Autor Tema: [2017] IV Maratón Vías Verdes Madrid (Arganda del Rey) (Leído 28980 veces)

memcom

Muy buena tu crónica Julián11 !! .
Lo parte del autobus y el tormentón que nos cayó , me hizo acordar a la peli "ocho apellidos vascos" cuando Dani Rovira entra al País Vasco.
https://www.youtube.com/watch?v=9gX3tA0bfVk

Blage82

Sé que es un poco tarde para colgar esto, pero nunca es tarde si la dicha es buena:
Quedé con Skivo antes de que pusieran las calles para llegar a Arganda bien de tiempo, el día amanece muy feo, amenazando con que nos va a caer lo peor y 30Kms así pues no molan nada.
Al llegar allí, nos damos cuenta que podemos ir a recoger la bolsa antes, así lo hacemos y dejamos las cosas en el coche para cuando regresemos de la aventura que nos espera. Nos encontramos con Santiago Hitos (este hombre es incombustible), con Julián11 y con Capi, que siempre hacen agradable estos momentos de espera antes de cualquier carrera. Mientras esperamos a que nos dejen acceder al autobús, de repente se rompe el cielo y empieza a jarrear como si no hubiese un mañana, nos resguardan en uno de los módulos del polideportivo, dónde nos encontramos con José Luis de los Beer, Forrest Gump y con su amigo Iñaki que también se suman a hacer el recorrido de los 30k.
De camino a Perales, cae granizo, lluvia, el cielo está negro… “va a estar interesante”, los que vamos en el autobús rezamos para que cambie el tiempo, y se nos concede el milagro. Antes de que dieran la salida, vemos que el cielo empieza a aclararse, será por el viento que hace y que nos va a acompañar todo el trayecto (de un majo que espanta, oye). Pistoletazo de salida, somos pocos para lo que estamos acostumbrados y enseguida nos quedamos solos Skivo y yo. Pedro se ofreció a acompañarme y al haber entrenado muchas carreras juntos, yo lo necesitaba como apoyo moral en esta carrera, iba a ser dura y él siempre consigue que no me venga abajo, aunque no me lo diga, él tira y yo me obligo a seguirle, ya me conoce, conoce mis caras, aunque por lo general pasa bastante de ellas… xD
Ya en el primer avituallamiento vemos el abanico de alimentos que nos vamos a ir encontrando, desde gominolas a frutos secos pasando por la fruta, igualito que en Valencia y esto está medio metido en todo el monte. Lo que leí en los últimos días de este recorrido es que eran 18k picando para arriba, pero de primeras se iban llevando bien, pues eran mini toboganes todo el rato, aunque sí es cierto que no llegábamos a bajar del todo para poder recuperar, pero hicimos lo que pudimos para recuperar en esos desniveles. En el segundo avituallamiento me dicen que voy 5ª, en ningún momento me he planteado hacer podio en esta carrera, yo vengo a hacer mi entreno… pero Pedro sabe que me han dado un aliciente y huele la sangre desde muy lejos. Al entrar en Morata, Skivo me avisa de que ahí está la 4ª levantando la mano y haciendo bailar los 4 dedos de la mano, me sonrío “pero que de verdad, que no busco nada, Pedro”, no me oye, o hace que no me oye, la pasa y al poquito la paso yo, el hacerlo en una carrera que es todo cuesta arriba, se hace un poco angustioso, además que no sabes si te has despegado de la persona que acabas de rebasar, pero para eso tenía a Pedro, que de vez en cuando miraba para atrás. Según la expresión de su cara, ya me puedo “relajar” la tenemos bastante lejos. Seguimos subiendo con un viento que no invita para nada a estar relajado, ya que el sonido durante toda la carrera del viento, es bastante molesto.
Llegamos a una parte más interna donde el carril bici por donde estamos corriendo se adentra haciendo unas curvas, dándote a conocer parte de lo que te queda por delante, antes sólo veíamos poco, no se podía adivinar a lo que te ibas a enfrentar hasta que no lo tenías ahí; en este momento Pedro ve a la tercera y me hace el gesto de nuevo, el de sacar a bailar los dedos. Esta vez no estoy para nada motivada el ir a por ella, aparte que solo noto subida, su vida, subida… y mis piernas empiezan a quejarse, pero aún así consigue que vayamos dándola caza, al pasar esta zona, nos encontramos con una más despejada, donde el viento se nota más, tanto que hay veces que tengo que intentar que no me lleve hacia la derecha del carril bici. “Esta va a ser la zona de la cementera, fijo”. Pedro ha dado alcance a la tercera, que se protege detrás de su acompañante para poder evitar el viento, así que voy a tener que pasar no a una, si no a dos y encima ella tiene el beneficio de haber ido descansando un poco, pero nada, ya que estamos aquí habrá que apretar, cuando llego a casi su altura, veo que la chica en cuestión empieza a echarse encima de mí, haciendo que me tenga que abrir más para poder pasarles y recorrer así algunos metros más “pues mira que iba a tomármelo con tranquilidad, pero por esta guarrada… pues ya me he encabronado” y ya sí que les paso como alma que lleva al diablo y me pego a Pedro, me ve y sonríe… “qué malo eres, jodío”. Llegamos a uno de los avituallamientos, cojo plátano y algo de chocolate –no hemos consumido ningún gel-. Según salimos, la pierna derecha me da un calambrazo, intento acallarla como puedo, pisando de otra manera y va remitiendo… seguimos subiendo con la cementera a la izquierda. Al pasar la “preciosa estructura”, vemos que hay un operario que nos grita, en un principio no me fijo mucho, pero nos está animando diciéndonos “vengaaaaaaaaa!!!!, que solo os queda un poco y ya vais cuesta abajo!!!, mucha suerte en el Maratón”, la verdad que no creo que ese día este hombre trabajase mucho, aún faltaba que pasasen los de Maratón por ahí… en fin, esperamos que así sea y ver la cuesta abajo, de esto que me suelta Skivo: “joder, pero cuándo vamos a dejar de subir?”, me entra la risa floja…
Nos cruzamos con varios ciclistas que nos dicen que ya no nos queda nada para empezar a bajar, pero es que esa bajada que tanto nos prometen nunca llega… y por fin… uffff, menudo alivio para las piernas, para la cabeza, para nosotros enteros, que nos dejamos caer, al ir más resguardados el viento desaparece, lo que nos da un break más que merecido y vamos cogiendo velocidad, comentamos, sonreímos, pero algo recuerdo que me dijo Carlosrunner que había una cuesta nada más llegar, así que le digo a Skivo que prefiero reservar algo, él también afloja en su descenso, vamos observando y admirando el paisaje, ese puente que parece que te vas a caer cuando pasas, las vías de tren colocadas en una ladera junto a un merendero, parece que estamos en otra carrera, pero el viento vuelve a hacer que nos pongamos en guardia, llegamos a una recta muy larga, donde hay un fotógrafo, saludamos, sonreímos y seguimos, y ahí está, la maldita cuesta del hospital… Pedro la sube tan “pancho” y a mí me cuesta Dios y ayuda, pero tengo que seguir, no nos podemos venir abajo en la primera cuestecita que nos ponen y más habiendo metido 18K de cuesta constante; al llegar arriba Pedro me felicita por haberla sacado, y ya estamos en Arganda, nos quedan poco más de 2k para terminar, y a mí se me está haciendo largo de narices, la pierna sigue dando por saco, pero acorto zancada y voy apañándome, vemos el último avituallamiento y me pregunta Pedro si paramos, le digo que como pare, no vuelvo a arrancar, que si quiere pase él. Prefiere acompañarme, ponerse delante e intentar tirar de mí los últimos metros… vemos a lo lejos el acceso al estadio y nos pasa el primero de Maratón (menuda mala bestia), subimos el repecho de entrada a la pista de atletismo “ya está, ya hemos terminado y sin este hombrecito, no hubiese conseguido ni la mitad”… cruzamos el arco de meta bajo la atenta mirada del speaker que nos bautiza como “los guapos de la prueba” jajajajajajajajaja. Nos abrazamos, le doy las gracias y al poco aparece la chica que pasé como cuarta, nos felicitamos. Nos fuimos para la zona del ropero, con José Luis que llegó al poquito que nosotros, nos cambiamos y fuimos a por nuestra butifarra, para ver a los nuestros como llegaban y recoger el trofeo :P…

Quiero volver a gradecer a Pedro toda la paciencia que tiene y ha tenido conmigo tanto en la preparación de Valencia, como en la de Barcelona… bueno y en todo, siempre. El 60% de este premio es suyo (el 40% mío, que alguien tiene que mover las piernas!). Gracias por todo

Dar la enhorabuena a todos los que consiguieron terminar esta carrerita de las naricitas…