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rtorres edita que vas por -9 y subiendo! Jajaja enhorabuena por terminar, gran cronica!
MARATÓN DE MADRID 2014. HISTORIA DE UNA LECCIÓNHa llegado el calor, las flores, los días largos, el renacimiento de la naturaleza. El campo estará verde, debe ser primavera. Ha llegado el maratón de Madrid.Me considero lo que se podría llamar un experto en maratones. He pasado pacientemente por todas las fases y, en honor a la verdad, en poco tiempo, y por tanto con un sufrimiento relativamente corto, aunque a veces bastante intenso.He pensado lo suficiente como para conocerme a fondo, para percibir todo lo que ocurre a mi alrededor, para dominar la carrera, para saber cómo dosificar, y al mismo tiempo no tener miedo y jugármela alegremente hacia el abismo, apretando, resolviendo kilómetros, como una gacela.La mayoría de la gente jamás corre un maratón; otro grupo muy nutrido corre un solo maratón. Es habitual también que se corran dos y se dé carpetazo, por eso de que no es maratoniano quien no repite. Pero muy pocos acaban convirtiéndose en expertos en maratones como yo. En hijos del viento. En reyes del asfalto. En devoradores de metros.Y menos aún si sólo están ante su tercer maratón, como es mi caso. En verdad para esto hay que tener un talento especial, haber nacido, haberlo descubierto y haberlo trabajado.Como yo.Como los elegidos.Eso mismo estoy pensando entre la muchedumbre, en el paseo de Recoletos, esperando a que den la salida. Miro por encima del hombro a los otros, seguro como estoy de que no serán rivales. Me han dado el segundo cajón, y me he puesto lo más adelante que he podido porque voy a salir fuerte y adelantaré a muchos. Estoy tan curtido en estas batallas que innovo estrategias aún por descubrir. Cosas que los demás no han imaginado, porque no tienen tantas agallas como yo. Voy a salir fuerte; el primer 10.000 lo voy a hacer con potencia, para calmar la ansiedad que no quiero dominar, sino utilizar. Bajaré sobrado de los 49 minutos y después me lanzaré a tumba abierta por Bravo Murillo.La ciudad va a ser mi aliada, porque nos conocemos bien, porque aquí he hecho de todo, porque pasamos por algunas calles que he recorrido palmo a palmo en infinidad de ocasiones. Es mi ciudad. Y por mucho que digan, no hay tanta cuesta. Cobardes.Eso es lo que sois. Cobardes.Yo os voy a enseñar lo que es bueno.Por fin nos sueltan. Vamos ya! Venga! Venga! Os dormís?? Vaaamos.Mi plan está en marcha, y lo cumplo a rajatabla: salgamos fuerte. Todos esos que dicen que hay que dosificar siempre estuvieron equivocados. Trepando por la Castellana.Agobiado por adelantar al que se me pone a tiro; picándome con los que me adelantan.Ahogando la ansiedad en pulsaciones. Listo para romper el 3:30. Quién sabe si el 3:20; todo es posible si yo me concentro.Si hubiese empezado con esto antes probablemente me llamarían el Atleta, así, con mayúscula. Y punto.La mañana entra suave a través de los edificios, y elimino de mi mente cualquier concesión poética; aquí estamos para correr, para ver pasar los carteles. Algo me turba: me pillan los globos de 3:30; no puede ser? Le pregunto a uno de ellos que me contesta amable:- Es que vamos con retraso; tenemos que hacer la marca en tiempo oficial, no neto.- Y a cuánto vais a pasar la media?- A 1:43.Muy bien. Pues yo la pasaré antes. Soy astuto, les dejo que se vayan, ahora llegará mi momento.También me adelanta un tío con un pañuelo en la cabeza, con un globo naranja con más pegatinas que los de moto GP, rodeado de camisetas también naranjas. Son los de forofos del running, el foro más relevante e influyente del país hoy por hoy… Pero esto no es lo impactante, lo que acojona es lo que lleva el tío escrito en la camiseta: 25 Mapomas. 50 maratones. Te lo voy a poner otra vez, no sea que pienses que lo has leído mal: 25 Mapomas. Y debajo: 50 maratones.Un tío enjuto que corre como deslizándose. Claro que es enjuto, si no de qué? Aunque yo soy muy bueno, un viejo lobo, este también debe serlo. Me da, no sé.El caso es que me adelanta, mientras yo sigo esperando mi oportunidad, como un sabueso, que llega en la bajada desde Plaza Castilla a Raimundo Fernández Villaverde, y luego sigue hasta República Argentina.Y me lanzo.A fuego.A degüello.A cuchillo.Claro que sí. Lo estáis viendo??? Ooooh. Pichones!!! Bye Bye!! (bai bai) Ahora calculo que durante ese tramo de unos 4 kms adelanté a más de 1.000 ingenuos. Me tuve que poner pegado a la acera para no ir arrollando al personal!!!Los globos de la carrera? Atrás.Los forofos naranjas?? Atrás.Cuando los pasé pensé en decirles algo, para ganar alguna simpatía, porque tengo un -6 de reputación, aunque al final decidí que yo iba tan rápido y ellos tan lentos que a lo mejor se molestaban. Además iba un poco jadeante.Bueno, poco a poco nos hemos ido acoplando y ya estamos en Serrano, con sus uves. Pronto llegará el desvío que nos separa de los del medio maratón, y cuando lo cojo me digo a mí mismo que los que están ahora son mis rivales de verdad, y aprieto.En los avituallamientos me obligo a beber aunque me cuesta porque voy un poco alto de pulsaciones; cada 40 minutos me como una pastilla de sal y potasio, y reservo las bolsas de glucosa para las 2 horas. Domino muy bien las técnicas de nutrición e hidratación en carrera como os podéis imaginar. Los globos del 3:30 ya ni se ven. Joder, esto no es tan difícil. Quizá debería haber sido más ambicioso.Qué talento tengo, coño!La Gran Vía, y Sol. OOOOOOOhhh! Madrid en la calle. Una ciudad es madura y moderna cuando sale a la calle a volcarse con su maratón. Cuando disfruta de su maratón. Y Madrid ya lo hace.Estos momentos son mágicos; la calzada se estrecha como en las etapas de montaña del Tour. El público te mira a los ojos; los niños sacan la mano para que la choques.Siento muy dentro de mí que hoy este es mi sitio, que no podría estar en un sitio mejor.Os aseguro que se te pone la carne de gallina.Calle Preciados, Calle Mayor. Especial, inolvidable.La vida es preciosa por otorgarnos momentos como este.Además en bajada; acelero. Que vean que yo soy de los buenos. De refilón veo la Almudena y el Palacio Real; como me lo ponen delante intento fijarme un poco para darme algo de cuenta de los monumentos, que en Sevilla no vi ni uno.Ya estamos llegando al kilómetro 21; a la mitad. Bueno, vamos bien de tiempo.Lo paso en 1:42. Sólo 3 minutos más que mi mejor marca personal (que se escribe así si eres runner: MMP).La calculadora funciona a tope: 3:24 si mantengo. Aunque hay una cuestecita luego. Perderé algo de tiempo en la segunda parte, pero me he hecho tanto colchón que voy sobrado.Se me empiezan a cargar un poco los cuádriceps. Esto debe ser normal cuando se corre tan deprisa. No pasa nada; vamos Rafa. No aflojes.La bajada del parque del Oeste me da un poco de pena. Es muy pronunciada, y lo que se baja luego se tiene que subir. Me da pena porque luego tocará subir eso. Nunca había percibido esa bajada tan intensa. Me crujen las piernas.Bueno, ahora entramos en la Casa de Campo (que se escribe LCDC si eres runner como yo, o incluso CDC), es terreno conocido. He hecho por aquí cientos de kilómetros; quizá miles, y no nos llevan a la parte perra. Una vueltecita al lago, y ya por fin para arriba. Tengo ganas de enfrentarme a la subida de una vez y medirme de verdad. En realidad tenía ganas antes, ahora ya voy teniendo menos.Mi cabeza está empezando a defender a mi cuerpo y me convence de que el segundo gel es mejor tomárselo andando, para asimilarlo bien. Tú fíjate, qué tendrá que ver. Sin embargo el mensaje es claro: “Rafa, camina mientras te tomas el gel que te va a sentar mejor…”. Hace una hora no hubiese caminado 10 metros ni aunque me hubiesen dado 50 euros; ahora obtengo un placer rotundo.Arranco rápido. El sol se filtra intenso entre los árboles. Todo muy bonito y también muy lejano, algo así como tener fiebre en un día radiante…De pronto me pasan los globos. Cómo puede ser??? Se han equivocado. Van demasiado rápido. Yo sé cómo se hace esto. Van mal. Increíble que contraten a estas liebres.Deberían contratar a gente con más talento. Como yo??? Mmm. Ya no estoy tan convencido.Entonces también me adelanta el de los 50 maratones. Es un buen momento para saludar pero es que me falta el resuello.Durante un esfuerzo físico se tarda más en razonar, así que poco a poco voy asimilando, mientras se aleja de mi lenta pero inexorablemente, que quizá, sólo quizá, el equivocado soy yo…La salida de La Casa de Campo es una pared. El público grita que no queda nada de cuesta, sólo 200 metros. Que se te plantan en las narices. Que los tienes que escalar.Joder.Se me están cargando las piernas más de la cuenta.Esto ya no me mola tanto.Estamos cerca del 30, un buen referente.Lo paso en 2 horas y 28 minutos. Suficiente para bajar del 3:30.Suficiente si te quedan fuerzas.Me estoy embotando por momentos.Hace un rato largo que no adelanto a nadie.Tengo que pensar en cada paso que doy para darlo.Quizá en el 32 la cosa mejore; ahí quedan 10. Los últimos 10 antes del maratón se piensan con claridad: un par de huevos, apretamos dientes, y a por ellos.Cuando llevas 32 en las piernas el tema no se ve tan nítido.Ahí los espectadores ya te empiezan a hablar del final de la carrera:- Sólo quedan 10!! Vamos!! Sólo quedan 10.Amigo mío, no sé en qué parte del cuerpo me voy a meter estos 10 kilómetros.El siguiente avituallamiento lo hago andando. La cabeza me convence otra vez de que es mejor hacerlo así, que luego rendiré más. Y cuando camino obtengo un placer cercano al orgasmo. Al orgasmo mental, porque sabéis bien que físicamente los órganos que participan en estas historias no están para alegrías. Están como una bellota en concreto.En el 34 ya no sé en qué coño pensar; ya no sé en qué entretener la mente, ni como engañar al cuerpo para que siga. Y queda un rato de subida largo, pero largo, que eso sí me lo aprendí bien en la información de la carrera. Como soy tan estratega, estas cosas me las estudié bien.Cuando pienso en la palabra estratega enseguida se me cruza otra que es “gilipollas”Así como un fogonazo.Pumba. Gilipollas. Un estratega gilipollas??? No, no. Un gilipollas a secas.Cuánto tiempo llevo pensando en esto??Mucho, muchísimo. Llevas horas intentando calificarte.Me llamarían el Atleta?Jo jo jo jo. No. Te llamarían el Estratega, no te jode. El Astuto. Madre mía. Llevo mucho tiempo pensando. Eso significa que han debido pasar varios kilómetros.Quizá han pasado un par de carteles y no los he visto.Ni de coña capullo; si sólo te vas fijando en los carteles. Si no ves otra cosa.Sí, pero llevo mucho tiempo dándole vueltas a estos calificativos… Por fuerza he tenido que avanzar mucho.Enfermizamente tengo ese diálogo conmigo mismo varias veces. Y aparece el cartel del Km 35. No han pasado ni 500 metros. Hundido.Estoy hundido.Y el gemelo derecho me da el primer amago de calambre.Cuando tiembla así rápido, que quiere subir.Mierda.Paro y estiro.Placer….OOOOOOOOOooohhhhhhhhhh. Que sea acaba pronto.Hay un avituallamiento de plátanos; me como dos trozos, sin hambre, para poder caminar más. Venga tío. Ahora el plátano te va a dar fuerzas.Muy pocas.Siento tristeza.Paseo de las Acacias. Esta calle es larguísima. Corro como un zombi.Me pregunto cómo se retira alguien de un maratón. Se sienta y espera a que venga el coche escoba?? Eso tiene que ir lleno. Si no cabes qué haces?? Si alguien va lento, y al mismo tiempo luchando, puede tardar horas en llegar.Ay!! Otro amago de calambre. Para, para, camina. Como se te suba la lías.Creo que las medias compresoras ahora me perjudican. Esas medias que estilizan tanto, que llevamos los buenos. Los preparados. Los runners guays. Que no sé ni para qué sirven… Me siento en un bordillo, me quito las zapatillas y tiro de las medias. Tengo calambres en los dedos de los pies. Debe ser por las bajadas. Me amagan los gemelos una vez más, así que lo hago todo muy despacio.Un chico de patines se sienta a mi lado y me echa espray por las dos piernas. Me pongo las manos cubriendo los testículos para que no me irrite. Podría ser que si me echase en las pelotas me doliesen tanto que me olvidase un rato de lo que me duelen las piernas.Me pongo las zapatillas otra vez y salgo corriendo.Estoy muy agradecido al de los patines; cada vez que veo ahora a alguno le pido que me eche de lo que lleve; que me dé vaselina, lo que sea. Necesito interactuar con alguien para saber que estoy vivo.Aprendí en mi primera aventura de éstas que si te lesionas lo tienes que dejar. Pero yo no estoy lesionado, estoy cansado, como nunca antes en mi vida.Ya me aplauden mucho. Mucho más que a los demás. Eso es malo, porque esto pasa cuando te ven jodido; cuando te ven bien jodido aunque intentes disimular.- Ya sólo quedan 5 ¡! Que ya se ve el Retiro!!Todavía quedan 5????!!!! Como no siga corriendo tardo una hora en llegar!! Tan cerca, tan lejos.No puedo. Tengo que caminar algunos trechos. Paseando por el infierno.Cada paso cuenta, y sobre todo cuesta. Hasta cuando camino lo hago lento. Intento marcarme objetivos cortoplacistas: hasta aquella señal y camino 10 pasos. Hasta el semáforo, hasta la rotonda, y 10 pasos andando. Vamos.Cuando corro parezco un pelele, sacudido por el viento. Me arrastro. Atocha ya queda atrás.Aquí iba a hacer el último esfuerzo. A darlo todo. A acabar como los gladiadores.Lo que puede pasar más bien es que explote.Hay mucha gente. Me hablan a mí. Me dicen que haga el último esfuerzo. Paso tan lento que si tuviese fuerzas podría charlar con ellos.Me digo a mí mismo que no se me olvide nunca lo que estoy pasando, que no vuelva a meterme en un lío de estos nunca más. Que jamás corra otro maratón.Camino. Camino.Corro.Camino.Cibeles. Qué sensaciones tan distintas aquí hace unas horas…Colón. La subida por Goya.La miro. Me restriego los ojos. Esto era así??? Tan empinado?? O la han levantado un poco para el maratón.Esto es una mierda. Todo es una mierda. Los labios me saben a sal.He dejado de sudar, y noto el cuerpo como después de un día de playa. Lo único que me queda es pelear por bajar de 4 horas, por hacer algo vamos, por tener un objetivo, por entretenerme. Cuando enfilo Príncipe de Vergara un señor de más de 60 años me pasa por la derecha, gritando:- Ya está hecho, vamos, vamos. La carrera que hay que correr es la segunda parte, no la primera. La primera la sabemos correr todos!Ahora estoy seguro de que me lo dijo a mí. Y también de que no lo olvidaré nunca.Me dejé llevar como en sueños con mis piernas de madera los últimos metros. La gente gritaba y aplaudía a mi alrededor pero yo no la oía. Eran ecos lejanos.Quería que esta tortura se acabase ya. Sufrí hasta el último centímetro; entré en 3:58, casi media hora más tarde de mi tiempo objetivo, que estaba fuera de lugar, y menos aún en una carrera como ésta. Tardé 36 minutos más en recorrer los segundos 21 kilómetros que los primeros. Casi dos minutos más por kilómetro.Madrid, la ciudad de mis alegrías y mis penas.Madrid me puso en mi sitio, como a los malos toreros.Madrid es especial, y su maratón es especial. Y si algún día vuelvo a correrlo lo haré respetándolo mucho más.Madrid me dio una lección que no olvidaré jamás.