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CALENDARIO CARRERAS POPULARES Y COMENTARIOS => Maratones => MARZO => Mensaje iniciado por: Julián11 en 19 Diciembre, 2018, 20:07:31 pm

Título: [2019] VI Maratón Vías Verdes Madrid (Arganda del Rey)
Publicado por: Julián11 en 19 Diciembre, 2018, 20:07:31 pm

      
VI Maratón Vías Verdes Madrid (Arganda del Rey)
(https://www.forofosdelrunning.com/Carreras/Imagenes/Defecto_Carrera.jpg)
Domingo, 24 de Marzo de 2019
Hora: 09:00
Pais:
Provincia: MADRID
Población: Arganda del Rey
Lugar de la salida:  Plaza de España (Carabaña)
Lugar de la meta: Estadio Municipal de Arganda  - Arganda del Rey
Distancia: Maratón
Web oficial: https://www.maratonviasverdes.com/es/madrid/info-basica
Cuota de inscripción: 42,90 € (más autobús opcional 6€)
Enlace a inscripciones: https://www.maratonviasverdes.com/es/madrid/inscripcion
Otros datos de interés: También 30 km, media maratón y por primera vez 10km.
Cambio de fecha, antes el el infierno que fue la última edición.
En la inscripción, es posible reservar plaza de autobús para el traslado a la salida de cada carrera desde Arganda del Rey por 6,00 €. Horarios de salida del autobús:
Maratón: 7:30
30 kilómetros: 7:40
Medio Maratón: 7:50
Dto inscrip si has hecho ediciones anteriores.
Título: Re:[2019] VI Maratón Vías Verdes Madrid (Arganda del Rey)
Publicado por: Julián11 en 19 Diciembre, 2018, 20:12:09 pm
Inscrito, 6 euros de descuento por haber participado en ediciones anteriores (no sé si el dto varía según el número de ediciones, creo que no).
No aparece ninguna info sobre la prueba de 10 km (imagino que es un copia y pega).
El 19 de febrero cambian precios.
RECOGIDA DE DORSALES:
-Miércoles 20 de marzo – 10 a 14 y 17 a 20:30h – ALCALÀ DE HENARES - Centro Comercial El Val, Local 123 (Deportes Evolution), C/Valladolid 2, Alcalá de Henares

-Jueves 21 de marzo – 10 a 21h - MADRID - Centro Comercial Alcalà Norte, local 66 (Deportes Evolution), C/Alcalá 414, Madrid

-Sábado 23 de marzo – 18 a 20 h – HOTEL AB ARGANDA DEL REY , Avda de Madrid 47

-Domingo 24 de marzo  – 6 a 7 h - Ciudad Deportiva Príncipe Felipe de Arganda del Rey;,c/ San Sebastián, 6-8. Después de esta hora, siendo totalmente rigurosos, no se entregará ningún dorsal. En ningún caso se retrasará la salida de los autocares por la entrega de dorsales del domingo. Se aconseja recoger el dorsal los días anteriores.
Título: Re:[2019] VI Maratón Vías Verdes Madrid (Arganda del Rey)
Publicado por: Julián11 en 19 Diciembre, 2018, 20:14:25 pm
Por la fecha, esperamos que el frío no sea como en todas las ediciones anteriores (en la última el tiempo fue infernal, pero en las anteriores siempre mucho frío o mucho frío y lluvia).
Me imagino que como en todas las ediciones, aunque no lo pongan en la bolsa del corredor, el viento en contra durante toda, o casi toda, la prueba irá incluido en el precio del dorsal.
Título: Re:[2019] VI Maratón Vías Verdes Madrid (Arganda del Rey)
Publicado por: kikeng en 19 Diciembre, 2018, 21:45:21 pm
Menuda fecha! Coslada, Segovia, 15k Metlife y no sé cuántas más... Parece que se avecina otro super-domingo con casi más carreras que corredores  :focus:
Título: Re:[2019] VI Maratón Vías Verdes Madrid (Arganda del Rey)
Publicado por: Shinchanido en 08 Marzo, 2019, 13:48:24 pm
En la inscripción puse como lugar de recogida del dorsal "la zona de meta".Estarán todos los dorsales disponibles en los otros puntos de recogida??o cómo podría solicitar el cambio de lugar de recogida del dorsal??q ir a las 6 de la mañana a Arganda a recogerlo me mata
Título: Re:[2019] VI Maratón Vías Verdes Madrid (Arganda del Rey)
Publicado por: Mangli en 08 Marzo, 2019, 19:38:11 pm
Inscrito a la de 30 km.  ;DD como tirada larga para MAPOMA  :drinks:
Título: Re:[2019] VI Maratón Vías Verdes Madrid (Arganda del Rey)
Publicado por: Julián11 en 09 Marzo, 2019, 00:44:22 am
En la inscripción puse como lugar de recogida del dorsal "la zona de meta".Estarán todos los dorsales disponibles en los otros puntos de recogida??o cómo podría solicitar el cambio de lugar de recogida del dorsal??q ir a las 6 de la mañana a Arganda a recogerlo me mata
Contacta con la organización para saberlo.
De todas formas yo lo he recogido varias veces a las 7 o 7 y poco sin ningún problema.en la salida.
Título: Re:[2019] VI Maratón Vías Verdes Madrid (Arganda del Rey)
Publicado por: Julián11 en 09 Marzo, 2019, 00:48:09 am
Inscrito a la de 30 km.  ;DD como tirada larga para MAPOMA  :drinks:
En mi opinión es tirada de calidad. Aparte los varios km de subida a la Cementera, antes hay varios km que considero son algo rompe piernas, subidas y bajadas cortas que castigan lo suyo, además de castigar el ritmo.
Título: Re:[2019] VI Maratón Vías Verdes Madrid (Arganda del Rey)
Publicado por: Julián11 en 30 Marzo, 2019, 11:46:35 am
Dos semanas desde Barcelona, pero cuando he vuelto a Madrid he debido pillar el virus (alguien lo tenía, o algo muy parecido, en casa) que circulaba cariñosamente por muchas partes, así que ni puedo salir a entrenar, ni de casa. A final de semana mejora, pero no lo bastante, y me tengo que saltar la media maratón de Ciudad Universitaria, de la que Roberto Taradete me tenía ya preparado y recogido el dorsal (por cierto, eso de que hagan descuento a profesores y alumnos, pero los padres de alumnos pagan dorsal entero, está muy feo, siempre les toca pagar a los padres)

Me recupero bien, pero ya el martes, que hago 18 km por la mañana, y por la tarde de las 2-3 horas de elíptica no paso de 15 minutos. No encuentro fuerzas morales para entrenar miércoles ni jueves (es posible que mi cuerpo sea más listo que yo, que tampoco es muy difícil). Sí salgo viernes, hago una media maratón con ritmo penoso, pero mejor que nada, por la tarde al final descanso, porque los dedos de los pies se hacían un poco puré. Así que el sábado repito (no debería entrenar), y hago otra media, pelo menos hiper lento, y dedos de los pies igual de machacadillos). Algo es algo, y con eso me toca presentarme al maratón.

Es el maratón de las vías verdes de Arganda, el único de vías verdes que es todo asfalto (al menos actualmente). Conozco el recorrido por hacerla en 3 ocasiones, mejorando marca cada año, 4h22m, 4h17m48s y 4h17m12s, en la última (de la que me quedé orgulloso, porque hizo un tiempo como nunca me he tenido que tragar en una prueba). Todos van a quedar mucho más bonitos que el que supongo haré este domingo. El recorrido me lo conozco bastante bien, aunque siempre lo he hecho con frío, que ayuda (salvo el año pasado, porque eso era otro nivel) a las marcas, y supongo que pasaremos bastante calor (poco resguardo del sol directo, por no decir ninguno). No creo que el fondo me sea problema, porque incluso en el 31-32 cuando más vacío se queda uno hay 5-6 km de bajada que ayudan, aunque antes del 24 al 31 se sube un pequeño Tourmalet que lo normal es que sea con viento en contra (en este maratón el viento en contra va incluido en el precio del dorsal), pero más agradable que el año pasado (viento en contra y granizo era devastador).

Voy por la mañana en metro, hasta donde acaba la línea regular, y en el mismo andén coges la continuación hasta Arganda, pues haciendo un sudoku, no me doy cuenta, y como al llegar a la última parada inicio el recorrido de vuelta, no me entero, hasta que pasan 3 o 4 estaciones. Calentón, y pitando al andén contrario. Voy muy justo, pero la suerte me acompaña y llego a tiempo (he pasado un mal rato, por fortuna poca espera en los metros, que a esas horas puede haber mala suerte).

Recogiendo el dorsal veo a Antonio Huerta y Lola Garrido, y luego a Mario Márquez (120 maratones con el de hoy) con su hermano, que quería conocerme, porque me ha visto en varias carreras (y yo que a veces creo que esa es una razón para no conocerme), Antonio López y creo que algún corredor más (voy contrarreloj, pendiente de llegar a tiempo al autocar).

Un poco de guasa en el bus con Mario y su hermano y con Antonio y Lola, nada que ver a cuando es en febrero, que va uno tapado hasta las orejas, incluso en el bus, apurar y apurar en el autocar, algún estiramiento, puesta de cremas y esperar, hasta que al final ya da para ir con el tiempo justo a la salida. Subo a la salida con Carlos Barranquero, que está haciendo un reto de 16 maratones en 12 meses (esta es la 5ª), con el fin de concienciar sobre la tartamudez. Llegamos arriba, últimos estiramientos y último pis, nada que ver la temperatura con la de otros años, de hecho, aunque hay algo de fresco, ya el sol está ahí arriba para quedarse.

Dan la salida, no somos muchos, menos de 100, veníamos todos en un autocar, y alguno en coches particulares. Los primeros metros son una bajada pronunciada a la salida del pueblo, aunque la suelo hacer rápido, este año  creo que algo menos, porque la considero peligrosa, y un piño bajando no es recomendable. Llegando abajo hacemos un ida y vuelta por una calle a pie del pueblo, aquí me acaban de pasar casi todos los corredores (menos uno). Y luego otro ida y vuelta por un camino y carretera. Como no está Santiago Hitos, pienso que voy solo, aunque hay un corredor por detrás, bastante detrás.

Ya en km 3 nos ponemos por la vía verde, el primer letrero que veo, me sorprende, pues indica que faltan 38 km (como hay varias distancias en las que se sale de distintos puntos, los letreros siempre indican los km que faltan para llegar a meta), es decir que llevamos 4,2 y mi gps me da 3,8. Seguro que no llevamos 4,2. Supongo que lo recuperaremos en siguientes letreros. Aunque cambia el circuito, es en los últimos 2-3 km dentro de Arganda, aquí debería estar todo en los mismos sitios de otros años.  Primer avituallamiento, y el sudor me cae ya en los ojos, y  trato de alejarlo continuamente, sea con la mano o los tirantes de la camiseta. Y sí, hay más cosas, las piernas me están rozando, y temo no haya tal vez vaselina en los avituallamientos. Me coloco continuamente la pernera del pantalón, y en muchos momentos trato de apretar, cuando puedo ver a los corredores que me preceden en algunos tramos.

Voy también con respeto por las bicis, que en las dos últimas ediciones no había (o casi no había) por el clima, y tan soleado, puede estar bastante lleno hoy. EL km 5 lo pasé en 30.15s (por gps, si fuera por letreros sería el 5,2 y en menos tiempo, cosa que no me creo). He de intentar no perder mucho del ritmo de 6 minutos hasta el km 10 8ya había perdido 30 segundos entre km 3 al 5). 1h01m22s y ya los km de gps se van acercando a lo que pone en los letreros.

Después del km 10 dejamos el camino tan solitario, para llegar al segundo avituallamiento, ahora ya con parada medio breve (el primero nada más empezar nos llevábamos la botella de agua puesta). Ya me hecho agua por la cabeza, son más de las 10 y en todo el camino no hay forma de pillar sombras. Pregunto si tienen vaselina (estoy desesperado de los roces, sólo de pensar tener que aguantar eso hasta meta ya se me cae la moral al sótano), pero no tienen y me ha dado la sensación que igual será en los siguientes puestos de avituallamiento. Acabo de beber y echarme, me llevo una botella (que en 200 metros habré terminado), y no sé la razón, pero me saco la camiseta de dentro del pantalón para llevarla por fuera (hace un tiempo que suelo hacer eso, pero después de pasar la media maratón), a los 100 metros, no debo saber gran cosa de la física (ni de la química), deja de rozarme, y aunque sigo teniendo molestilla por el roce que lleva, ya es otra cosa (no entiendo que poniéndome la camiseta por fuera deje de rozarme, al menos ya sé por qué no me rozaron nunca hasta los 24 años).

Voy un poco más alegre por ello, divisando de cuando en cuando al corredor anterior (ahora es otro). Justo antes del km 15 cruzamos la carretera (siempre hay algún voluntario, junto a la guardia civil que hace que paren los coches para que pasemos) 1h33m24s pero a estas alturas (creo que culpa algo de mi reloj) ya cada letrero que paso va más parejo (Faltan 27 y mi gps marca el 15). Me sorprende que el avituallamiento no está en el mismo sitio, está unos 200-300 metros más adelante (hasta ahora el circuito es 100% el mismo). Tengo que parar y bebo y me echo bastante, pido botella, porque con los vasitos no voy a ningún lado. Hay que tener en cuenta que lo que necesitábamos y cogíamos y cómo en febrero del año pasado, nada tiene que ver con este año.

Arranco, no me importa, perder unos segundos. Llegamos a otra población, Perales si no me equivoco, y ahí cogeremos lo que llamo las vías rojas, es suelo rojo todo el rato. Y van a venir con un perfil como esos trenes de los parques de atracciones, con subidas y bajadas constantes (muchas bajadas son muy cortas y pronunciadas). Veo que alcanzo a un corredor, haremos varios km con la carretera a nuestra izquierda, pero en la más absoluta soledad, no es que antes hubiera gente, pero algún coche o casa había de vez en cuando. Al alcanzar al corredor, me quedo sorprendido, se sale del camino, y baja por el terraplén a la carretera. No sé si es que se ha hartado de subir y bajar (sólo llevamos una subida-bajada en este tramo, pero bonita era) y pretende ir por la carretera, o es que quiere abandonar, que no tendría ningún sentido, pues bajarse a la carretera no le lleva a ningún lado, tendría más sentido retroceder 400 metros del camino a la población que casi atravesamos.

Bueno, pues me quedo sin adelantamiento, y con la clara perspectiva de no ver a nadie en el horizonte. El crono empeora, porque hay muchos tramos de subida, y algunos de bajada, son tan cortos, que la haces frenando y con temor de lesionarte (me lesioné hace dos años en un tobillo, y creo que venía de este tramo). EN algún momento con larga vita de horizonte si veo alguien al fondo, bueno, en realidad en varios, pero la mayoría son de bicis o paseantes, que luego se van acercando a mí. También por detrás en algún momento oigo bicis llegar a mí. Incluso pienso en estar pendiente, por si le pido agua a alguno, pero el corte de hacerlo me puede (desafortunadamente), ya voy con sed, los labios algo cortados, y el calor ya es más intenso (no, no es que sea un horror, pero sin sombra alguna y bastante rato sin beber con el esfuerzo que pongo no juntan un buen equilibrio de hidratación en mi caso). Y suerte que rozar fuerte ya no ha vuelto a hacerlo la pernera en las ingles, porque era un suplicio, ahora sólo me la voy bajando (la pernera) para que no roce, porque tiende a quedarse plegada.

Km 20 calculo en 2h07m aprox (pues ahora mi reloj ya va a adelantar a los letreros) y el avit del 20 ene l que tengo que parar más, y cuando llevo 3-4 vasos (bebo y me echo, par so soy muy monótono), me ofrecen una botella y cojo y me la llevo, a los pocos metros me doy cuenta del error, dos o tres tendría que haberme llevado, debería haber pedido más, pero no tengo vuelta atrás (no sé retroceder, y de rendirme ni hablemos). Al menos por los letreros, veo que paso en 2h15m la media (2h15m42s el letrero de faltan 21 km). Pues ya me resulta duro el calor. Y parece que a mi reloj le cuesta mucho hacer más de media maratón, porque comienza a marcarme ritmos que me dan la risa (porque los que llevo sólo producen lágrimas secas), con lo cual no tengo claro a qué ritmo voy. Me funde el calor y cada km sin sombra alguna es eterno y ya me molestan los gemelos, supongo que por no beber tanto como mi cuerpo quisiera, además del castigo del terreno en los últimos km). Al final llego a Morata, que hay que atravesarla, tiene también sus sube y baja, y cuando veo que hay algo de sombra por el lado izquierdo, voluntarios y policía local me hacen ir por el derecho (no por capricho, hay unos conos por ahí para protegernos de los coches que circulan). Así que la sombra la veo a 8-10 metros, no más cerca.

Voluntarios y policía local o guardia civil siempre tienen una palabra de ánimo. Me llaman señor o caballero, pero tengo la sensación de que más que por mi porte o elegancia, es por mis arrugas. Eso sí, las piernas morenas no me las quita nadie. Pregunto a un voluntario que tiene una botella por allí (no veo si con agua o no), si tiene agua, me dice que no me preocupe que en 400 metros hay un avituallamiento. Ya sé que hay un avituallamiento, y dentro de 400 metros saborearé que sólo faltarán unos 500, y como serán de subida una minutada agónica. Siempre me sabe mal que me informen de que más adelante hay un avituallamiento, siempre lo sé (bueno, salvo en Alcalá que se lo ahorraron  y tergiversaron). Voy castigado, abandono el pueblo, con una rampa que parece más dura que el chup chup que me empiezan a hacer los gemelos. Se me hace eterno llegar al avit, pero llego, y además una chica se adelanta varios metros para darme una botella de agua, que llega ya vacía al avit. En la mesa me echo continuamente y bebo, incluso algo de coca cola (menos, porque está caliente), y al final arranco con dos botellas de agua, he estado minuto y pico, o igual dos: Había bastante gente atendiendo ayudando, y creo que daba mala impresión yo, por algún gesto entre ellos.

Cuando he arrancado he lamentado tanto tiempo parado (pero era necesario), porque al llegar al avit se alejaba el corredor anterior, y ahora lo tendré muy lejos. No me duran mucho las botellas, y sé que se me va a hacer molto lunga la subida, por un lado el avituallamiento siguiente está a 6,5 km de este, y por otro, la subida no va a tener sombras ni piedad (sin contar el viento). Al pasar por un puente, hay una botella medio llena sobre una de las maderas, de la que doy rápida cuenta. El km 25 sobre 2h46-47m (no seguro, porque mi gps se ha pegado un festival en los últimos km tremendo). Y ojo, no noto viento en contra, aunque no resulta un alivio, con todo lo demás que hay.

Sí, la subida es dura, dura por el calor (ya estamos a mediodía), voy mirando suelo por si hay algún otro milagro en forma de botella con líquidos). Veo al fondo a otro corredor, que va andando pro con buen paso, le acabo alcanzando, es Antonio L, al que saludé en la recogida del dorsal, se ha lesionado y no puede correr, pero el paso andando que lleva es muy bueno, y si tiene suerte, igual al bajar el cuerpo le permite correr (a veces cambiando superficie o desnivel se puede hacer lo que antes en otro no podías). Me anima y elogia, pero le digo que no tanto, no me extrañará nada si luego me pilla. Tiro hacia adelante, buscando avanzar más km, sólo de pensar en el desierto de subida que me queda hasta llegar al siguiente avituallamiento, se me secan más los labios,

Km 27 y 28. Han sido una frase breve, pero un tramo que se ha hecho eterno, ya sobre el 29 llegamos a una parte más abierta, y veo que hay otro corredor, que va simultaneando andar y correr. Pienso en que no hay testigos y en agredirle salvajemente, no, no es que me caiga mal, es que veo que lleva una botella en la mano, y va bebiendo de vez en cuando. Tardo en alcanzarle, y cuando lo hago, ese Pepe Turón, nos animamos en vez de robarle la botella y salir marchando de allí. Ni siquiera le pido, pues si lleva botella es porque falta le hace, paso delante pero no me alejo mucho, pues va intentando correr un poco y no perder mi referencia. Creía km atrás que cuando acabase la subida podría apretar bajando, pero ya aquí, en una recta corta llana (y si no era llana, poca inclinación tenía) quería apretar, pero los gemelos no me dejaban. He visto dos corredores más por delante, y trato de usarlos de referencia para poder tirar más fuerte (sufrir e intentar ir más deprisa no tienen por qué estar reñidos y si lo están, allá ellos). Antes de un km de subida el gps volvió a contar normal, aunque al ir tan castigado de crono, me daba palo mirarlo, y sólo quería tirar para arriba, cuanto antes llegase, antes bebería. Con lo que fue esta subida el año pasado, un infierno glacial, bajo cero, viento en contra que te clavaba el granizo en la piel como cuchillas. Pero aquí lo que haya hay que aguantarlo durante el ascenso, alguien me dijo que podía haber abandonado, sí, le dije, y otro día cruzo el desierto en solitario y abandono a la mitad, Houdini.

Alcanzo primero al corredor que lleva la camiseta del maratón de Burgos del 17 (así que debimos coincidir), y al final al otro, que es Antonio Huerta, no corre pero va tranquilo de ritmo. Me dice que está deshidratado, así que debe estar como yo de loco por pillar el avituallamiento. El letrero de 12 km a meta en 3h27m y algo. Al siguiente avit se llega tras una ligera bajada, porque está en el hueco de un pequeño túnel que tiene carretera que pasa por encima, pero súper chasco, no está allí, y saliendo se vuelve a subir, creí que allí podría estar la cola un pelo más fresca y que además mientras bebiésemos nos librábamos del sol, pero no, y encima sigo loco por llegar, al final pasado el km 31 está (lo de antes era un spoiler, han sido unos 6,5 km y de subida, que se tarda más entre avits). Cuando llego, de inmediato a beber y echarme, también llegan los tres últimos compañeros que pasé, que sabrá Dios la razón, también tienen bastantes ganas de beber. Estoy un rato largo, porque sé que aún queda como un km de subida, y luego temo no pueda aprovechar la bajada, mis gemelos no se han quejado (yo creo que no se han atrevido) subiendo, pero cuando tocaba bajar, están muy agarrotados.

Tengo algo de miedo, porque si el año pasado el siguiente avit (el del 35) estaba mucho antes de ese km, ahora que el del 30 estaba más retrasado, nos lo encontraremos pronto, pero a cambio hasta el 40 no habrá nada. Sería ok si estuviera con las piernas normales, porque aprovecharía la bajada, y tardaría menos en llegar, pero eso pinta que no será así. Dos minutos parado allí, bebiendo y echando, y arranco con otra botella, a tope. Prefiero el agua de botella, incluso en las mesas, porque los vasos, además de tener menos, como están en la mesa están más calientes. Sigo esa subida que no se acaba nunca, incluso me puedo agachar a pillar una botella a medias. Y al final, final, sí parece empezar la bajada, y salvo un par de rampas, muy pronunciadas, no se nota que baje, porque mis piernas no pueden moverse cómodas, por lo agarrotado que voy.

Justo al final de una de esas rampas de bajada veo el avit, tampoco está donde otros años, está al acabar esa rampa de un pequeño puente (recuerdo ese puente con la nieve molestando mucho –el granizo sólo había castigado en la subida-, sobre todo por el viento en contra, pero sí que iba con toda la furia del mundo, en un medio sprint por llegar a meta lo antes posible), tomo el último gel, de 4 que llevaba. Paro y al poco llega Antonio H, trato de beber cola de la botella de 2 litros, pero sale esparramada al echarme, no me importa, pero también está calentorra. Bebo y me echo, consciente de que quedan km de sol (porque lo de tener sombras no va a ser hoy el día). Un minuto, o algo más ha caído, y arranco y aunque ya hay varios, Antonio se viene conmigo (ha habido unos 2,3 km entre un puesto y el otro, que temo pague en el siguiente tramo).

Pienso que he de apretar, pues aunque hay bastante bajada aún (y alguna que otra rampa dura, como la de entrada a Arganda), no veo tan fácil mantener un ritmo de 7m20s de media hasta meta, para bajar de 5 horas. Van más rápido mis fuerzas que mis piernas, que aparte el castigo que lleven, están lastradas por los gemelos (el calor por supuesto sigue ahí), Antonio H va a mi lado o justo detrás, cuando en algún momento, por desnivel o lo que sea voy más rápido los gemelos sueltan un latigazo que me impide progresar en el ritmo (y siento cosas que no voy a blasfemar aquí). Puede que a Antonio le de igual, pero le voy contando el tiempo que llevamos para bajar de 5 horas. Sí, por mala que sea la marca, siempre gusta que sea lo menos mala posible, los km pasan lentos, y creo que voy subiendo las pulsaciones, lo malo cuando vas tan lento, por ir castigado, es que casi nunca aprecias que estás bajando, todo parece llano o subida.

Muchos tirones cada poco en los gemelos, pero me niego a aflojar, creo que si aguantamos hasta falta de tres km así, bajamos seguro. Me estoy fiando de los letreros y de que estén bien puestos, por el letrero de 5 km supongo que he desgastado bastante, pero sigo apretando a tope, mi tope, en ese momento. Calor no ha dejado de hacer, y bromeo que si veo un niño con una botella de agua él lo sujeta y yo le quito la botella. Nos cruzamos con una chica (creo que llevaba una botella) y Antonio me dice que cómo es que no se la he quitado, le digo que a una chica no, que no quiero meterme en líos por acoso. Faltan 5 y si las piernas resisten parece al alcance, un ritmo de 7m30s nos bastaría. Se lo digo, y añado que un par de km más así y estaría ya hecho.

Tardan en llegar, intento no ceder en el ritmo, aunque sí, voy más al límite el último km ha sido ya a 7m30s. Tengo que frenar un poco las pulsaciones, me están subiendo demasiado, eso quiere decir que voy bastante al límite, y en este caso no es por la altitud, como en el Veleta. Algo más baja el ritmo, y dejo que pase (ni recuerdo si le digo algo) a Antonio, mejor quedarme a su ritmo. Bueno, corrijo, mejor quedarme de su ritmo, muy altas las pulsaciones y aún 3,5 para meta. Dudo si se ha colgado o está marcando una realidad (pone 225 ppm), la más absoluta verdad es que ambas cosas son posibles, pero sí que estoy 100% seguro que mis pulsaciones están bastante por encima de mi máximo teórico. Porque voy asfixiado, así que Antonio que se ha alejado unos 20 metros va a partir de ahora alejarse mucho más, porque dejo de marchar y ando. He de bajar esas pulsaciones, me entra mucho agobio, pues aunque yo vaya a mi bola, sé que hay líneas rojas que no se pueden ignorar. Pasa en bici uno de la organización y me pregunta si necesito algo, ”agua” es mi respuesta, me dice que ahora trae botellas (soy cruel con los spoilers, no llegaré a vivir ese momento).

Empiezo a andar, y cuando ando en una prueba (que no pasa nunca) no sé qué hacer con las manos, bueno, con la izquierda sí, al miro a cada instante, para ver cómo van las pulsaciones, los primeros metros no varía, me toca subir la rampa de entrada andando, he mirado atrás pero en la larga recta no veo a nadie. Sigo preocupado porque bajen las pulsaciones. Y sé que los nervios se apoderan de mí (a nervioso me ganan pocos, pero no suele haber campeonatos de eso). Una vez subida la rampa aún veo a algo más de 100 metros a Antonio, pero no voy  pillarle, espero que él sí que baje de 5 horas, que estoy casi seguro lo hará. Mi prueba es otra, voy a intentar bajar las pulsaciones y luego la entrada al estadio, o los últimos 300-500 metros intentar marchar, entrar en meta marchando, parezca postureo o no, me parece que es algo que debo hacer siempre. Ya bajando de la rampa, los gemelos no van cómodos, golpean con calambres, que me hacen parar en algún momento, y venga mirar el crono. Los nervios, sería estupendo que fuera capaz de calmarlos. De tantos nervios, hasta un apretón (o no será por los nervios, yo que sé), por suerte tengo un sitio privado a mano, donde puedo soltar un poco de barro, incluso limpiarme algo. Sigo andando, y aunque tengo echado números de que el avit del 40 estará debajo de un paso subterráneo, me equivoco, está antes. Me da palo llegar a los voluntarios que me animan insistentemente y yo andando (cada vez menos rápido, por los gemelos), paro y tengo el cuerpo para parar del todo, pero no es mucho lo que queda, y andando así no he de tener problema para llegar. Me quedo anclado, echándome agua y bebiendo, tratando de coger aire, no sé si para los pulmones o para el espíritu. Otra parada no corta, supongo que un minuto y algo o así.

Acabo arrancando (es un eufemismo, eso de arrancar, simplemente avanzo, confiando en que la próxima pisada venga sin agarrotar el gemelo), y dando las gracias, a los voluntarios por sus ánimos y ayuda. Me he llevado una botella (o dos, no recuerdo). Se hace duro, cruzar una calle en que el policía local corta el tráfico por mí, y trato de cruzarla rápido, para molestar lo menos posible, todo el mundo me dice que ya estoy llegando. Hasta aquí todo el recorrido es igual, pero al dirigirme al túnel donde pensaba que estaría el avituallamiento cambia, a 50 metros giro a la derecha, indicado por voluntarios y conos, con ligera bajada, al llegar abajo quedo alucinado, es verdad que voy pensando en mis cosas, pero de repente, están los conos indicando el camino, que es el que estoy siguiendo, pero hay un cinta puesta que impide pasar, vuelvo a mirar los conos, no entiendo nada, llamo desde allí a los voluntarios, pero están a unos 100 metros, y es en subida, así que no puedo ni verlos bien tapado por la inclinación del terreno. Decido pasar al otro lado de la cinta, y veo que a 50 metros a la izquierda pasa lo mismo, hay una cinta que impide girar para regresar al paso subterráneo, pero también flechas que indican seguir por allí, así que decido ir por allí, que es el camino, entiendo. Si ya voy lento, parando a ver por donde seguir mucho más. Al llegar al giro para entrar al túnel hay un montón de chicos voluntarios, trato de explicárselo, y me queda un doble suplicio extra, la bajada muy inclinada para el paso subterráneo, se negocia fatal con los gemelos así (del corte -para no repetir la palabra vergüenza, que es la que corresponde- que me da pasar andando así delante de los voluntarios ni hablo), y al final, como hay cuerda puesta, en vez de una rampa con giro, hay que subir por la tierra, muy corto y muy empinado , respiro y ni lo pienso, porque me puedo quedar enganchado en el inicio, sí la he subido (no eran ni 10 metros, pero temía no pudiera avanzar por los gemelos), continúa habiendo subida de asfalto, pero ya más normal. Cuando llego arriba, tengo que parar sobre unas rejas, para coger aire y templar la tensión que llevo.

Ahora las pulsaciones, que bajaron en inicio no me sirven, marcan 126, y ni por asomo, por un momento casi me lo trago hasta que noto cómo estoy. Espero haber bajado, pero dudo mucho que esté por debajo de 180 (que ya sería positivo si he estado a 200 y algo -nunca lo sabré con certeza-). Me sorprende que no ve me alcance ningún corredor, entre el ritmo y las paradas me extraña (claro que ellos, igual lo tomaron con más tranquilidad, después del avit del km33). Me cuesta un poco, pero continúo, cansado voy bastante (pulsaciones sigue marcando 126, así que yo intento que se relaje el cuerpo de la intensidad), con todo no me he fijado si pasaba el letrero de faltan 2, pero por mi reloj, creo que debería haberlo pasado, al final de la calle los voluntarios me hacen girar a la derecha (antes se seguía recto), y me dicen que quedan 800 metros, qué cachondos, nunca me parece bien que me engañen así, dos paradillas más por calambres, en una vuelvo a mirar atrás pero no viene nadie. Y de repente estoy oyendo voces del complejo deportivo, aunque es grande, ya estoy en un lateral, pues debía ser cierto lo que me decía el voluntario. Y llego a la puerta anda difícil, por los calambres, dos-tres pasos firmes, uno con calambre. Me dicen que ya entre, por ahí, que son 200 metros, miro el reloj que marca 4h58m (si desde que me puse a andar hubiera andado sin parar habría llegado fácil en 5 horas, pero es que estoy seguro de que no hemos hecho 42,2 km).

El plan que tenía de marchar el tramo final no lo podría tener más fácil, son 200 metros si llega, pero ni de coña, ya bastante que voy aguantando los calambres, es imposible que marche, las pulsaciones seguro que siguen altas, giro a la izquierda y a 50 metros la meta, ni esa recta, el speaker, que debe estar compadeciéndose, menciona que llego y con problemas, pero todo elogios (eso creo, llego jodido conmigo mismo). Me acerco a la valla de la izquierda, porque no me fío ya nada de los gemelos, trato de pasar sonriendo y agradeciendo por la línea de meta. Sí, al fin.

Y enseguida cargo todo mi peso sobre la valla, para ver si puedo recuperar, descansar y quitarme la tensión de encima. Al muy poco oigo que entra otro corredor (es el que iba último con diferencia, que a su ritmo ha llegado mucho mejor), me ha sorprendido mucho que no me alcanzara nadie, 5h21m20s oficial (10 segundos más por mi reloj, no lo entiendo), 43,26 km me ha dado (ya he dicho que sobre la media maratón se fue bastante mi gps), con lo que creo que entre 500 y 900 metros de menos hemos hecho (al menos tres corredores más con los que he hablado también les ha dado menos), pienso que más que mal medido, puede haber habido algo ya en Arganda mal señalizado, y que haya sido la causa de hacer menos metros, porque siempre han sido fiables en sus mediciones, aunque no sea circuito homologado. Unas 5400 pulsaciones. Antonio ha hecho 4h54m55s, lo digo porque supongo que debió parar en el avit del 40, y sin saber su ritmo final ha bajado con claridad, así que creo que más de 500 metros, seguro que nos hemos ahorrado.

A todo esto, estoy sobre la valla, no quiero ni moverme, se me acerca algún voluntario y sanitario (el speaker ha seguido animándome), y me dicen que me acompañan para ver que me recupere, me está costando andar, el speaker pide un aplauso para mí, al público que hay detrás, corredores la mayoría, que ya se han duchado, me parece que alguno me mira sorprendido. Ando un poco más con ellos, un sanitario me tiene cogido de un brazo, de tal manera que rezo que cuando se vaya a casa lo haya soltado. Me preguntan si quiero una silla (se entiende que de ruedas, no eléctrica), y no me da tiempo ni a pensarlo, mis gemelos en un ejercicio de ventrílocuo de élite hace que parezca que sean mis labios los que pronuncian el sí. Espero apoyado en una barandilla, intentando soltar la tensión, y liberarme del agarrotamiento de los gemelos y las altas pulsaciones.

Ya cuando me puedo sentar en la silla, es otra cosa, me llevan a donde están los fisios, y en una camilla libre me tumbo, deciden que llaman a la doctora que hay
, mientras tratan de acomodarme, piernas elevadas, y la cabeza con un rollo de papel de almohada. Tumbado es otra cosa (lo que hay que hacer para no tragarse una cola en la zona de fisios), son todo atenciones, incluso me traen la bolsa de deporte, así me puedo quitar las zapas (se han portado como unas campeonas, con problemas de chocar los dedos del pie los días anteriores, y se han compadecido de todo lo demás que me pasaba y no han dado nada de guerra), prácticamente me las cambian los sanitarios, estoy como una parturienta ahí con las patas arriba, hay un montón de hombres a mi alrededor, les digo que no tenía tanto hombre a mi alrededor mirándome, desde la última vez que estuve en Sitges con menos de 30 años.

Llega la doctora y me toma el pulso con pinza en un dedo, habíamos intentado con mi gps, pero cuando se acabó el maratón, él se mantuvo firme en sus 126 pulsaciones (lo del tonto cuando se acaba el linde y sigue el tonto, se puede sustituir gps y maratón por tonto y linde), pide que me traigan un vaso de agua con 3 cucharadas (o sobres) de azúcar, que estoy bajo de azúcares (con lo dulce que yo soy). La tensión también baja, me pone una bolsa de hielo en la frente, y luego por axilas y gemelos, que después de un rato sin quejarse, ya están agobiados de la posición, y cada vez que se agarrotan veo las estrellas, aun estando dentro del pabellón. Llega Pepe Turón, preocupado al verme así, pero la doctora dice que no hable (me está tomando alguna constante, creo), eso sí que es un reto, tenerme callado.

Todos preocupados por mí, parezco la más bella del baile, cuando me dejan hablar suelto una tras otra, si al menos eso no les tranquiliza, igual les distrae. Las constantes, primero de tensión se recuperan, y las pulsaciones, aunque más despacio también van bajando. Llega Antonio L, que necesita un masaje por la lesión que le ha impedido correr. Siguen dándome calambres, casi diría que más cuanto más rato pasa, si me muevo por la cintura, molesta bastante la zona rozada de las ingles (que no fue a más, pero está castigada y castigando). Ya voy estando mejor, y la doctora, Mónica, se va quedando más tranquila, pero al saber que vuelvo a casa en metro, me lo niega, que me lleve uno de mis amigos (yo, muerto de vergüenza, lo siguiente y hasta más), Pepe enseguida dice que sí, pero me sabe mal porque vive en Fuenlabrada, y hace sus km extra (más teniendo en cuenta que ha hecho un maratón, y ha estado 5 horas de castigo soleado), cuando lo oye Antonio L también se presta, y me inclino por él, sobre todo, porque tendría que hacer muy poco extra (vive en Vicálvaro o Valdebernardo y yo por Conde de Casal), pero con la doctora por tamaño de asientos (o eso me parece) gana la puja Pepe.

No sé el rato que habré estado en la camilla, pero 40 minutos habrán sido, al menos a ojo, estoy bastante mejor (entre otras pocas cosas, estar tumbado es uno de mis fuertes, y si es después de un maratón, me siento hasta capaz de dar envidia, pero tranquilos, que no lo voy a hacer), primero me dice que me siente en la camilla, antes de levantarme, pero prefiero hacerlo en la silla, me molesta menos. Ya las pulsaciones mucho mejor, y también me lleva en silla de ruedas hasta el coche, tardamos, porque no me quiere dejar levantar, aunque yo estoy seguro que puedo, y hay una furgoneta tapando la salida, al final sí se atreve a que me levante, y acompañado por ellos voy andando hasta el coche (son 15-20 metros, no más). Antes ha pasado un voluntario que como estaba y si quería algo, aunque llevo una cola a medias le digo que otra cola (me han dicho que beba mucho líquido, y este lleva sus azúcares, además), y me trae una bolsa Aneto con un montón de aguas y un par de colas más.

Ya en el coche se despide Mónica, y le agradezco mucho todo lo que me ha ayudado y estado por mí. Nos vamos, y con Pepe no sé cómo disculparme con que tenga que cargar conmigo hasta mi casa, pero Pepe le quita importancia. El viaje es rapidillo, y me deja las bolsas en la puerta de casa que ya entran mis hijos al interior. Cojo cola (aunque zero) de la nevera y subo a tumbarme a seguir recuperando e ir bebiendo, al menos 3 horas estoy en la cama tumbado recuperándome tanto de lo físico como de los agobios. Por la noche cené completamente normal, y al día siguiente lo mismo. Los gemelos han empezado a dejar de molestar el jueves, supongo que tuvieron mucho castigo.

Ha sido mi 107 maratón, 5ª del año (116 carreras de más de 42 km). Sufrida sí, peleada, todo lo que he podido. Tengo claro que salvo que tenga  algún cambio que me ayude (no sé si consigo perder peso, si necesitaría menos depósitos de agua para la carrera), no puedo ir a los maratones en que haga calor si tienen los avituallamientos cada 5 km porque en menos de ese tiempo ya lo he gastado todo. Me es más factible hacer en julio un maratón en pista en Jaén, que sí es asumible. porque puedo beber y echarme agua en todas las vueltas. O Ponteareas, que es circuito de un km. La ventaja que me dan Sevilla y Barcelona con los suyos cada 2,5. Claro que también espero poder mejorar entrenos, que no tienen toda la continuidad que me gustaría (para eso está siendo un año muy cargado de problemas).

Muy agradecido a los voluntarios y organización por sus ánimos y atención, a los organizadores (Sonia me vio con preocupación cuando estaba en la camilla), y a los sanitarios y a la doctora Mónica, en especial, porque pusieron toda su atención y sus atenciones en mí. A mis amigos corredores con los que compartí pitorreos, en especial a Pepe, que pringó extra, eso sí, me porté bien con él y en la vuelta en coche no le conté ningún maratón (no daba tiempo).