantes están calados pero no tanto como para que tenga la mano así. Se me cae el gel al suelo, lo recojo y miro para atrás, pero no veo a nadie.

Sigo, intento tomarmelo con calma, cojo una botella de agua del avituallamiento y me meto el gel con calma dejo que el kilómetro se vaya a 4.35 y empiezo a oír que mi perseguidor se acerca. Bueno, el primero ya no le veo así que parece que la cosa va a ir de intentar conservar el podium. Levanto el pie para que me coja y mientras intento meterme de nuevo los dos guantes de la mano derecha. No hay manera. Consigo meter uno, el otro lo tengo que dejar por imposible. La mano izquierda empieza a no responder.

Empiezo a preocuparme, me quedo a 10 metros del chaval de tirantes con el que llevo este tira y afloja y veo que vamos todo el rato a 4.30/km. Bueno, no va a ser hoy una gran marca pero es lo que toca. Veo por el retrovisor que el que sería el cuarto no viene lejos.

Van pasando los kilómetros, algún kilómetro a 4.15, otro a 4.20, otro a 4.30. Paso por otro avituallamiento y cojo isotónico, noto que el gel que me metí no está haciendo el efecto esperado. Me van doliendo los brazos, algo que normalmente no me ocurre. Aquí ya empieza el aguanieve, y según subimos empieza el panorama a empeorar a marchas forzadas. Entra aire y aprieta el frío. Llevo desde que ha empezado la subida con una molestia en el vasto externo del cuádriceps derecho. Es una especie de aviso que me indica que los cuádriceps se pueden quedar en fuera de juego. Pero eso es algo que me ha ocurrido en los maratones a partir del 35-36.

Estamos ya por el kilómetro 17, sale a 4.40 y la aguanieve ha pasado un rato a ser granizo y ahora ya es abiertamente nieve con ventisca. Me estoy guiando por las piernas del chaval que llevo delante. Pero ver, lo que se dice ver, no veo un carajo.

Los dos vastos externos se han ido, los cuádriceps empiezan a no responder y me quedan 13 kilómetros. NO estoy muy contento pero sigo a 10 metros del segundo. El chaval cuarto se nos está echando encima. Veo que seguimos en 4.40. Quiero pasarle a los dos pero veo que no hay manera que las piernas están dejando de responder y pierden velocidad. Bueno, pues a mantener.

El cuarto ya está a escasos metros de mí, pasamos por el kilómetro 19 en 4.36 y por fin se acaba la dichosa subida. Empezamos a llanear en el 20 hasta llegar a un túnel con otro avituallamiento. Y de repente el chaval de tirantes se echa a un lado. Se apoya sobre la mesa y niega con la cabeza. Hasta aquí ha llegado el pobre :-(

Vuelvo a estar tercero porque el que venía por detrás ya me ha cobrado como víctima. Bueno, quedan 10 kilómetros, voy a ver si puedo aguantar otros 5 y luego quizás al final puedo hacer un cambio. Me meto un segundo gel porque veo que esto se puede hacer muy largo. Se me va yendo el segundo puesto, pero apenas unos metros. Sale el 20 en 4.36 y el siguiente en 4.24.

Y aquí empieza ya la petada. Corta, precisa y brutal. Ahora viendo el indicativo de pulso de Strava el pulso en principio era lo normal, 160 en 3.50 y unos 145-150 en 4.30. A partir de aquí todo fue ya cuesta abajo hasta la retirada para acabar los kilómetros en apenas 125 pulsaciones.

Se aproxima otra pareja y me animan pero no hay manera, les dejo ir. Pasa otro chaval como una bala y me pregunta que si es todo bajada. Me cuesta reaccionar para responderle. Noto que las manos ya no van, y los cuádriceps deben de ir en automático. Lo estoy empezando a pasar fatal. Kilómetro en 4.53 en bajada, mal asunto. Intento animarme y pensar que el segundo gel hará efecto, hay que tener paciencia.

Sigue nevando a lo bestia, empiezo a dejar de mirar al frente y ya solo voy mirando al suelo. Me van pasando más corredores en grupo o en solitario, me animan y a algunos me va costando contestarles. Empiezo a dejar de sentir los pies, no noto las pisadas, me he vuelto a poner la braga por toda la nariz y las orejas porque no dejo de sentir frío, intento mantener algo de calor respirando aunque se me empañen las gafas y no vea un pimiento.

Sale el siguiente kilómetro en 6.03, ufff, con esto yo no contaba. Veo el cartel de que quedan 7 kilómetros y no veo por aquí ningún sitio donde guarecerme del frío y la nieve. Si voy a este ritmo pueden ser los 40 minutos más largos de mi vida. Empiezo a pensar que esto puede ser un verdadero tormento. Intento enfocarme en buscar alguna sensación buena en el cuerpo, algo que me distraiga. Pero veo que no hay manera. Empiezo a mover los brazos a lo bestia, me paro un momento a intentar ponerme el guante que me había quitado pero no hay manera. Vuelvo a arrancar y veo que el gesto de correr ya no me sale.

Debacle total. Me doy cuenta que llevo ya un párpado dormido. Me pasa Jaime que me pregunta cómo voy solo le puedo decir: congelado. Es la última vez que puedo hablar con alguien, noto que las mandíbulas se me han endurecido y me está costando hablar.

Pienso que hay que seguir, aunque sea despacito, que estoy conociendo mis límites con unas sensaciones totalmente odiosas pero que en el siguiente avituallamiento habrá una mesa o un sitio donde parar y pedir una toalla o algo. Quedan 6 kilómetros, y sale el último a 6.55. No puedo correr, tengo que ir trotando, no tengo piernas, no tengo brazos y me estoy desesperando. Estoy literalmente calado, la nieve ha bajado un poco pero sigue siendo aguanieve. Desconozco la temperatura pero la sensación térmica es de -5 o -10. Estoy reventado.

Intento centrarme en algo, intento secarme algo del sudor frío con la braga. Me fijo en la barandilla de madera por la que estoy pasando al lado y veo que me dice el cerebro que me acerque, que la agarre. Me estoy mareando y estoy que sé que no puedo parar, al menos hasta el siguiente kilómetro. Llevo un rato que no me he dado ni cuenta pero voy hiperventilando, la respiración totalmente desacompasada, intento mover todas las partes del cuerpo que puedo pero la sensación cada vez es peor.

Estoy a punto de caerme dos veces. Me he metido ya hace un rato el tercer gel de cafeína a ver si consigo meter algo de energía pero es que no siento nada. Veo a lo lejos el cartel de que quedan 5 kilómetros. Me centro en llegar al cartel, me da igual todo, tomo el cartel de referencia, y empiezo a notar que el eje horizontal me va fallando, es como si el cartel se moviera de lado a lado. Aquí ya sale la cosa en 7.15.

Intento parar, pero no lo consigo el cuerpo va como en automático, me sigue pasando gente pero ya ni les oigo. Intento controlar la respiración pero siento que va a su aire, nunca mejor dicho. Estoy ya en un ritmo completamente ridículo. Y veo en un lateral un coche de Protección Civil. Me quedo mirándoles y se baja una chica. Y les digo que no puedo más.

Así que para adentro. Me tengo que retirar porque ya no puedo ni hablar ni mover el cuerpo ni centrarme en nada, estoy haciendo el idiota bajo la nieve. Me ponen una manta térmica y me voy quitando la ropa más mojada. Tras darme unos pocos masajes consigo entrar algo en calor, hasta que viene una ambulancia, me ponen en la camilla pero estoy ya bastante consciente en el rato que han tardado en llegar me he recuperado.

Hablando con el camillero me dice que es normal lo que me ha pasado que por suerte lo hemos pillado a tiempo porque si no podría haber acabado en el hospital entubado. Que cuando se desacompasa la respiración e hiperventilas da igual que seas Usain Bolt que caes en barrena y no queda otra que retirarse.

Tras llegar al polideportivo y recoger la bolsa del ropero ducha extra caliente y vuelta a la vida. Algo de avituallamiento y para el coche. Luego ya he visto la clasificación y el primero que había salido a 3.35-3.40 acabó en 1.55, a ritmo de 3.50 que era lo que yo andaba buscando. He revisado sus carreras y en la única que coincidí con él le saqué medio minuto en un 10km, pero bueno, esto ya es como el cuento de la Lechera, lo que pudo ser y no fue.

El resultado es el que es, un abandono. Pero la parte positiva, es la siguiente:

- He conocido mis límites he conseguido leer lo que me pasaba y he intentado motivarme para llegar a un punto en el que poderme retirar.
- No conozco a ningún corredor motivado que le vayan bien todas las carreras y jamás se haya retirado. Así que ya me tocaba.
- Sé que en invierno estoy limitado en cuanto a rendimiento así que para la siguiente temporada seré super super super selectivo en las competiciones, quizás 1 ó 2 y el resto a entrenar y hacer base para primavera (Marzo a Mayo) que es donde me va mejor.
- He ido pensando que hay mil millones de carreras y que en esta tocaba pinchar. No he sabido leer el clima y la clave podría haber sido el cortavientos. Aun así el primero iba sin cortavientos, yo que sé :-)

Lo negativo:
- Las he pasado mal no, lo siguiente. No se lo deseo a nadie. El resto es totalmente accesorio a estas alturas. No me siento frustrado, he hecho lo que pude y cuando el cuerpo y mente dijeron basta hay que hacerles caso.

Ale, fin del ladrillo, la siguiente carrera será en 3 semanas, la Media de la Latina, a ver qué conseguimos hacer....

[Julián11]

Lo siento Rafa, entiendo lo duro que era, para mí los que yo llamo #EspartanosdeArganda somos todos aquellos que nos metimos en la línea de salida. Luego, si en un maratón normal no se sabe lo que puede pasar, en esta prueba y en este día mucho menos (sea para la mm, el 30 o el maratón).
En el circuito recuerdo que hay una ambulancia después de un puente, faltando de 6 a 8 km (no recuerdo seguro ahora), justo antes de una curva a derecha. En ese avit del túnel, faltando 12km debió parar bastante gente, y el siguiente, en lugar de a los 5 km estaba a los 2 y pico y por tanto hasta 2 de meta no había otro avit.
Según lo que cada uno sea, igual esta prueba va mejor o peor, no soporto las pruebas con mucho frío y lluvia, y prefiero los maratones urbanos, con mucho corredor y mucho público y sin embargo el "resultado" parece que fue positivo.
Yo abandoné en un 10 km en septiembre, cuando toca toca. Replantéate lo que te estás replanteando. Busca hacer lo que te apetezca, sean 2 o 22 al año. El anticristo del corredor se puede presentar en cualquier esquina, y no por hacer más o menos pruebas.
Mucha suerte en la siguiente y que nos vuelvas a hacer otra buena crónica como esta (la crónica es buena, lo malo es que la historia no te hace feliz). Ni se te ocurra perder la moral de vista, que a las velocidades que vas, somos otros los que te perdemos de vista.

[roc111]

Tú crónica me ha puesto la carne de gallina.. y refleja fielmente el tiempo que nos hizo. Obviamente la salud es lo primero, eso no hace falta ni decirlo, y levantar el pie, en este caso, es lo más inteligente.
Fuerza para lo que está por venir !