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P.D: Tras leer sesudos artículos y foros y mil opiniones sobre pulsómetros, entrenamientos cruzados, series, zapatillas, pronaciones y supinaciones, rodillas del corredor, sales minerales, tiradas cortas y largas, días de descanso, pruebas de gases (qué mal suena) y las otras chorrocientas mil chuminadas de las que nos informamos con ardor masoca los corredores populares, lo único que echo en falta por todos lados son lecciones de sentido común. Lo que cuesta más de correr es contener dentro de unos límites razonables tus aspiraciones. Hay que ser consciente de quién se es, de qué tipo de vida lleva y de qué se quiere conseguir corriendo. En resumen: de ser humilde con uno mismo y no engañarse con cosas que no se pueden conseguir en dos días. Ala, toma parrafada.