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Hay carreras en las que la marca no importa, carreras en las que no puedes dormir de los nervios, carreras en las que trotas, carreras en las que acabas exhausto, carreras en las que estas solo y las que corres con amigos, hay miles de carreras. Y luego hay CARRERAS. Esas que cuando pasa el tiempo dices, yo estuve allí. Pues mis queridos amigos, yo estuve en la Maratón de Marrakech. Sí, ya se que diréis que solo corrí la media, eso no tiene importancia para mí. La emoción de vivir esos minutos tras reunirnos todos los de la media con los ojos clavados en los dígitos rojos que iban avanzando inexorablemente, los tímidos comentarios entre nosotros 4, mientras intentamos vislumbrar a lo lejos las figuras de nuestros compañeros, las miradas hacia el sol que calienta cada vez mas y la lucha por apartar de nuestra mente ese temor que todos teníamos a que algo hubiera salido mal.Cada minuto fue eterno y en cada minuto todos animándonos en voz alta, con el "tienen que estar al llegar". Y al final el grito, ni recuerdo de quien, "Ahí esta Nacho... Y Cheve!!" Miro el reloj, 3:08 lo han hecho. Cuando al fin cruzan la meta los 6 nos fundimos en un abrazo.No se puede negar que ha sido un maratón de esos en los que los kilómetros han dejado cicatrices, uno de los duros, no hubo risas ni bromas al llegar, esta vez no fue un paseo y no hubo fuerzas ni tan siquiera de celebrarlo, y eso que había mucho que celebrar. Quizás ese domingo que yo voy a recordar durante mucho, mucho tiempo, alguien al que tengo el honor de llamar amigo comprendió lo que tanto me esfuerzo en intentar explicarle, que cuando tienes el sabor de tu propia sangre en la boca las mieles de la victoria saben mejor.
...La emoción de vivir esos minutos tras reunirnos todos los de la media con los ojos clavados en los dígitos rojos que iban avanzando inexorablemente, los tímidos comentarios entre nosotros 4, mientras intentamos vislumbrar a lo lejos las figuras de nuestros compañeros, las miradas hacia el sol que calienta cada vez mas y la lucha por apartar de nuestra mente ese temor que todos teníamos a que algo hubiera salido mal.Cada minuto fue eterno y en cada minuto todos animándonos en voz alta, con el "tienen que estar al llegar". Y al final el grito, ni recuerdo de quien, "Ahí esta Nacho... Y Cheve!!" Miro el reloj, 3:08 lo han hecho. Cuando al fin cruzan la meta los 6 nos fundimos en un abrazo...